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ACNUR pide a las partes en conflicto que protejan a la población civil en las regiones del Sahel y del lago Chad

Comunicados de prensa

ACNUR pide a las partes en conflicto que protejan a la población civil en las regiones del Sahel y del lago Chad

23 Abril 2020 Disponible también en:
La refugiada nigeriana Aicha Moussa y sus dos hijos están en la entrada de su nuevo albergue en el campamento de Dar es Salaam, Chad.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, reclama una mayor protección de las personas atrapadas por la violencia en las regiones del Sahel y del lago Chad, en África Occidental, ante el recrudecimiento de las intervenciones militares contra grupos armados.

Miles de personas han huido de sus hogares y abandonado sus poblaciones cada día desde el 29 de marzo, cuando las fuerzas de seguridad de Níger, Chad, Nigeria y Camerún lanzaron una ofensiva militar en las regiones fronterizas contra los grupos armados responsables de los atentados contra civiles y miembros de las fuerzas armadas de dichos países.

‘’La seguridad de la población desplazada y de sus comunidades de acogida debe ser una prioridad para todas las partes implicadas en este conflicto”, afirmó Aissatou Ndiaye, Directora Adjunta de la Oficina de ACNUR para África Occidental y Central. ‘’Ya son demasiados los civiles en el Sahel y en la cuenca del lago Chad que han tenido que pagar un precio muy alto, y no deberían tener que sufrir todavía más”.

Cerca de 50.000 personas en la región, entre ellas miles de mujeres, niños, niñas y ancianos, han tenido que desplazarse en lo que va de año. Esto incluye a 25.000 personas que se desplazaron al comienzo de la operación “Ira de Bohoma”, impulsada por el ejército chadiano a orillas del lago Chad a finales de marzo con el apoyo militar de otros países. Las autoridades chadianas han declarado los departamentos de Fouli y de Kaya como zonas de guerra.

Asimismo, más de 4.000 personas se vieron obligadas a desplazarse a principios de este mes por los enfrentamientos en la región de Tillaberi, en Níger, mientras que cientos de personas han cruzado las fronteras para buscar refugio en algunas regiones de Malí, donde también prevalece la inseguridad.

“Las ofensivas y los contraataques arrastran constantemente a la población de las áreas fronterizas a una situación de mayor miseria, y todos los avances que se han logrado en el refuerzo de su resiliencia corren el peligro de desaparecer”, añade Ndiaye.

Otras 6.000 personas han huido a Malí desde Níger y se han unido a por lo menos 10.000 malienses desplazados internos en su propio país por los conflictos en toda la región del Sahel desde enero de 2020.

En Níger, ACNUR y sus socios tienen constancia de 191 incidentes que han dejado 549 víctimas en los primeros tres meses de 2020, en poblaciones que se encuentran en un radio de 50km desde las fronteras. Estos incidentes incluyen atentados, asesinatos, secuestros, robos y extorsiones, así como casos de violencia sexual y de género.

ACNUR recuerda a los gobiernos sus obligaciones internacionales y los compromisos adoptados durante los diálogos regionales de alto nivel mantenidos el pasado año en Abuja y en Bamako. Los Estados reiteraron entonces su compromiso de proteger a la población civil y evitar que se conviertan en las víctimas de cualquier operación antiterrorista.

ACNUR manifiesta su disposición a apoyar los esfuerzos regionales para mantener la naturaleza civil y humanitaria de la institución del asilo y para facilitar el acceso humanitario. La Agencia de la ONU para los Refugiados continúa trabajando con las autoridades para identificar localizaciones seguras para reubicar a las personas desplazadas.

Los conflictos armados y la violencia han azotado tanto la región del Sahel como del Lago Chad durante años. La situación humanitaria es extremadamente complicada y el acceso es limitado. En las dos regiones hay unos 3,8 millones de personas desplazadas internas, y otras 270.000 han huido a otros países vecinos como refugiados.

 

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