ACNUR y OIM conmocionados y consternados por las muertes cerca de la frontera entre Belarús y Polonia

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) expresan su profunda consternación por la muerte de cuatro personas cerca de la frontera entre Polonia y Belarús. Las organizaciones envían sus condolencias a las familias de las personas fallecidas y piden que se investigue inmediatamente esta tragedia. Todavía no se ha confirmado la nacionalidad de todas las víctimas, pero se presume que dos ciudadanos iraquíes murieron de hipotermia.

En los últimos meses, grupos de solicitantes de asilo y migrantes han pasado por Belarús para buscar asilo en los Estados vecinos miembros de la UE: Lituania, Letonia y Polonia.

Las dos agencias han seguido con creciente preocupación los informes sobre devoluciones de personas en estas fronteras. Grupos de personas han quedado varados durante semanas, sin poder acceder a ninguna forma de asistencia, asilo o servicios básicos. Muchas personas se quedaron en situaciones extremas, expuestas a la intemperie, sufriendo hipotermia. Algunas fueron rescatadas de pantanos.

Reconociendo los importantes retos que plantean los movimientos irregulares, las agencias han pedido que la situación se gestione de acuerdo con las obligaciones legales internacionales, y que los Estados trabajen de manera colaborativa para resolver la situación, dando prioridad a los derechos humanos.

ACNUR y OIM solicitan acceder de manera inmediata a las personas afectadas para proporcionarles asistencia médica vital, alimentos, agua y alojamiento, especialmente ante la proximidad del invierno.

Aunque los Estados tienen el derecho soberano de gestionar sus fronteras, esto no es incompatible con el respeto de los derechos humanos, incluido el derecho a solicitar asilo. Las devoluciones inmediatas ponen en peligro vidas y son ilegales de acuerdo con el derecho internacional. 

ACNUR y OIM han estado colaborando con las autoridades pertinentes para explorar diversas opciones para las personas que continúan varadas en las fronteras; desde el acceso al asilo, los procedimientos de reunificación familiar y el retorno voluntario para quienes no necesitan protección internacional.

OIM y ACNUR reiteran que las personas solicitantes de asilo y migrantes nunca deben ser utilizadas por los Estados para conseguir fines políticos. La responsabilidad fundamental de proteger a las personas vulnerables debe ser compartida por los Estados en un espíritu de solidaridad. El desacuerdo político sobre las responsabilidades nunca debe dar lugar a la pérdida de vidas, lo que para los Estados implicaría el incumplimiento de sus compromisos y obligaciones internacionales.