ACNUR preocupado por la protección de las personas desplazadas por la violencia al este de la República Democrática del Congo

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, alerta sobre la escalada de violencia y los abusos generalizados de los derechos humanos en las provincias orientales de la República Democrática del Congo (RDC), que han desencadenado una nueva oleada de desplazamientos, tanto dentro como fuera del país.

A pesar del reciente acuerdo de alto el fuego en la provincia de Kivu Norte, los encargados de protección de ACNUR han informado de que más de 90.000 personas de los territorios de Rutshuru y Masisi se han visto forzadas a abandonar sus hogares durante las primeras semanas de octubre. Las familias desplazadas necesitan urgentemente alimentos, agua potable y alojamiento, pero el acceso de la asistencia humanitaria a las poblaciones afectadas está gravemente restringido debido a los conflictos en curso.

La provincia de Kivu del Sur, situada en la periferia del conflicto principal, se ha convertido en el hogar de 260.000 personas desplazadas internas. El monitoreo de protección ha revelado un dramático deterioro del entorno de protección en la provincia, con 8.243 violaciones de derechos humanos reportadas solo en septiembre, incluyendo asesinatos, saqueos y violaciones.

Los brotes de enfermedades, especialmente de cólera y sarampión, siguen asolando los asentamientos de personas desplazadas internas en Kivu Norte, agravados por el hacinamiento y la falta de agua potable. Del millón de personas que necesitan urgentemente alojamientos de lona en las provincias orientales, solo 115.000 los han recibido desde junio. Mientras tanto, niñas y niños de docenas de escuelas de Kivu Norte siguen sin asistir a clase, ya que sus aulas se utilizan para albergar a familias desplazadas.

A pesar de que en junio se hizo una declaración conjunta para intensificar la respuesta de emergencia, las organizaciones humanitarias que trabajan en el este de la RDC solo han recibido los fondos necesarios para atender a 2,7 millones de los 5,5 millones de personas que se encuentran en situación de necesidad más urgente. ACNUR necesita 232,6 millones de dólares (USD) para responder adecuadamente a las necesidades de las personas desplazadas en la RDC este año, pero, hasta la fecha, solo ha recibido el 40 por ciento de esta cifra.

Ante las terribles circunstancias, las familias desplazadas, que preferirían permanecer cerca de sus redes familiares y de sus medios de vida, se están viendo forzadas a cruzar las fronteras internacionales. De enero a agosto de 2023, aproximadamente 45.000 nuevos refugiados de la RDC llegaron a países vecinos como Uganda, Tanzania y Ruanda. En estos países, las necesidades de alojamiento y protección de los recién llegados son acuciantes.

Estos países de asilo vecinos también se están viendo afectados por una grave falta de financiación. Las derivaciones médicas se han reducido al 70 por ciento en Burundi, y en Ruanda se ha interrumpido la prestación de todo tipo de atención de salud más allá de las derivaciones de emergencia a la atención secundaria. ACNUR también ha suspendido todos los programas de asistencia en efectivo para los refugiados en Ruanda y el Programa Mundial de Alimentos reducirá su asistencia en efectivo para alimentos a partir de noviembre. En Tanzania se ha interrumpido la distribución de jabón en los campamentos, no se pueden reparar las aulas deterioradas de las escuelas y se ha reducido drásticamente la asistencia a personas con necesidades específicas, supervivientes de violencia de género y menores en situación de riesgo.

En Uganda, se ha producido una reducción de la disponibilidad y el nivel de los servicios de agua, saneamiento e higiene, que se atribuye a la brecha existente entre la elevada tasa de llegadas procedentes de la RDC y los recursos disponibles para la ampliación de las infraestructuras en los asentamientos.

El Plan Regional de Respuesta a Refugiados 2023 para la situación de la RDC, que reúne a 69 socios humanitarios y de desarrollo en colaboración con los gobiernos y ACNUR, cuenta actualmente con una financiación de solo el 16 por ciento de los 605 millones de dólares (USD) necesarios.

ACNUR hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que redoble sus esfuerzos a favor de una paz duradera para la RDC, así como los recursos necesarios para aliviar el sufrimiento de las personas desplazadas en el este de la RDC, y de los congoleños que buscan refugio en los países vecinos.

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