ACNUR accede a refugiados sirios en Egipto
ACNUR accede a refugiados sirios en Egipto
CIUDAD SEIS DE OCTUBRE, Egipto, 10 de junio de 2013 (ACNUR) – La Agencia de la ONU para los Refugiados está estableciendo contacto con los miles de refugiados sirios que viven en Egipto y que desconocen los beneficios del registro, como es el caso del ex cocinero Fadl, ahora en paro, que tiene dos hijos adolescentes discapacitados.
Muchos de los más de 1,6 millones de refugiados sirios registrados hasta ahora han huido a países vecinos como Irak, Jordania, Líbano y Turquía, pero más de 77.000 se han dirigido a Egipto. La mitad de ellos son mujeres y niños. Egipto no tiene campos de refugiados y estas personas deben defenderse por sí mismas hasta que sean registradas como refugiadas.
Fadl y su familia decidieron ir a Egipto, que opera con una política de fronteras abiertas, por muchas razones. "Vinimos a Egipto no sólo porque podíamos entrar legalmente, sino también porque oímos que era mucho más barato que otros lugares" dice Fadl, de 42 años.
"Yo tengo muchos gastos extra más allá de los normales de cualquiera familia [por la situación de sus hijos]" dice, añadiendo que cada uno de sus tres hijos necesita cinco pañales al día. "Eso es mucho dinero en pañales". Hasta ahora, Fadl no ha podido encontrar trabajo y le preocupa cómo pagar el alquiler del apartamento donde vive en la ciudad de Seis de Octubre.
En Siria, Fadl regentaba un restaurante con su hermano. Después de que comenzara el conflicto en marzo de 2011, su vida se vio truncada irremediablemente durante muchos meses, hasta que la situación de seguridad empeoró dentro y en los alrededores de Damasco.
En la oleada de violencia posterior, Fadl perdió su casa y la novia de su hermano fue asesinada. Decidió buscar seguridad fuera, vendió su coche y otras posesiones para conseguir el dinero suficiente para el viaje a Líbano y después coger un vuelo a El Cairo. Muchas otras personas toman barcos para llegar a Egipto.
Cuando ACNUR habló por primera vez con Fadl en esta ciudad satélite de El Cairo, no había intentado registrarse como refugiado porque, al igual que otros muchos recién llegados, no sabía dónde tenía que ir, ni se había dado cuenta de lo importante que es el registro para las familias necesitadas como la suya. "No sabíamos a quién acudir" confirma Fadl al tiempo que añade que la ayuda y el asesoramiento que recibieron vino de forma altruista por parte de egipcios.
"Ha sido recientemente cuando los sirios han empezado a acercarse al ACNUR para registrarse. Muchos no lo han hecho antes por miedo o porque no lo sabían" dice Mohamed Dayri, Representante de ACNUR en Egipto. Llegar hasta ellos ha sido un gran reto y el hecho de que los refugiados vivan dispersos por todo el país no ha ayudado.
"El registro es una de nuestras mayores prioridades porque les garantiza acceso a los servicios básicos y a la protección en Egipto" explica Dayiri. En el caso de Fadl, esto supone también ayuda para sus dos hijos discapacitados.
"También estamos valorando cómo informarles mejor. Lo bueno es que la mayoría de los refugiados aquí tienen acceso a internet y a las redes sociales, así que estamos pensando en formas de usarlas para informarles sobre nuestros programas y sus derechos" añadió Dayri.
ACNUR también ha estado enviando equipos de registro móviles a centros urbanos como Alejandría, Damietta y la ciudad de Seis de Octubre. Estos esfuerzos de ACNUR sobre el registro, a los que están contribuyendo unos 300 sirios voluntarios están dando sus frutos.
En septiembre del año pasado sólo 2.000 personas se habían registrado como refugiadas. Desde marzo de este año, ACNUR ha estado registrando a unas 2.000 por semana. El registro es una buena oportunidad para informar a los refugiados sobre sus derechos y cómo pueden acceder a los servicios básicos, entre ellos la sanidad y la educación. También permite al ACNUR identificar a los refugiados más vulnerables y darles prioridad a la hora de recibir ayudas.
Pero ACNUR también accede a los recién llegados a través de los voluntarios sirios, que son formados por la Agencia y trabajan junto a su personal. En la ciudad Seis de Octubre, por ejemplo, los refugiados sirios y el centro comunitario Tadamoun (Solidaridad), fundado por ACNUR, enseñan idiomas, matemáticas y formación profesional que pueden ayudar a sus compatriotas a ser autosuficientes.
"Muchos de nosotros teníamos trabajos de jornada completa en Siria y éramos muy activos. Trabajando aquí hacemos algo útil y nos sentimos parte del proceso de ayudar a nuestra propia gente" dice Yehia Omar, uno de los voluntarios del centro.
Los egipcios también les han dado una cálida bienvenida, a pesar de que el país tiene sus propios problemas políticos y sociales. Los locales han acogido a los sirios en sus hogares y han compartido con ellos sus escasos recursos. "Nos han tratado muy bien" dice Fadl, que añade que está encantado de que su familia huyera a Egipto en lugar de a Jordania, Turquía o Irak, países que acogen a enormes cantidades de refugiados y muchos de ellos en campos.
Por Reem Alsalem en la ciudad Seis de Octubre, Egipto