Venezuela: La música como instrumento de integración para refugiados
CARACAS, Venezuela, 5 de diciembre de 2014 (ACNUR) – "Puedo ver el maravilloso efecto que este programa puede tener; no sólo musicalmente, sino más importante, el impacto social que tiene en los niños ", dijo la Alta Comisionada Adjunta para Operaciones, Janet Lim, durante su visita a la escuela de música "Metro de Maracaibo" en el Estado Zulia, uno de los estados fronterizos de Venezuela con Colombia, a finales de noviembre.
Durante su visita de tres días a Venezuela, se reunió con autoridades regionales y nacionales de gobierno, socios del ACNUR, refugiados y sus comunidades de acogida, así como "El Sistema". Conocido también como FundaMusical, "El Sistema" es el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros del país, con quienes ACNUR firmó un acuerdo desde 2013 para promover la integración de los niños refugiados en Venezuela a través de la música.
En esta visita, la Sra. Lim tuvo la oportunidad de conocer la realidad que viven las familias de refugiadas que han buscado protección en Venezuela y que han sido incluidos en "El Sistema". Ellos compartieron sus desafíos y esperanzas con la Sra. Lim, así como las dificultades de los niños para encontrar la motivación necesaria para ir a la escuela. "Era difícil de llevar a mi hija a la escuela, pero desde que comenzó a tocar el violín, ella es más sociable y disciplinada. Somos una familia mejor ahora", dijo uno de los padres refugiados en una de las reuniones con la Sra. Lim.
"Luz" y su familia son un ejemplo más de cómo la música puede ofrecer una nueva oportunidad para la integración de los niños refugiados. Ella participó en la presentación especial con motivo de la visita de la Sra. Lim, donde se hizo el lanzamiento oficial del video "La Piragua", en el cual Luz es una de las cantantes principales. Luz siempre quiso ser cantante, y desde que ella y su hermano José se unieron a "El Sistema", atrás quedaron aquellos días de soledad a cambio de días llenos de notas de esperanza.
Al igual que la familia de Luz, este es tan sólo un ejemplo de las miles de familias colombianas en la región que han huido de su país a causa del conflicto que aún continúa afectando a miles de personas. Muchos han cruzado la frontera hacia Venezuela para encontrar una nueva oportunidad. En el país hay 200.000 personas con necesidad de protección internacional, y muchos más siguen huyendo para salvar sus vidas cargando las huellas de la violencia.
"Creo que los programas como este, brindan a los refugiados que vienen con traumas una alternativa para ir más allá de ser un refugiado, y recuperar un sentido de dignidad y logro en sus vidas", concluyó la Sra. Lim al final de su visita.
"Me gusta estar en la orquesta porque me siento muy feliz y acompañada, y quisiera estar así toda mi vida", dijo Luz.
Por Zasha Millán de Caracas, Venezuela
