Alto Comisionado elogia a Canadá y pide más esfuerzos a favor de los refugiados
Alto Comisionado elogia a Canadá y pide más esfuerzos a favor de los refugiados
OTTAWA, Canadá – El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, elogió a Canadá por su labor a favor de las personas refugiadas con sus esfuerzos de reasentamiento tan generosos y visionarios. Sin embargo, instó a los canadienses y a otras personas a hacer más en vista de las cifras récord de personas desplazadas en todo el mundo.
Al reunirse con oficiales gubernamentales en Ottawa el día lunes, él comentó que Canadá es parte de los 10 principales donantes del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y le dijo al Primer Ministro, Justin Trudeau, que esperaba que el país "continuara siendo un líder mundial para los refugiados".
Grandi enfatizó en que el año anterior únicamente el uno por ciento de los refugiados del mundo fueron reasentados, mientras que el 84 por ciento de ellos vive en países de ingreso bajo y medio.
"Ahora los civiles pagan el costo de la guerra más que antes, y las mujeres son atacadas sin piedad."
El Alto Comisionado propuso que Canadá, que adoptó un Política Feminista de Asistencia Internacional (FIAP por sus siglas en inglés), considere hacer más por las mujeres y las niñas refugiadas en situaciones de riesgo. Esta política está diseñada para asegurar que por lo menos 95 por ciento de la asistencia que ofrece el país ayude a mejorar las condiciones de vida de las mujeres y las niñas.
Él dijo que esto podría incluir el aumento de la cantidad de mujeres reasentadas, así como el apoyo a más programas dirigidos a mujeres traumatizadas que luchan por sobrevivir en los países de acogida de refugiados.
"Ahora los civiles pagan el costo de la guerra más que antes, y las mujeres son atacadas sin piedad", dijo él. "Ellas son víctimas de violaciones, secuestros, matrimonios forzados. Debemos trabajar colectivamente para hacer más para protegerles y ayudarles a sanar".
"Trudeau dijo que el crédito va principalmente para los canadienses."
"Solo puedo tomar una pequeña parte del crédito", dijo Trudeau. "Va principalmente para los canadienses, quienes se han dado cuenta de que hemos construido un país extraordinario. Las personas vienen aquí y construyen un mejor futuro para ellos mismos, y por ende, para todos nosotros".
Hace dos años, Canadá recibió la atención mundial cuando anunció un programa especial de reasentamiento para 25.000 refugiados sirios, a algunos de los cuales el Primer Ministro recibió personalmente en el aeropuerto.
Sin embargo, en un momento en el que países como Estados Unidos están reduciendo los espacios de reasentamiento para refugiados, Grandi lamentó que solamente se lograra una décima parte del objetivo de reasentamiento para el año anterior. La semana anterior, Canadá se comprometió a reasentar a 27.000 refugiados en 2018, de los cuales 9.000 son referidos por el ACNUR. Esta cifra representa un pequeño aumento con respecto al año anterior, pero continua siendo una pequeña parte de los 1,2 millones de los refugiados vulnerables que el ACNUR ha identificado a nivel mundial.
Durante su visita, Grandi reconoció que el programa de reasentamiento de Canadá es ejemplar, en parte gracias a la generosidad de los donantes privados. Él recalcó que una serie de países están estudiando el uso del programa de donantes privados como un modelo que dependería de las referencias del ACNUR para identificar a las personas más vulnerables.
"Si podemos compartir algunas de nuestras soluciones y modestamente impresionar a las personas con una mejor manera de hacer las cosas, entonces estamos cumpliendo con nuestro papel", dijo Trudeau.
En una reunión con Grandi, Celina Caesar-Chavannes, secretaria parlamentaria para el ministro de desarrollo, y una de las arquitectas del FIAP, se comprometió a abogar por la causa de las mujeres refugiadas.
En Ottawa, Grandi también se reunió con el Ministro de Seguridad Pública Ralph Goodale y acogió la directiva emitida el lunes, comprometida con mantener a los niños solicitantes de asilo fuera de los centros de detención, así como asegurar que las familias permanezcan juntas.
La visita de cuatro días del Alto Comisionado inició el lunes en Montreal, donde se reunió con oficiales de Quebec para discutir la escalada de refugiados en la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Grandi fue acompañado por Jean-Nicolas Beuze, Representante del ACNUR en Canadá, y pasó tiempo con miembros de la sociedad civil y organizaciones comunales, muchas de las cuales esperan mejorar la experiencia de reasentamiento.
"El trabajo es dignidad. El trabajo es identidad. El trabajo te da vida."
En el Centro para Refugiados de Montreal, una iniciativa liderada por estudiantes, los desarrolladores demostraron nuevas aplicaciones destinadas a ayudar a los refugiados en Canadá. "Este es un proyecto extraordinario", dijo Grandi después de ver las demostraciones. "Es un grupo de jóvenes refugiados que están desarrollando tecnología para ayudar a otros refugiados a navegar por el sistema de asilo de Canadá y comenzar a integrarse en la sociedad".
Junto con miembros de la comunidad empresarial de Montreal, se reunió con refugiados que son parte de la fuerza laboral. "La integración económica es clave", dijo Grandi. "Por supuesto que es necesario un trabajo, ser autosuficiente. Se debe salir de la dependencia de la ayuda lo antes posible".
"Pero también el trabajo es dignidad. El trabajo es identidad. El trabajo te da vida".
Para comprender mejor los desafíos que enfrentan los refugiados en Canadá, Grandi y el ministro de Inmigración de Canadá Ahmed Hussen, que también fue refugiado de Somalia, se reunieron con jóvenes en Ottawa. "No creo que mi historia sea posible en ningún otro país", dijo Hussen a los asistentes. "[Canadá] da la bienvenida a las personas que buscan una segunda oportunidad".
Sin embargo, algunos de los jóvenes, muchos de los cuales llegaron a Canadá como refugiados, dijeron que creían que había margen de mejora.
"Gran parte de la retórica en torno a los refugiados es que Canadá tiene que ayudarlos porque no pueden ayudarse a sí mismos", dijo Efrem Berhe, de 23 años, que huyó de Eritrea a la edad de 14 años y llegó a Canadá en 2009. "Tenemos que cambiar esto".
"Nadie sueña con convertirse en un refugiado. Es una circunstancia que estás obligado a aceptar".
Grandi también conoció a estudiantes refugiados que recibieron becas completas para estudiar en Canadá en el Servicio Universitario Mundial de Canadá. Dijo que las becas para refugiados eran un camino importante para ayudar a que los jóvenes refugiados que viven en el limbo de los países pobres tengan acceso a la educación superior.
Grandi viajó a Canadá después de dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York la semana pasada, donde instó a los líderes internacionales a encontrar soluciones políticas a los conflictos mundiales y permitir que el creciente número de personas desplazadas por la fuerza vuelva a casa.
Por Leyland Cecco