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¿Qué significan los recientes acontecimientos en Siria para las personas refugiadas?

Historias

¿Qué significan los recientes acontecimientos en Siria para las personas refugiadas?

Después 14 años de conflicto, los últimos acontecimientos en Siria han despertado esperanzas de que la mayor crisis de desplazamiento forzado del mundo pueda por fin resolverse, pero el futuro sigue siendo incierto.
11 Diciembre 2024 Disponible también en:
Una mujer con pañuelo negro en la cabeza a la entrada de un alojamiento construido con lonas de ACNUR

Shadia Mohammad Jesm, de 50 años, a la entrada de su tienda en el asentamiento de refugiados de Jasmine, en Saadnayel, Líbano.

Una ofensiva de grupos armados de la oposición que comenzó en el noroeste de Siria el 27 de noviembre y se extendió rápidamente a otras partes del país, llegó a la capital, Damasco, en la madrugada del domingo. Al final del día, los 24 años de gobierno del presidente Bashar al Assad se habían derrumbado, dejando a Siria en una encrucijada.

En los últimos 14 años de conflicto y crisis, cientos de miles de personas sirias han sido asesinadas o heridas y más de 13 millones se han visto forzadas a abandonar sus hogares, la mitad de la población que había antes de la guerra. Más de 7 millones de personas sirias están desplazadas dentro del país y más de 6 millones viven como refugiadas, principalmente en países vecinos como Türkiye, Líbano y Jordania, pero también en Europa y otros países del mundo. 

Muchas personas refugiadas se preguntan ahora qué supondrán para ellas los acontecimientos de los últimos días. Aunque la situación sigue evolucionando rápidamente y quedan muchas preguntas por responder, esto es lo que sabemos.

Un millón de nuevas personas desplazadas

Desde el inicio de la ofensiva el 27 de noviembre, aproximadamente un millón de personas se han visto desplazadas de zonas como las provincias de Alepo, Hama, Homs e Idlib. Para más de una de cada cinco personas, éste era al menos el segundo desplazamiento.

Además, entre finales de septiembre y finales de noviembre, Siria recibió a más de medio millón de personas que huían de los ataques aéreos israelíes en el vecino Líbano. Alrededor del 60 por ciento eran sirios que regresaban, mientras que el resto eran libaneses. Desde que entró en vigor el alto el fuego entre Israel y Líbano el 27 de noviembre, alrededor de 40.000 personas refugiadas libanesas han regresado a su país.

Un hombre lleva una maleta al hombro entre una multitud de personas con niños pequeños y sus pertenencias

Familias cargando sus pertenencias mientras se preparan para entrar en Siria desde el paso fronterizo libanés de Masnaa, el 9 de diciembre.

Miles regresan, otros huyen

Aún no se dispone de cifras, pero miles de personas refugiadas sirias han comenzado a regresar al país desde Líbano a través del puesto fronterizo oficial de Masnaa y otros pasos fronterizos no oficiales. Al mismo tiempo, algunos sirios han huido en dirección contraria hacia Líbano. 

La población refugiada también está regresando desde Türkiye a través de los pasos fronterizos de Bab al-Hawa y Bab al-Salam hacia el noroeste de Siria. 

La mayoría de las personas refugiadas optan por esperar a ver qué pasa

Otros millones de personas refugiadas sirias siguen tratando de entender qué significan para ellas y sus familias los dramáticos acontecimientos de las dos últimas semanas. Siguen de cerca la situación para evaluar si la transición de poder será pacífica, respetará sus derechos y permitirá un retorno seguro. 

“Existe una oportunidad significativa para que Siria avance hacia la paz y para que su población comience a retornar a casa", declaró el lunes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi. “Pero, mientras la situación no se aclare, millones de personas refugiadas están evaluando cuidadosamente hasta qué punto sea seguro hacerlo”. 

Grandi añadió que las personas refugiadas deben poder tomar decisiones con conocimiento de causa y que los acontecimientos deben evolucionar pacíficamente para que “se produzcan retornos voluntarios, seguros y sostenibles”. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está dispuesta a apoyar a las personas refugiadas que regresen a Siria, siempre que las condiciones lo permitan, pero dada la incertidumbre actual, las personas refugiadas seguirán necesitando protección en los países de acogida y tiempo para tomar decisiones informadas acerca de su regreso a casa sin recibir presiones indebidas.

Una mujer y un hombre sentados en un sillón dentro de una tiendas de campaña

“Todo es muy nuevo e incierto, pero queremos empezar la vida desde cero en Siria”.

Mariam Fendi y su esposo, Nader, huyeron de Homs en 2017 con sus cinco hijos y desde entonces viven en un asentamiento de tiendas de campaña en Saadnayel, Líbano. Tienen previsto regresar a Siria dentro de un mes.
 

Los gobiernos también evalúan la evolución de la situación

En respuesta a la rápida evolución de la situación dentro de Siria, varios gobiernos de Europa han suspendido las decisiones sobre las solicitudes de asilo de sirios mientras esperan que se aclaren las condiciones de seguridad y de derechos humanos en el país.

ACNUR pide a todos los Estados que garanticen que la población siria que necesita protección internacional pueda seguir buscando asilo y protección. Se les deben seguir concediendo los mismos derechos que a los demás solicitantes de asilo mientras esperan a que se reanude la toma de decisiones sobre sus solicitudes.

Una vez que las condiciones en Siria sean más claras, ACNUR también proporcionará orientación detallada sobre las necesidades de protección internacional de la población siria que ayudará a los Estados en la tramitación de las solicitudes.

Crisis humanitaria

Después de más de una década en el exilio, muchas personas refugiadas ya no tienen hogares ni empleos a los cuales regresar en Siria. Años de conflicto han devastado la economía y las infraestructuras de su país, dejando al 90 por ciento de la población dependiendo de algún tipo de ayuda humanitaria.

Independientemente de cómo evolucione la situación, millones de personas necesitarán ayuda en materia de alojamiento, alimentos y agua para pasar el próximo invierno y más tiempo.

ACNUR y sus socios están sobre el terreno en Siria, ofreciendo ayuda donde la situación de seguridad lo permita.

Una familia de cuatro miembros arrodillada en el suelo dentro de una estructura de tiendas de campaña

“Ahora todo es muy incierto en Siria. Queremos volver, pero tenemos miedo... y la cuestión es a dónde. Solo deseo lo mejor para mi país”.

Shadia Mohammad Jesm (a la izquierda) en su tienda del campamento de Jasmine en Saadnayel, Líbano, donde vive como refugiada desde que huyó de la ciudad siria de Homs hace cinco años. Su esposo Mohammad Ahmad Al Nasa (a la derecha) padece asma grave y sus dos hijas Cedra y Marwa (al centro) tienen discapacidades.
 
Una mujer con chamarra azul de ACNUR entrega una caja a un hombre con chamarra roja durante una distribución de artículos de ayuda de emergencia

Personal de ACNUR y su socio la Media Luna Roja Árabe Siria organizan una distribución de artículos de ayuda de emergencia a personas desplazadas de Alepo a Latakia el 4 de diciembre.

Se necesita más ayuda

En los últimos años, el menguante apoyo de los donantes ha sumido a millones de personas refugiadas sirias en la pobreza extrema y ha supuesto una enorme presión para los países y comunidades que las acogen. También ha aumentado la presión sobre los refugiados para que regresen a sus hogares antes de estar preparados para hacerlo con seguridad. 

Grandi instó a tener “paciencia y vigilancia” mientras se produce la transición e instó a los donantes a proporcionar el apoyo necesario para que los países de acogida mantengan su solidaridad y generosidad.