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Luchador de taekwondo que se formó en un campamento de refugiados en Jordania brilla en las Olimpiadas

Historias

Luchador de taekwondo que se formó en un campamento de refugiados en Jordania brilla en las Olimpiadas

Amistades y familiares de Yahya Bassam Al Ghotany se llenan de orgullo al verle competir en París, mientras la academia del campamento de Azraq donde se formó ayuda a que la juventud desarrolle su resiliencia y persiga sus sueños.
8 Agosto 2024 Disponible también en:
Un joven viste uniforme blanco de Taewkondo con cinturón negro

Yahya Bassam Al Ghotany, miembro del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados del COI.

Algunos de los atletas más exitosos del mundo comienzan sus carreras en academias deportivas con la esperanza de hacer realidad su sueño de competir a nivel internacional. En 2016, Yahya Bassam Al Ghotany entró al Centro Humanitario de Taekwondo (THC, por sus siglas en inglés) del campamento de refugiados jordano de Azraq tras ver a otros niños practicando. Dos años después se convirtió en el segundo cinturón negro de la academia, y el jueves competirá en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Al Ghotany es uno de los 37 atletas destacados que compiten en París bajo la bandera del COI y representan a los 120 millones de personas que se han visto desplazadas por la fuerza en todo el mundo. En la ceremonia de apertura, el joven de 21 años fue abanderado del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados del COI junto a la boxeadora Cindy Ngamba, quien en un combate histórico el domingo consiguió la primera medalla para el equipo.

La familia de Al Ghotany se trasladó a Jordania cuando él era un joven adolescente y fue a través del deporte como hizo ahí a uno de sus mejores amigos, Ali Al Sikmany.

“Conocí a Yahya en 2015, y fue la primera persona que conocí en el campamento y mi primer amigo ahí”, comenta.

Llegar a un campamento de refugiados es una experiencia desalentadora. Adolescentes como Al Ghotany y Al Sikmany tuvieron que dejar atrás sus hogares y amistades, sin saber si volverían a verlas. El deporte puede ayudar a que la juventud refugiada conozca nuevas amistades y encuentre un entorno seguro y de apoyo que le ayude a superar los retos relacionados con el desplazamiento.

“Yahya y yo practicamos varios deportes juntos, participamos en la liga de fútbol del colegio. Una vez, ¡incluso participamos en un combate de lucha romana!”, recuerda con cariño Al Sikmany.

La madre de Al Ghotany, Tirfah Ahmad Ali Alsharea, recuerda cuando mostró por primera vez interés por este deporte. “Solía ir a ver a otros niños practicar taekwondo, luego decidió inscribirse y quiso convertirse en atleta de taekwondo”.

Un grupo de chicas con uniforme blanco practican ejercicios de taekwondo en una gran sala

Un grupo de niñas refugiadas participa en una sesión de entrenamiento en el Centro Humanitario de Taekwondo del campamento de refugiados jordano de Azraq, en abril de 2023.

El taekwondo es un deporte popular en los campamentos y asentamientos de refugiados de todo el mundo. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, trabaja en colaboración con la Fundación Humanitaria de Taekwondo (THF, por sus siglas en inglés) para ofrecer programas deportivos sociales y competitivos.

La THF fue fundada por el Dr. Chungwon Choue, actual Presidente del Taekwondo Mundial. Vio el potencial del taekwondo para ayudar a la juventud a desarrollar resiliencia y mejorar su salud física y mental.

“Siempre hemos dicho que el taekwondo es más que un deporte: es una filosofía”, explica el Dr. Choue. “Por eso reconocimos que el taekwondo tiene un inmenso potencial para empoderar a los deportistas refugiados, no solo ayudándoles a mantenerse activos sino también inculcándoles habilidades y disciplinas que les servirán fuera del tapete. El taekwondo puede inspirar esperanza y proporcionar la estructura que tan crucialmente falta en las vidas de estos jóvenes refugiados”.

“Desde su creación, la THF ha ayudado a más de 13.000 refugiados”, continúa. “Hemos visto de primera mano el impacto transformador que el taekwondo puede tener en la salud física y mental de las personas, y la alegría y la cohesión social que aporta a las comunidades. Estamos orgullosos de que jóvenes como Yahya inspiren a millones de personas en todo el mundo a través del Taekwondo y lideren la concienciación sobre la crisis mundial de refugiados”.

Familiares y amistades de Al Ghotany lo verán hoy competir en París desde el campamento de Azraq con un sentimiento de alegría y emoción.

“Siento un inmenso orgullo y honor porque él me representa a mí, a su familia y a todas las personas refugiadas. Estoy orgulloso de él por ser un joven ambicioso que ha logrado sus objetivos”, afirma su amigo Al Sikmany.

Zakaria, el hermano de Al Ghotany, considera a su hermano menor una inspiración para sí mismo y para los demás. “Estoy orgulloso de que mi hermano haya alcanzado este nivel, y de que su historia haga pensar en cómo consiguió todo esto a pesar de todos los retos a los que se enfrentó, lo que le convierte en un modelo a seguir. La lección que aprendí de él es que nada es imposible y que cuanto más duro trabajes, más conseguirás”.