Cientos de miles de personas están en peligro en el norte de Siria
Cientos de miles de personas están en peligro en el norte de Siria
La escalada del conflicto en el norte de Siria amenaza con causar más sufrimiento y sumar nuevos desplazamientos a la que ya es la mayor crisis de desplazados en el mundo.
Decenas de miles de civiles se han puesto en marcha para escapar de los enfrentamientos y buscar un lugar seguro. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, hace un llamamiento a las partes involucradas para que respeten el Derecho Internacional Humanitario, lo que incluye que se permita el acceso a las agencias de asistencia humanitaria.
«Cientos de miles de civiles en el norte de Siria se encuentran en peligro. Las personas e infraestructuras civiles no deben ser un objetivo», declaró el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi.
La situación de las personas atrapadas en los enfrentamientos ha empeorado por las bajas temperaturas en la región con la llegada de la estación fría. ACNUR resalta la urgencia de que no se restrinja el acceso humanitario para que sea posible llegar hasta las nuevas personas desplazadas y ofrecerles asistencia allí donde sea necesario. Las organizaciones humanitarias deben poder continuar con el crucial trabajo que realizan en Siria.
Además, ACNUR reitera su posición de que cualquier caso de retorno de personas refugiadas sirias debe ser voluntario, digno y llevado a cabo en un momento en el que sea seguro volver. Son los refugiados quienes deben tomar la decisión de si quieren regresar y cuándo.
Tras ocho años de conflicto, la crisis de refugiados en Siria sigue siendo la mayor del mundo, con 5,6 millones de sirios viviendo como refugiados en la región. Turquía acoge a más de 3,6 millones, lo que lo convierte en el principal país de acogida de refugiados en el mundo. Además, más de 6,2 millones de personas se encuentran desplazadas dentro de Siria, según estimaciones de Naciones Unidas.
ACNUR lleva prestando apoyo a las personas refugiadas y desplazadas internas sirias y a los países de acogida desde el inicio de la crisis en 2011, y continuará ofreciendo protección y asistencia vital a quienes lo necesiten, sobre todo mujeres, niños y niñas.