Día Mundial de las Ciudades: el liderazgo de las ciudades en la protección de las personas desplazadas contra el impacto de la COVID-19
Día Mundial de las Ciudades: el liderazgo de las ciudades en la protección de las personas desplazadas contra el impacto de la COVID-19
En todo el mundo, más del 60% de las personas refugiadas y el 80% de las personas desplazadas internas viven en zonas urbanas y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, reconoce los grandes esfuerzos que muchas ciudades están realizando para proteger a quienes se vieron obligados a huir de sus casas, en medio de la pandemia de COVID-19.
Ya sea asegurando la inclusión de las personas refugiadas y desplazadas en las actividades de prevención y respuesta de COVID-19, proporcionando albergue, atención médica, alimentos y ayuda en efectivo, o deteniendo los desalojos forzosos a través de moratorias, varias ciudades están a la vanguardia en ayudar a las personas desplazadas por la fuerza a hacer frente a la pandemia.
En el Día Mundial de las Ciudades, ACNUR desea instar a más ciudades a seguir este ejemplo.
“Ante la pandemia de COVID-19, las personas refugiadas, desplazadas y apátridas corren a menudo un riesgo mayor. Se enfrentan a dificultades para acceder a servicios de salud, otros servicios esenciales y redes de seguridad social. Se están hundiendo en la pobreza, las penurias y las deudas, lo que los hace aún más vulnerables a la explotación y el abuso”, dijo la Alta Comisionada Auxiliar para la Protección de ACNUR, Gillian Triggs.
“Sabemos que las soluciones empiezan a nivel local y por eso las ciudades y las comunidades locales están en una posición única para proteger y apoyar a las personas desplazadas”. El Pacto Mundial sobre los Refugiados reconoce el papel crucial que desempeñan los alcaldes y las autoridades locales como primeros en responder, un papel aún más crítico ahora que todos nos enfrentamos a la amenaza de la pandemia del coronavirus”.
Las buenas prácticas adoptadas por las ciudades para proteger a las personas refugiadas y desplazadas son muchas. Entre varios ejemplos, São Paulo lanzó su primer Plan Municipal de Políticas Públicas para Personas Refugiadas y Migrantes con el fin de ampliar y garantizar su acceso a los servicios esenciales.
La Municipalidad Metropolitana de Estambul, junto con la sociedad civil, aseguró el apoyo para satisfacer las necesidades básicas de los refugiados vulnerables durante la pandemia.
Douala, la segunda ciudad más grande del Camerún, aseguró la inclusión de las personas refugiadas y desplazadas en su respuesta de salud pública y en las actividades destinadas a frenar la propagación de la pandemia.
La ciudad de Berlín lanzó una serie de podcasts en 13 idiomas para mantener informados a los refugiados y solicitantes de asilo sobre la situación del coronavirus. Montreal convirtió los autobuses de transporte público en clínicas móviles para aumentar las pruebas de detección de COVID-19 en los barrios que acogen a personas refugiadas y solicitantes de asilo.
Las ciudades son bulliciosos centros de comercio, empresa y cultura y atesoran las habilidades y destrezas aportadas por las personas refugiadas a quienes les acogen.
Desde Nueva Jersey, hasta Lima e Isfahán, médicos y profesionales de la salud refugiados están participando en la respuesta a la COVID-19, uniéndose a las muchas otras personas que están en las primeras líneas y soportan la parte más dura de la pandemia.
Desde el lanzamiento de la iniciativa Ciudades #ConLosRefugiados de ACNUR en 2018, más de 250 ciudades de unos 50 países han sumado su apoyo a una declaración mundial de bienvenida e inclusión para las familias forzadas a huir de la violencia y la persecución. ACNUR insta a que más ciudades se unan a esta iniciativa suscribiendo la declaración de solidaridad en el siguiente enlace: https://www.unhcr.org/withrefugees/es/ciudades/
Para más información:
- En Ginebra, Shabia Mantoo, [email protected], +41 79 337 76 50