ACNUR trabaja las 24 horas para registrar a los sirios que llegan a Jordania
ACNUR trabaja las 24 horas para registrar a los sirios que llegan a Jordania
AMMÁN, Jordania, 10 de Julio de 2014 (ACNUR) – En las primeras horas sombrías de la mañana, los cinco miembros de una familia siria bajan de un ómnibus lentamente, tras un largo viaje desde la frontera Jordana con Siria. A pesar de la fatiga sobrecogedora, este es un momento de gran alivio. Están finalmente a salvo.
"Dejamos nuestro hogar en Siria hace 13 días. Dejamos nuestro hogar a las cinco de la mañana y caminamos hasta las siete de la noche; caminamos durante horas con breves descansos. Solo teníamos pan para comer y nada más que agua sucia de los pantanos para beber", cuenta Maher, el padre de familia.
"Cada uno de mis hijos cargaba un bolso pesado y yo llevaba al más pequeño sobre mis espaldas y una gran bolsa en una mano. Estábamos constantemente preocupados en el camino, con miedo a ser bombardeados o asesinados, especialmente con niños tan pequeños. Nos sentimos muy aliviados al estar aquí".
Mientras el resto de Jordania duerme, las operaciones en el Centro de Registro de Rabaa al Sarhan, en el norte de Jordania, continúan. El Centro trabaja las 24 horas, los siete días a la semana. El Centro tiene amplias áreas de espera y 26 salas de entrevista donde logran registrar a más de 3.000 refugiados por día. En sus primeros seis meses han registrado a más de 49.000 refugiados.
Desde que se inició el conflicto en Siria, Jordania ha acogido a casi 600.000 refugiados procedentes de Siria. Cuando la gente cruzaba las fronteras extraoficiales, las llevaban directamente a campamentos de refugiados. Con frecuencia, esto significaba largas horas de espera para registrarse.
El en campamento de Za'atari al norte de Jordania, que abrió hace dos años, el equipo de registro trabajaba turnos de día y de noche debido a la falta de personal. Cuando el número de solicitantes de asilo aumentó, muchos tuvieron que esperar más de medio día para registrarse. Era algo abrumador luego de un arduo viaje, cuando muchos habían escapado en medio de batallas entre facciones beligerantes.
El Centro ha sido estructurado para una tramitación rápida. Ahora, los refugiados pueden registrarse en un plazo de dos horas. Además, se recoge información detallada, necesaria para proteger mejor a los refugiados. "Ahora se pueden identificar los casos vulnerables, tales como menores no acompañados y mujeres en situaciones de riesgo, y remitirlos inmediatamente para su seguimiento", explica Mathilde Tiberghien, la funcionaria encargada de la protección que dirige el Centro.
El Centro es financiado principalmente por el Reino Unido, y las actividades de registro las cubren múltiples donantes como ECHO, Japón, los Países Bajos y los Estados Unidos de América.
En la sala de entrevistas, la familia siria espera sentada confortablemente, sobre bancos de madera, a que llegue su turno para responder las preguntas del registro. Un funcionario reúne sistemáticamente toda la información necesaria, y en 30 minutos, los ocho miembros de la familia están registrados. Una niña de 7 años da un paso hacia adelante para que le escaneen el iris. Para la mayoría, este es su primer escáner de iris y es una pequeña aventura. El funcionario le pide que mantenga los ojos abiertos. En un par de segundos, ambos iris están registrados y una voz que sale del escáner que dice "Shukran (Gracias)", hace reír a la niña.
El escaneo de iris se inició recientemente para evitar la duplicación de registros. Antes, hubo casos de personas registradas tanto en áreas urbanas como en campamentos, pero con el escaneo de iris se les puede registrar una sola vez. Además, los datos relativos al iris quedan centralizados regionalmente, por lo que una persona registrada en otra operación, como en Líbano, puede ser identificada y su registro en el segundo país queda cancelado.
Una vez registrados, reciben sus tarjetas de racionamiento, que los autoriza a recibir asistencia en el campamento, inclusive artículos alimentarios y de otra índole. También reciben una "tarjeta de servicio" de las autoridades Jordanas, que muestra su información personal básica. Éste es su documento de identidad. Previamente, antes de que Jordania emitiera estas tarjetas, los recién llegados tenían que entregar sus documentos de identidad sirios (por ejemplo, pasaportes y documentos de identidad) al ingresar al país. El gobierno jordano se quedaba con esos documentos y los refugiados podían reclamarlos solo cuando dejaban el país. Ahora, pueden quedarse con sus documentos.
"No es fácil trabajar siempre de noche", dice Hamad Alenizi, el funcionario de registro que ha estado en el turno de noche desde que se abrió el Centro. "Pero prefiero este turno porque es cuando llega una mayoría de refugiados cansados, y yo quiero que el proceso sea lo más eficaz y rápido posible, para que puedan ir al campamento a descansar y empezar su nueva vida".
Mientras habla, la pequeña niña lo saluda al subir al ómnibus que sale para el campamento Azraq. "¡Te veo en Azraq!" le dice Hamad, mientras le devuelve el saludo con una gran sonrisa.
Redactado por Shigeko Nambu en Ammán, Jordania.
Gracias a la Voluntaria en Línea Cynthia Gandebon por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.