Una ingeniera venezolana descubre su pasión por la agricultura urbana en Argentina
Una ingeniera venezolana descubre su pasión por la agricultura urbana en Argentina
En apenas unos minutos, surgió una conexión instantánea entre el ingeniero químico argentino y la ingeniera agrónoma venezolana. Fue un encuentro que cambió la vida de Abelis.
Nunca imaginó que su búsqueda de oportunidades laborales la llevaría a cultivar microgreens en el corazón de Córdoba, una ciudad del centro de Argentina.
Procedente de una región conocida como “el Granero de Venezuela”, Abelis, de 29 años, creció rodeada de vastos campos de girasoles, maíz y caña de azúcar. Su amor por la naturaleza la llevó a estudiar ingeniería agrícola. Esperaba vivir y trabajar en el campo, cuidando de la tierra y los animales. Pero tuvo que renunciar a su sueño cuando, en 2017, el deterioro de la situación económica y social de Venezuela, y la falta de acceso a servicios básicos esenciales la obligaron a abandonar el país. Después de viajar sola a Argentina, se reunió con su pareja, quien había huido hacia allá meses antes.
Un modelo de producción de alimentos sostenible
Se enfrentó a dificultades para establecerse en un nuevo país, pero todo cambió cuando conoció a Mauro. En Loopfarms, un emprendimiento innovador que promueve el cultivo sostenible de alimentos, no solo encontró un trabajo, sino una pasión. Luego de trabajar cinco meses como becaria, ahora supervisa la producción de microgreens y hongos comestibles en una de las instalaciones de Loopfarms.
La misión del emprendimiento es revolucionar la agricultura urbana y promover un modelo sostenible de producción de alimentos. La empresa utiliza tecnología punta, como el biogás y la hidroponía, para cultivar microgreens en interiores, aprovechando al máximo el espacio disponible en entornos urbanos.
“No necesitan mucha agua ni tierra, y su ciclo de producción es más corto”, señala Abelis.
Loopfarms recoge los residuos orgánicos generados por los restaurantes cercanos para producir biofertilizante, que luego se utiliza para alimentar los brotes. “Se trata de aprovechar recursos que se habrían perdido, mediante el reciclaje de residuos orgánicos”, explica Mauro.
A escala mundial, la agricultura y la producción de alimentos generan casi un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la humanidad, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Por contrato, el trabajo de Abelis en Loopfarms está mitigando el cambio climático mediante el uso mínimo de transporte, tierra y agua para producir alimentos que se envasan en recipientes retornables para evitar los residuos plásticos.
A pesar de los desafíos a los que se enfrentan, personas refugiadas y desplazadas como Abelis están contribuyendo a que sus comunidades se adapten a las amenazas que plantea la crisis climática. Con el apoyo adecuado, han adoptado prácticas sostenibles y lanzado iniciativas para proteger los ecosistemas locales y aumentar la resiliencia. Su implicación es crucial en medio de una crisis que afecta a todo el mundo, pero que repercute especialmente en las personas vulnerables que viven en regiones asoladas por conflictos y catástrofes.
Vinculación de personas refugiadas con empleadores
Mauro y Abelis se reunieron en un evento de “Ciudades Solidarias” en 2022, una iniciativa de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, que une a diferentes municipios de las Américas para trabajar juntos por la protección y la inclusión de personas refugiadas y migrantes. La actividad – organizada por la Municipalidad de Córdoba y la Fundación para la Incubación de Empresas (FIDE) con el apoyo de ACNUR – permitió a diversas empresas conocer a refugiados con perfiles profesionales relevantes para sus negocios.
En los últimos años, el número de personas refugiadas y migrantes que llegan a Argentina ha aumentado. En junio de 2023, según las cifras proporcionadas por las contrapartes gubernamentales y recopiladas por ACNUR, esta cifra había superado las 230.000 personas.
Al ofrecer empleo y oportunidades a personas desplazadas como Abelis, Loopfarms está contribuyendo a la inclusión y la diversidad en el lugar de trabajo.
“Me pareció muy loable dar una oportunidad a personas que tuvieron que huir, reinsertarlas en el mercado laboral, sobre todo si puede estar vinculado a lo que estudiaron, a lo que hacían en su país de origen”, comenta Mauro.
Abelis y él se han hecho buenos amigos. Mientras realizan su trabajo, disfrutan hablando de sus raíces y compartiendo sus tradiciones gastronómicas.
Cuando termina la jornada laboral, Abelis se quita el delantal y la redecilla, y se pone ropa deportiva para asistir a clases de baile venezolano. Bailando junto a otras 30 personas venezolanas, se reencuentra con sus raíces y se siente más cerca de casa, sobre todo de sus padres, a los que extraña mucho.
“Bailo desde que era pequeña. Cuando bailo aquí, me transporto a Venezuela. Me emociono mucho, a veces hasta lloro”, cuenta.
Aunque extraña su país, Abelis ha encontrado esperanza lejos del hogar trabajando en Loopfarms: “Espero quedarme aquí, seguir aprendiendo y creciendo”, señala. “Argentina es ahora mi hogar. Espero tener pronto la nacionalidad y poder decir 'soy argentina'”.