Emprendedoras venezolanas crean negocios exitosos en Colombia con el apoyo de ACNUR
Emprendedoras venezolanas crean negocios exitosos en Colombia con el apoyo de ACNUR
Las personas que huyen por su vida necesitan albergue, alimento y atención médica, pero ¿qué pasa después? ¿Cómo se ve la protección cuando no es viable que una persona vuelva a su lugar de origen? Entre otras cosas, ACNUR continúa protegiendo a las personas refugiadas y desplazadas por la fuerza mediante soluciones a largo plazo, como el programa Modelo de Graduación, en Colombia.
Creado en 2019, el Modelo de Graduación ayuda a las personas de Venezuela desplazadas a reconstruir sus vidas en Colombia, en condiciones dignas y con cierta estabilidad financiera. En el Modelo de Graduación se imparten talleres, sesiones de capacitación y mentorías para que las personas refugiadas y desplazadas puedan crear pequeñas empresas y, así, alcanzar la autosuficiencia económica. Quienes participan en este programa adquieren habilidades financieras, de atención al cliente, de comercialización y de gestión empresarial.
El Modelo de Graduación no solo propicia el desarrollo de las habilidades que son necesarias para iniciar un negocio con éxito, sino que va más allá: cambia vidas, refuerza la confianza y ofrece una segunda oportunidad para que personas como Yuli y Yexica tengan un futuro próspero en condiciones seguras.
La historia de Yuli
Yuli es venezolana; llegó a Colombia junto con sus dos hijos en 2019. Huyeron de la violencia y de la inestabilidad, con la esperanza de llevar una vida tranquila en Medellín. El cambio, no obstante, no ha sido sencillo para Yuli: le fue difícil encontrar un empleo; además, la educación de sus hijos la hacía sentir abrumada, preocupada y deprimida.
Como no lograba encontrar trabajo ni un hogar estable para sus hijos, fue canalizada con la Agencia de la ONU para los Refugiados por una organización humanitaria local que, como socia de ACNUR, lleva a cabo evaluaciones de protección para detectar las necesidades de las personas recién llegadas de Venezuela. En aquel momento, ACNUR estaba por matricular a la primera cohorte de estudiantes en el programa Modelo de Graduación. Yuli pensaba abrir una joyería, así que le ofrecieron un cupo en el programa, que fue un parteaguas en su vida.
“Haber participado en el Modelo de Graduación me cambió; incluso me atrevo a decir que no soy la misma persona”, compartió Yuli. “Todo ha cambiado para bien. Haberme sumado al proyecto fue el punto de partida para que mi familia sintiera alegría, confianza y tranquilidad. Eso era lo que quería cuando llegué a Colombia”.
Con este programa, Yuli aprendió cómo obtener materiales para la joyería de manera más eficiente y sostenible; también aprendió cómo gestionar el dinero, cómo dirigir una pequeña empresa y cómo ampliar sus operaciones.
“Aprendí a ser independiente y a generar mis propios ingresos”, compartió. “Abrí mi negocio (Creaciones Andremar); y ahora tengo estabilidad financiera”.
Con un poco de ayuda y con gran empeño, Yuli logró transformar su vida. Tiene un futuro brillante y muchas opciones. Sus hijos están sanos y sobresalen en la escuela. Además, hace poco Yuli logró hacer algo con lo que sueñan muchas personas refugiadas: comprar una casa para su familia.
Yuli subrayó que “ha sido un recorrido hacia el empoderamiento, la paz y la seguridad”.
La historia de Yexica
Yexica huyó de Venezuela con sus hermanas en 2017. En su país, Yexica obtuvo un título en comunicación y trabajaba en un medio periodístico local; sin embargo, no le fue sencillo encontrar un empleo en Colombia. A pesar de contar con un título universitario, no tenía la documentación requerida para un empleo formal; sus opciones, por tanto, eran pocas.
En Venezuela, la familia de Yexica tenía un negocio de comida, así que, para obtener ingresos en Medellín, Yexica y sus hermanas empezaron a preparar tortas y otros postres para luego venderlos en el vecindario. “Al principio vendíamos las tortas en la calle, algo que jamás tuvimos que hacer en Venezuela”, explicó Yexica.
Durante un año, Yexica y sus hermanas apenas lograban sostenerse con la venta callejera de tortas. En 2018, sin embargo, las cosas empezaron a tomar un rumbo distinto. En un evento comunitario, Yexica conoció la legislación colombiana en materia laboral y comprendió cómo obtener la documentación necesaria. Además, charló con otras personas de Venezuela que estaban en circunstancias similares a la suya; y conoció a Jorge Alzate, asociado sénior en el terreno de ACNUR.
“Haber participado en el Modelo de Graduación me cambió; incluso me atrevo a decir que no soy la misma persona”.
Luego de su entrevista con Jorge, Yexica empezó se sintió esperanzada. “Creé vínculos con otros venezolanos; fue como construir una nueva familia”, comentó.
Haber conocido a Jorge Alzate fue clave para Yexica: él le habló del Modelo de Graduación y, al igual que Yuli, Yexica formó parte de la primera cohorte del programa: “Jorge es mi ángel en ACNUR; ¡es el mejor!”, expresó Yexica con una gran sonrisa.
Haber participado en el Modelo de Graduación ayudó a Yexica a pasar de vender tortas en las calles a abrir un negocio pequeño.
“Participar en el Modelo de Graduación fue una experiencia interesante por los conocimientos que adquirí y por el apoyo profesional que me dieron”, compartió Yexica. “Logré que mi negocio creciera con ayuda de ACNUR y trabajando duro”.
El negocio de Yexica está prosperando; de hecho, con la estabilidad económica que ha alcanzado, como Yexica es el sostén económico de su familia, logró que su madre y su padre también se instalaran en Colombia.
¿Cómo ayudar?
Puedes apoyar los programas de educación y medios de vida de ACNUR haciendo una donación mensual a EE. UU. con ACNUR. Tu generosa aportación permitirá que las personas refugiadas que han huido de situaciones de conflicto e inseguridad reconstruyan sus vidas y tengan un futuro prometedor junto a sus familias.
“Participar en el Modelo de Graduación fue una experiencia interesante por los conocimientos que adquirí y por el apoyo profesional que me dieron”.