Civiles en la RDC luchan por sobrevivir entre la violencia creciente en su país
Civiles en la RDC luchan por sobrevivir entre la violencia creciente en su país
Después de cinco meses de esconderse en el bosque, huyendo de hombres armados y soldados, Marie Kapinga está finalmente de nuevo en su hogar familiar en Matamba, una aldea en la provincia de Kasai Central, en la República Democrática del Congo.
Marie, de 45 años y que había tenido un próspero negocio, se enfrenta ahora a un futuro incierto. La pequeña tienda de la familia y su restaurante están en ruinas tras el brote de violencia en su aldea. "Resultaron destruidos por un lanzacohetes", dice Marie. Su casa de huéspedes aún sigue en pie pero fue saqueada. "Han robado incluso las camas".
Ahora, Marie cuida de 17 hijos y nietos, pero no sabe cómo darles de comer. Su esposo fue asesinado cuando volvió a la aldea durante las acciones violentas para encontrar comida mientras estaban escondidos en el bosque.
Marie es una de las más de 600.000 personas desplazadas que han regresado este año a sus hogares en la región de Kasai, en la República Democrática del Congo. Esta zona del país se ve afectada por un conflicto desde 2016. Como Marie, muchos de los que han regresado carecen de las cosas más básicas para reemprender su vida.
"Cuando llegan, se encuentran con sus casas quemadas, las escuelas destruidas, las clínicas que ya no funcionan y sus medios de vida tampoco están allí ya", dice Steven Carliss, el Asesor Especial sobre Desplazamientos Internos en el ANCUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados. "Así es que las necesidades son realmente inmensas".
Y, a pesar de los recientes retornos a Kasai, ACNUR ha advertido de que el desplazamiento en la RDC está aún en cifras de máximos históricos, y de que los actores humanitarios están desbordados.
"Desde 2015, el número de personas desplazadas internas se ha más que duplicado y se encuentra ahora en 3,9 millones de personas con unas 428.000 de ellas desplazadas solo en los últimos tres meses", ha declarado Adrian Edwards, portavoz de ACNUR, en una rueda de prensa en Ginebra el pasado 24 de octubre.
En el último año, unos 100.000 congoleños han huido a los países vecinos como refugiados. Con las actividades de las milicias generalizadas, y los disturbios y la violencia alimentados por conflictos étnicos y políticos afectando a muchas zonas, el riesgo de más desplazamientos es alto.
Incluso en la región de Kasai, donde tras un año de conflicto la calma ha vuelto a la mayor parte del territorio, se ha informado de nuevos desplazamientos desde algunas zonas, como en varias provincias orientales, por ejemplo, en Kivu Norte, Kivu Sur y Tanganyika.
ACNUR está actualmente preparando su respuesta de emergencia en varias partes del país, centrándose en la coordinación de las actividades de protección y asistencia humanitaria vital, como el alojamiento. A la vista de la situación, ACNUR y sus socios recientemente han actualizado la situación en la región de Kasai, en la provincia de Kivu Sur y en la provincia de Taganyika al nivel 3, el nivel más alto de emergencia.
De los aproximadamente 236,2 millones de dólares requeridos para cubrir las necesidades de los refugiados, de las personas desplazadas internas (PDI) y otras personas de la competencia de ACNUR en la RDC, solo se han recibido 49,7 millones, una quinta parte de la cantidad requerida. ACNUR advierte de las nefastas consecuencias si no se cubren las necesidades crecientes de la población y persiste el déficit de financiación.
Por Andreas Kirchhof
Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.
