ACNUR aborda la alarmante situación sanitaria de los refugiados en Camerún
ACNUR aborda la alarmante situación sanitaria de los refugiados en Camerún
NGAOUI, Camerún, 14 de marzo (ACNUR) – La agencia de la ONU para los refugiados y sus socios han intensificado sus esfuerzos para ofrecer asistencia al creciente número de refugiados centroafricanos que llegan enfermos a Camerún debido al hambre y al agotamiento que sufren durante su penoso viaje.
Muchos de los recién llegados han vivido entre la maleza durante semanas, sin acceso a alimento ni agua suficiente, y han recorrido a pie una enorme distancia para ponerse a salvo en el este de Camerún. Se calcula que el 80% de los refugiados llegan en malas condiciones de salud, aquejados de malaria, diarrea e infecciones respiratorias, y que el 20% de los niños padecen malnutrición severa.
Muchos de ellos han perdido a familiares por la hambruna a lo largo del camino o poco tiempo después de llegar a Camerún. Además, están traumatizados por los horrores que han vivido en el noroeste de la República Centroafricana, donde las milicias anti-balaka perpetran actos de venganza contra los musulmanes.
Fatoumata Lejeune-Kaba, portavoz de ACNUR, afirmó que la agencia y sus socios habían tomado medidas importantes para mejorar el bienestar y la salud de estas personas que llegan en condiciones desesperadas. "Hemos trasladado a unos 10.000 refugiados que dormían a la intemperie a campamentos que hemos levantado cerca de las poblaciones de Lolo, Mborguene, Borgop y Gado. Allí reciben comida, agua potable, alojamiento y artículos de primera necesidad".
El ACNUR ha incrementado su asistencia en las zonas fronterizas y ha desplegado personal de emergencia, como especialistas en nutrición y planificadores de sitios. "Hemos creado puestos médicos y clínicas móviles en Kenzou y también en Ngaoui, Yamba y Gbatoua-Godoli en la vecina región de Adamawa. También hemos construido letrinas y refugios para la comunidad en Garoua Boulai y Kenzou para dar cobijo a mujeres, niños y ancianos", informó Lejeune-Kaba.
A pesar de esta respuesta de emergencia, es necesario seguir trabajando para cubrir todas las necesidades. "Vamos a necesitar más donaciones para poder ampliar las instalaciones de Garoua Boulai y Kenzou y convertirlos en centros de tránsito donde todos los refugiados puedan recibir exploraciones médicas y tratamientos de forma inmediata. También podremos proporcionar asistencia alimentaria y no alimentaria para evitar más muertes", afirmó Lejeune-Kaba, antes de añadir que hasta la fecha no se había registrado ningún fallecimiento en estos campamentos de refugiados.
Una de las dificultades a las que se enfrenta el personal sanitario es que la gente no es consciente de la gravedad de la malnutrición y de lo importante que es acudir directamente al ACNUR o a sus socios para recibir asistencia. "Hemos observado que muchas familias con niños malnutridos no acuden a las consultas médicas", declaró Dago Inegba, un doctor del ACNUR.
Antes de la crisis actual, Camerún albergaba 92.000 refugiados de la República Centroafricana, que habían empezado a llegar desde 2004, escapando de los grupos rebeldes y bandidos que actuaban en el norte del país. Desde marzo del año pasado, Camerún ha recibido a más de 44.200 nuevos refugiados provenientes de la República Centroafricana. Los recién llegados viven en familias de acogida o se refugian en mezquitas, iglesias, hasta en un estadio, o en asentamientos lugares improvisados. Algunos de ellos se ven obligados a dormir a la intemperie.
Por Djerassem Mbaiorem en Ngaoui, Camerún.
Gracias a la Voluntaria en Línea Leticia Furquet por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.