Se exhorta a los Estados a continuar con los avances alcanzados desde que tuvo lugar el Foro Mundial sobre los Refugiados
Se exhorta a los Estados a continuar con los avances alcanzados desde que tuvo lugar el Foro Mundial sobre los Refugiados
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, señaló el pasado miércoles que los Gobiernos y otras partes interesadas han alcanzado importantes avances con respecto a los compromisos que adquirieron para encontrar nuevas formas de apoyar a 84 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo y a las comunidades de acogida.
La observación se hizo una vez concluidas dos jornadas de reuniones donde convergieron funcionarias y funcionarios de alto nivel, personas refugiadas, representantes del sector privado y otras partes interesadas, con el propósito de evaluar los avances hechos en relación con los compromisos adquiridos en el Foro Mundial sobre los Refugiados de 2019. En el Foro se adquirieron más de 1.400 compromisos; desde entonces, se han incorporado 200 compromisos más con el objetivo de materializar el Pacto Mundial sobre los Refugiados.
Grandi aplaudió los logros hechos a pesar del impacto de la pandemia de COVID-19, y exhortó a gobiernos y otras partes interesadas a redoblar esfuerzos por compartir responsabilidades y mostrar solidaridad previo al siguiente Foro, que tendrá lugar en dos años.
“Quedé impresionado con lo que escuché que se ha logrado a pesar de los desafíos”, comentó Grandi dirigiéndose al público que asistió a las Reuniones del Funcionariado de Alto Nivel. “Si persisten las dudas, basta con consultar las declaraciones hechas por los países de acogida. Hemos escuchado una y otra vez actualizaciones con respecto a los compromisos que adquirieron hace dos años”, añadió.
“También escuchamos que los donantes consideran que se están compartiendo responsabilidades; sin duda es el caso a nivel financiero (y es cierto que siempre tendremos que hacer mucho más), pero también en cuestión de políticas públicas y de apoyo práctico”, indicó.
Para no perder la inercia, el Alto Comisionado señaló que es necesario hacer mucho más no solo para encontrar soluciones en favor de las personas refugiadas, desplazadas internas y apátridas, sino también para liberar la presión sobre países que, a pesar de contar con menos recursos, han dado acogida a la mayor parte de esas poblaciones.
“El llamado de los países de acogida ha sido muy claro: necesitan más recursos, y más ayuda humanitaria y de desarrollo”, comentó el Alto Comisionado. “Los esfuerzos deben hacerse con solidaridad, dando prioridad a las personas, no a la política. Sin embargo, de no compartir las responsabilidades de manera significativa, no alcanzaremos la solidaridad”.
Filippo Grandi advirtió también que dos de las maneras más visibles en que las naciones pueden mostrar el compromiso que tienen hacia las responsabilidades compartidas son garantizar el acceso al asilo a las personas que se han visto obligadas a huir, así como ofrecer más lugares de reasentamiento.
Ignazio Cassis, presidente electo de la Confederación Suiza (coanfitriona del evento), hizo énfasis en este punto al mencionar: “Para alcanzar los objetivos que figuran en el Pacto Mundial sobre los Refugiados se hacen necesarias la predictibilidad y la equidad al asignar a las personas desplazadas a uno u otro país”.
Aunque no se trataba de una conferencia de donantes, durante las Reuniones del Funcionariado de Alto Nivel se propusieron más de 50 compromisos e iniciativas anunciadas por Estados, organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales, grupos confesionales, sector privado, redes de ciudades y otros. Esta serie de compromisos e iniciativas incluye aquellos adquiridos por Estados Unidos y Bélgica con el objetivo de aumentar los lugares de reasentamiento y otras vías de admisión de personas refugiadas.
Al mismo tiempo, se hicieron compromisos para eliminar la apatridia, como aquel adquirido por EE. UU. en relación con la adopción de un procedimiento de determinación para que la estadía de las personas sin nacionalidad en el país sea legítima y puedan, por tanto, gozar de más derechos. Islandia, Bélgica, Burundi y Eswatini anunciaron otras iniciativas en materia de apatridia.
Asimismo, países como Austria, Burundi, Países Bajos y Kirguistán hicieron otros compromisos en áreas y temáticas como financiación, documentación, apoyo en la capacidad de asilo y acceso a servicios educativos, de salud y de otro tipo.
Otras iniciativas encabezadas por ciudades, ONG y sector privado incluyen un memorando de entendimiento firmado por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y la Comunidad de Sant’Egidio, una organización confesional que opera en 73 países, con el propósito de crear un marco para mejorar el acceso humanitario y fortalecer las respuestas operativas a las crisis de refugiados.
Aunque se llevó a cabo de manera virtual por las restricciones derivadas de la COVID-19, más de 1.300 personas participaron en el evento. En ese sentido, se invitó a asistir a más de 130 personas refugiadas, las cuales solicitaron con frecuencia que se les involucre más en la toma de decisiones que afectan sus vidas y su futuro.
“Podemos superar las crisis de refugiados”.
“Hemos demostrado que, más allá de ser beneficiarios, somos actores relevantes”, comentó Nathaly Raquel Machado Velasco, integrante de la Red Terciaria de Estudiantes Refugiados, quien vive en México, pero es originaria de El Salvador, y quien hizo una declaración en representación de 30 organizaciones encabezadas por personas refugiadas.
“La participación de las personas refugiadas no solo constituye un imperativo ético, sino que nos permite compartir y aplicar nuestros conocimientos y experiencia en la toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas”, añadió.
Asma Rabi, una joven investigadora refugiada que proviene de Afganistán, pero vive en Pakistán, instó a que la toma de decisiones considere que las personas refugiadas jóvenes son aliadas en la lucha contra el desplazamiento a nivel mundial.
“Creo firmemente que podemos superar las crisis de refugiados. Se trata de una cuestión que podemos manejar”, indicó. “Se requieren políticas y soluciones. Podemos ayudar siempre y cuando tengamos acceso a esas conversaciones”.
“Podemos marcar una diferencia en la vida de las personas”.
Además de los compromisos individuales, se anunciaron diversas iniciativas conjuntas, como el Fondo de Protección Ambiental para los Refugiados, el cual financiará proyectos de reforestación y combustibles limpios en áreas que han dado acogida a personas refugiadas. Por su parte, el Desafío de Educación Conectada para los Refugiados busca impulsar la conectividad y el aprendizaje en línea de estudiantes refugiados y desplazados internos.
La iniciativa conjunta entre ACNUR y Corporación Financiera Internacional sobre Soluciones del Sector Privado para Personas Desplazadas y Comunidades de Acogida permitirá que los negocios aprovechen oportunidades económicas en favor de personas refugiadas y comunidades de acogida, como socios e inversionistas.
Previo al Foro Mundial sobre los Refugiados, que tendrá lugar en diciembre de 2023, Grandi advirtió que el discurso político en muchos países en torno al asilo y al impacto económico de la pandemia deja claro que no existe garantía alguna de resultados exitosos.
“Sin embargo, si trabajamos de manera conjunta, podemos marcar una diferencia en la vida de las personas”. “Si, en un espíritu de solidaridad, compartimos más responsabilidades previo al Foro Mundial sobre los Refugiados, no habremos alcanzado todos los objetivos, pero mantendremos viva la llama de la esperanza. Eso es lo más importante, para nosotros, pero, sobre todo, para las personas en situación de movilidad”.