Cómo es vivir con una discapacidad cuando eres desplazado
Cómo es vivir con una discapacidad cuando eres desplazado
Cuando tenía cinco años, tuve una infección estomacal grave. No había ningún centro médico en nuestro pueblo. Solo había un hombre que sabía cómo administrar inyecciones.
Me inyectó las dos caderas. Después de una semana, no podía sentir mi pierna izquierda. Al día siguiente fue la otra pierna.
Desde entonces, no he podido caminar.
Nunca pude ir a la escuela, pero mi madre me enseñó a leer y escribir en Kachin y tenía muchos amigos.
En 2011, nuestro pueblo fue atacado cuando se rompió un alto el fuego. Mis padres cultivaban en las colinas y mis hermanos menores estaban en la escuela. Huyeron con sus maestros, dejándome sola.
Lloré y recé por un día entero. Finalmente, uno de mis tíos vino a buscarme y me llevó sobre su espalda.
He estado viviendo en este campamento en Bhamo, en el norte de Myanmar, durante los últimos siete años. No puedo moverme mucho porque alguien siempre tiene que cargarme.
Echo de menos el tiempo de cosecha y el Día de Acción de Gracias. Todavía recuerdo el aroma de los curries que se preparaban en la iglesia en estas ocasiones especiales.
Hago todo lo posible para ayudar a mis padres. Gano un poco trenzando cuerdas de colores para las vainas de las espadas tradicionales.
No quiero casarme. Me temo que mi esposo me abandonaría algún día debido a mi discapacidad.
Desearía que alguien pudiera entender mis preocupaciones.
Pero mi vida cambió recientemente, gracias al ACNUR y sus socios.
¡Tengo una silla de ruedas! Pude ir al centro por primera vez.
Comí helado. También fui de compras. Mi hermana me compró una chaqueta vaquera nueva.
Esto es maravilloso. Pero todavía me preocupa mi futuro.
¿Quién cuidará de mí cuando sea mayor?
Como resultado del conflicto en curso en el estado de Kachin de Myanmar, más de 107.000 personas viven en campamentos para desplazados internos. Muchos campamentos tienen pocas oportunidades de medios de vida y acceso limitado a la atención médica y la educación.
Este proyecto de fotografía, dirigido por ACNUR y el Festival de Fotografía de Yangon, les brinda a personas como Bawk Ra las habilidades para compartir sus propias historias. Bawk Ra ha ganado un premio por estas fotos y una nueva cámara Canon.
