El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados exige soluciones para las crisis que afectan a la región de los Grandes Lagos
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados exige soluciones para las crisis que afectan a la región de los Grandes Lagos
MULONGWE, República Democrática del Congo – Al tiempo que ha alabado la generosidad del pueblo congoleño por acoger a los refugiados y compartir con ellos sus a menudo escasos recursos, Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ha hecho un llamamiento a la República Democrática del Congo (RDC) y sus vecinos para que intensifiquen los esfuerzos en busca de soluciones "ejemplares, justas y concretas" a las complejas crisis que afectan a la región.
Además, Grandi ha instado a la comunidad internacional a que no olvide las graves situaciones conectadas entre sí que viven millones de refugiados y desplazados solo porque se encuentran muy lejos de Europa.
Estas fueron sus palabras durante su visita a este campamento de refugiados burundeses, situado en la conflictiva provincia de Kivu del Sur, en el este de la RDC: "Debo decir que estoy muy impresionado . . . esta no es una zona rica, sino pobre, y aun así los locales comparten muchos de sus recursos con los refugiados".
"La falta de financiación causa reducciones en las raciones de comida."
A ello, añadió: "Hay 35.000 refugiados burundeses en el área que nos rodea . . . se les han dado tierras, sus hijos van a escuelas locales y pueden ir a los mismos centros de salud que la población local".
Al final de su visita de cuatro días al país, Grandi mantuvo un encuentro con algunos refugiados en este campamento de Mulongwe. Varios le dijeron que no había suficiente comida después de que la falta de financiación obligase al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas a reducir las raciones semanales.
Una mujer de 32 años y madre de seis hijos le comentó al Alto Comisionado que ahora se sentía mucho más segura que cuando estaba en Burundi. Sin embargo, añadió que no había suficiente comida y pocas ayudas de otro tipo, como ropa y luz para iluminar las tapias de sus refugios temporales.
"Mis hijos tienen que ir a la escuela descalzos, no tenemos nada: lo dejamos todo cuando huimos, después de que mataran a mi marido".
Grandi viajó al este de la RDC el sábado 7 de abril, después de reunirse con altos cargos del gobierno (entre ellos el presidente, Joseph Kabila) y de visitar a los refugiados urbanos en la capital, Kinshasa. El Alto Comisionado expresó que su visita servía para recordar que países como la República Democrática del Congo, que acoge a un total de unos 540.000 refugiados, necesitaban apoyo.
Además, declaró que "La presencia de los refugiados tiene un gran impacto en muchos lugares en los que los recursos de la población local son muy escasos".
"Las soluciones existen, pero están por llegar."
No obstante, dijo que era necesario comprometerse a encontrar soluciones con un énfasis renovado, a la par que señalaba que la región de los Grandes Lagos había sufrido crisis conectadas entre sí durante más de un cuarto de siglo.
En palabras de Grandi: "Las soluciones existen, pero están por llegar y, entretanto, la gente sigue sufriendo: los refugiados burundeses, la población local . . . necesitamos que se mantengan fuertes. Debemos ayudar a las autoridades locales y nacionales del Congo a sobrellevar la parte negativa de su hospitalidad". Asimismo, añadió que la reciente inseguridad en esta zona había obligado a desplazarse a un gran número de personas que también necesitan apoyo.
"Existe una necesidad urgente de encontrar soluciones ejemplares, justas, concretas y duraderas . . . Muchos de estos refugiados no recorres miles de kilómetros ni cruzan el mar para recordarle al mundo su existencia . . . Se quedan aquí, sufren aquí, pero pasan las mismas necesidades y merecen nuestra atención: nuestra atención política para encontrar soluciones y nuestra atención humanitaria para aliviar su difícil situación", dijo.
El Alto Comisionado también conoció a un grupo de desplazados congoleños, cuyos miembros habían abandonado sus hogares en Nyanzale, provincia de Kivu del Norte, a finales de 2017, cuando unos grupos armados atacaron a la población civil.
Grandi manifestó que los desplazamientos internos volvían a subrayar la necesidad de velar por la seguridad en las áreas afectadas para después proporcionar asistencia a largo plazo con el objetivo de promover el desarrollo necesario para complementar las iniciativas humanitarias.
Por Jonathan Clayton
Gracias a la Voluntaria en Línea Sara Solá Portillo por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.