Mujeres refugiadas en la Carrera de la Mujer: corriendo por la vida
Mujeres refugiadas en la Carrera de la Mujer: corriendo por la vida
Un grupo de mujeres refugiadas y migrantes participan en la Carrera de la Mujer en Las Palmas de Gran Canarias, en marzo de 2023.
No se conocen entre ellas, pero tienen un pasado con muchas similitudes y en 2023 tuvieron un objetivo común: formar parte del mayor evento deportivo femenino de Europa, al que se han sumado ya más de 1,4 millones de mujeres desde que arrancó en 2004. Hablamos con ellas por teléfono y esta fue su experiencia:
- 04:00 am: suena el despertador y Mar* se levanta en Sevilla para tomar el tren de las 5:30, que la llevará hasta el centro histórico de Málaga donde se inicia el recorrido de la Carrera de la Mujer. Mar tiene 28 años, le gusta montar en bicicleta y hacer senderismo, pero es la primera vez que se inscribe en una carrera. Como no cuenta con recursos económicos para pernoctar en Málaga, madrugar y hacer ida y vuelta a Sevilla el mismo día es la única opción. Mar es solicitante de asilo colombiana, de Cúcuta, y tuvo que salir de su país tras sufrir amenazas en su trabajo como activista social en favor de la juventud y del medioambiente.
- 05:30: Carolina se levanta, desayuna su café, se pone su camiseta rosa y toma el autobús y el metro para llegar hasta el Arco del Triunfo de Barcelona, de donde parte el pelotón. No va con intención de hacer el recorrido completo, pero tiene claro que quiere estar y ser parte de este acontecimiento. Carolina es una mujer trans de 32 años que tuvo que salir de Honduras, donde su vida corría peligro por defender a personas del colectivo LGBTIQ, y por reivindicar y querer vivir coherentemente con su identidad de género.
- 07:00: se levanta Viktoriia en Santiago de Compostela, desayuna, hace estiramientos y se prepara para tomar el tren que la llevará hasta el punto de salida en la Playa de Riazor, en A Coruña. A sus 26 años, esta biotecnóloga es una mujer deportista a la que le gusta correr y tiene intención de hacer los 6 kilómetros de carrera. Viktoriia es de Kiev y, aunque la invasión a gran escala de Rusia en su país le pilló fuera, tuvo que volver a Ucrania para ayudar a escapar de la guerra y las bombas a su madre y a sus tíos.
Estas tres mujeres recibieron un correo electrónico de ACNUR en distintos momentos de 2023, invitándolas a inscribirse gratuitamente en la Carrera de la Mujer en sus respectivas ciudades. Esta oportunidad fue fruto del compromiso de colaboración de los organizadores con ACNUR, en el contexto del Foro España con los Refugiados, para ofrecer a mujeres y niñas refugiadas y apátridas la posibilidad de participar. La Carrera, que este año cumple dos décadas desde su inicio, es una jornada deportiva, solidaria y reivindicativa del papel de la mujer en el mundo del deporte.
“¡Me quedé flipando!, me encantó la sensación de energía y fuerza cuando vi a tantas mujeres juntas. A mí me animaron mucho los organizadores y yo quiero decir que el deporte te da paz y fortaleza para ayudarte a ti misma y para ayudar a otras personas” comenta Viktoriia desde Galicia, que recuerda con cariño el diploma de corredora veterana que recibió una mujer gallega de 92 años.
Mar hizo el recorrido de 2,5 kilómetros en Málaga “al trote suave” como dice ella. A pesar del madrugón, se quedó hasta el cierre y disfrutó mucho con los premios y las actividades de baile, pero sobre todo, destaca la fuerza de la sororidad de todo lo que rodeó la carrera. “Yo me quedé hasta el final, y de verdad que se respiraba una energía pura en ese espacio” rememora con emoción Mar. “Fue impresionante ver tantas mujeres de todas partes del mundo, era transgeneracional, familias, mamitas con carreolas (cochecitos de bebé), otras tocando música para animarnos por el camino, y a mí, toda esa sororidad en algo tan saludable como el deporte, me pareció casi mágico”.
A Carolina, la carrera en Barcelona también le sorprendió muy gratamente porque pensó que sería un evento solo de mujeres refugiadas y migrantes. “Ver tanta gente de aquí y esa diversidad de procedencias me hizo sentirme una más entre tantas mujeres, sentí el calor de la acogida, me sentí apoyada por la sociedad y pensé “no estoy sola”. Carolina se puso a hablar con un grupo de mujeres que hacían el recorrido andando. “Ellas se sorprendían de estar con una mujer trans pero les pareció muy bien, a veces somos las propias personas del colectivo LGBTIQ las que nos limitamos y nos autocensuramos, pero si no nos esforzamos por interactuar, nunca sabremos si nos van a aceptar”, añade esta hondureña que rebosa positivismo.
Las tres esperan con ilusión participar en las próximas convocatorias de la Carrera de la Mujer 2024 en sus respectivas ciudades. Viktoriia confía en batir su propia marca y ya entrena en Santiago de Compostela; eso sí, en interior, porque comenta que “llueve mucho”. Carolina se ha apuntado a un gimnasio para prepararse e insiste en asegurarse de que ACNUR le enviará la invitación este año también; quiere animar a otras amigas para que se sumen. Desde Sevilla, a Mar le encantaría repetir un año más la experiencia si consigue reunir el dinero suficiente para hacer el viaje hasta Málaga.
ACNUR está colaborando en 2024 nuevamente con los organizadores en la difusión de esta oportunidad para alcanzar al mayor número de mujeres refugiadas posible. Tras esta experiencia, no cabe duda del poder, la energía y el impacto positivo que tiene formar parte de la Marea Rosa para miles de mujeres y, entre ellas, las que un día tuvieron que salir corriendo para salvar sus vidas y que hoy corren para rehacerlas y sentirse acogidas en la sociedad.
Sobre la Carrera de la Mujer
La Carrera de la Mujer es un evento deportivo pionero en España que se celebra en distintas ciudades desde 2004 con el objetivo promocionar la práctica del running y del ejercicio aeróbico entre todas las mujeres, luchar contra el cáncer, recaudar fondos para investigar y concienciar sobre la importancia de su prevención. Es un referente internacional en la activación de la participación femenina en actividades deportivas, y tiene un marcado carácter solidario a favor de entidades de todo tipo relacionadas con la mujer, así como combatir la violencia de género y las desigualdades sociales y educativas que sufren las mujeres en todos los ámbitos.
(*) Mar es un nombre ficticio que se ha cambiado por motivos de protección.
Me encantó la sensación de energía y fuerza cuando vi a tantas mujeres juntas.
