El invierno en el hemisferio sur aumenta las dificultades para las personas venezolanas desplazadas
El invierno en el hemisferio sur aumenta las dificultades para las personas venezolanas desplazadas
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, advierte que el inicio del invierno, agravado por los efectos devastadores de la COVID-19, representa una amenaza directa para la salud y los medios de vida de las personas refugiadas y migrantes venezolanas en el sur de América Latina.
Casi dos millones de personas refugiadas y migrantes venezolanas se han asentado en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Algunos de estos países se encuentran entre los países con el mayor recuento de infecciones y muertes por COVID-19 a nivel mundial. Las personas de Venezuela se han incluido en gran medida en las respuestas nacionales de salud, pero con los hospitales que operan a plena capacidad para tratar a los pacientes con COVID-19, el acceso a la atención de salud se ha vuelto cada vez más desafiante para todas las demás enfermedades, incluidas las asociadas con la temporada de invierno.
Las medidas de prevención de la COVID-19 también han tenido un impacto socioeconómico severo en los países de la región, y las personas refugiadas y migrantes se han visto particularmente afectadas. Se estima que una vasta mayoría de las personas venezolanas en la región, que dependían en gran medida del sector informal de la economía, han perdido sus trabajos durante la pandemia. A medida que bajan las temperaturas, las personas venezolanas enfrentan un aumento de pobreza, desalojos y riesgos de protección. Muchos no pueden permitirse comprar calentadores, combustible, ropa y medicinas y las familias están reduciendo su ingesta de alimentos.
“Mientras la COVID-19 sigue causando estragos en la región, la llegada del invierno amenaza con exponer a las personas venezolanas a penurias indescriptibles. La desesperación ya se está agudizando y los mecanismos de supervivencia negativos van en aumento”, advirtió Juan Carlos Murillo, Representante Regional de ACNUR para el Sur de América Latina. “A pesar de los encomiables esfuerzos de los países de acogida para reducir tanto sufrimiento, se requiere más apoyo para hacer frente a las crecientes necesidades”.
A pesar de los prolongados cierres fronterizos, las personas venezolanas continúan caminando por el Corredor Andino y hacia Brasil en busca de seguridad y un lugar para establecerse. En toda la región, ACNUR está intensificando sus esfuerzos para ayudar a las personas de Venezuela a enfrentar la llegada del invierno.
En Perú, el invierno llegó a principios de este año, con las comunidades de la sierra experimentando temperaturas bajo cero y nevadas. ACNUR ha priorizado el apoyo en áreas de alto riesgo y de clima frío, como Puno, Cuzco y Arequipa, mediante la distribución de más de 13.000 mantas térmicas durante la temporada de invierno, así como de kits de higiene.
En Chile, las tormentas eléctricas, las lluvias torrenciales y las bajas temperaturas ya afectan el centro y sur del país. A lo largo de la frontera norte del país, donde las personas venezolanas llegan a pie sin ropa adecuada, las temperaturas nocturnas caen por debajo de cero grados centígrados. ACNUR está trabajando para distribuir 1.000 kits de invierno y 8.600 mantas térmicas, alojamiento de emergencia, asistencia en efectivo y vales electrónicos para la compra de calentadores, combustible y ropa de invierno. Los kits de invierno también se distribuirán en varias ciudades de Argentina, Bolivia y Uruguay, especialmente en las zonas fronterizas, ya que el frío azotará la región en las próximas semanas.
Mientras Brasil está experimentando una ola severa de infecciones por COVID-19, la región del Amazonas se ha visto afectada por fuertes tormentas, lo que provocó las segundas inundaciones más grandes desde 1902 que han causado daños a la infraestructura humanitaria y obligado a miles de personas a desplazarse, tanto brasileños como venezolanos. ACNUR ha proporcionado alojamiento seguro a esta población y está apoyando la reconstrucción de las estructuras dañadas. También ha mejorado el sistema de drenaje en los albergues y ha entregado mosquiteros y lámparas solares. Se está distribuyendo ropa de invierno en las regiones sur y centro del país para ayudar a las personas venezolanas a sobrellevar las bajas temperaturas.
Con vistas a la Conferencia Internacional de Donantes en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos, organizada por Canadá, que se realizará el jueves 17 de junio, ACNUR hace un llamado a los países para que se comprometan a brindar apoyo. Es alarmante que el Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes de Venezuela (RMRP, por sus siglas en inglés) siga teniendo una financiación insuficiente.
Para más información, favor de contactar:
- En Ginebra, Aikaterini Kitidi, UNHCR ([email protected]), +41 79 580 8334
- En Panamá, William Spindler, [email protected], +507 6382 7815
- En Panamá, Olga Sarrado, [email protected], +507 6640 0185
- En Argentina, Analia Kim, [email protected], +54 911 4089-0846
- En Chile, Stephanie Nicole Rabi Misle, [email protected], +56 9 9188 6369
- En Perú, Regina de la Portilla, [email protected], +51 959 908 967
- En Brasil, Luiz Fernando Godinho, [email protected], +55 61 8187-0978