ACNUR pide 255 millones de dólares para responder al brote de COVID-19
ACNUR pide 255 millones de dólares para responder al brote de COVID-19
A medida que la pandemia de coronavirus se acelera, cobrando miles de vidas cada día, hay personas, como los cerca de 70 millones de niños, mujeres y hombres desarraigados por la guerra y la persecución, que corren un riesgo más elevado.
Entre ellos se encuentran unos 25,9 millones de refugiados, de los cuales más de las tres cuartas partes viven en países en desarrollo de América, África, Oriente Medio y Asia. Con sistemas de salud débiles, algunos de esos países ya enfrentan crisis humanitarias.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha realizado hoy una petición para conseguir 255 millones de dólares con los que impulsar los esfuerzos urgentes para reducir el riesgo y atenuar el impacto de la propagación del COVID-19 en estas comunidades vulnerables. Forma parte de un Plan Global de Respuesta Humanitaria de la ONU por valor de 2.010 millones de dólares.
“El COVID-19 es una amenaza para toda la humanidad, por lo que toda la humanidad debe combatirlo. Las respuestas individuales de los países no serán suficientes", dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, en el lanzamiento del llamamiento global el miércoles.
El Secretario General de la ONU añadió: “Debemos ayudar a los más vulnerables: millones y millones de personas que tienen menos posibilidades para protegerse a sí mismas. Es una cuestión básica de solidaridad humana. También es crucial para combatir el virus. Este es el momento de dar un paso adelante por las personas más vulnerables”.
"El COVID-19 es una amenaza para toda la humanidad, por lo que toda la humanidad debe combatirlo".
ACNUR está respondiendo actualmente a 24 crisis de desplazamiento en todo el mundo y está trabajando para proteger a las personas desarraigadas de sus hogares, así como a las comunidades que les apoyan.
"A medida que se propaga la pandemia, nuestra respuesta debe integrar a los más vulnerables en nuestras sociedades, incluidos millones de refugiados y otros afectados por guerras, persecuciones y desastres", dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
"Estas personas y las comunidades que los acogen, necesitan desesperadamente nuestra ayuda para mantenerse a salvo durante esta crisis global".
La pandemia de coronavirus se está acelerando y no hay tiempo que perder. Los casos confirmados en todo el mundo han superado los 435.000. Han muerto más de 19.000 personas, un siniestro número que crece cada hora.
La financiación que se busca hoy, de vital importancia, permitirá cubrir las necesidades presupuestarias adicionales de ACNUR para los próximos nueve meses a fin de dar respuesta al brote.
El plan de respuesta de ACNUR para la lucha contra el COVID-19 será implementado por las agencias de la ONU, en estrecha colaboración con ONG internacionales y consorcios de ONG que juegan un papel directo.
Con estos nuevos fondos, ACNUR entregará equipos de laboratorio esenciales para detectar el virus y suministros médicos para tratar a las personas que lo necesiten, e instalará puntos de lavado de manos en campamentos y asentamientos.
"A medida que se propaga la pandemia, nuestra respuesta debe integrar a los más vulnerables... incluidos millones de refugiados".
Los fondos también se destinarán a lanzar campañas de información pública sobre cómo proteger a las personas y a aquellos que entren en contacto con el virus, y también para establecer puentes aéreos y plataformas en África, Asia y América Latina para trasladar a trabajadores humanitarios y materiales de ayuda humanitaria donde más se necesitan. .
En el momento de presentación de esta petición de fondos, ACNUR ya había iniciado una carrera contrarreloj para proteger a millones de personas bajo su mandato en todo el mundo, poniendo en marcha campañas de información sobre salud pública en varios países, desde Costa Rica y Colombia, hasta Irán y Bangladesh. Los materiales han sido traducidos a los idiomas de las personas a las que asistimos.
También se están realizando enormes esfuerzos para distribuir equipos básicos de higiene como jabón y mascarillas en países como el Líbano, que alberga a alrededor de un millón de refugiados de la guerra civil en Siria, así como en Kenia, Uganda y Tanzania, que acogen a refugiados de conflictos en África.
La misión es vital. Si no ayudamos a los países vulnerables a combatir el coronavirus, se podrían poner en riesgo las vidas de millones de personas y el virus podría resurgir y circular por todo el mundo.
