Costa Rica: Refugiada lidera centro de cuido para niños pequeños
Costa Rica: Refugiada lidera centro de cuido para niños pequeños
SAN JOSÉ, Costa Rica, 30 de marzo (ACNUR) – Jacqueline me recibe con un rostro sereno entre 28 niños que hacen siesta en el Centro de Atención Integral "Amiguitos de Infancia" que ella lidera. Yo susurro, ella habla con naturalidad y lo niños siguen dormidos, mientras me comenta que hace 11 años llegó al país huyendo de la violencia en Colombia.
Esta refugiada de 47 años dice que quería irse a un país latinoamericano donde se hablara español y que fue así como nació la idea de salir hacia Costa Rica.
"Nuestra vida cambió de un momento a otro. Pasamos de dormir en nuestras camas a estar en el suelo en bolsas de dormir. Los niños pasaron de estar en una escuela grande y reconocida en Colombia a estar en la escuelita pública de la comunidad", explica Jacqueline.
"Pueden parecer cosas sin importancia pero que en ese momento nos impactaron. Escuchar a mis hijos preguntándome que por qué las cosas no eran como en Colombia, me afectó".
Jacqueline es educadora de formación pero en su país natal no ejercía al momento de irse porque cuidaba a sus niños, quienes tenían entonces 5 y 7 años de edad.
Luego de tres años de estar en Costa Rica, el presupuesto de una familia de cuatro integrantes se hacía pequeño con solo los ingresos de su esposo.
"Un día me llamaron de ACAI (socio implementador del ACNUR en Costa Rica). Me dijeron que si quería liderar un hogar comunitario. Yo dije que sí y colgué el teléfono sin estar muy segura de qué implicaría", explica Jacqueline un poco nerviosa, al acordarse de esa llamada que cambiaría su vida.
Con dinero del Fondo Julia Taft de la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica, ACAI inició el proyecto de los hogares comunitarios en el 2005 con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Según Kristin Halvorsen, oficial de Soluciones Duraderas de ACNUR, la iniciativa busca dar una respuesta de cuido a los padres de niños menores de 6 años refugiados, migrantes y costarricenses vulnerables.
Otras instituciones gubernamentales como la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Instituto Mixto de Ayuda Social fueron clave para la formulación del proyecto y para ubicar a familias con bajos ingresos que necesitaran del servicio.
Así, en el año 2005 entraron en funcionamiento tres hogares comunitarios de los cuales funcionan todavía dos, uno en la provincia de Heredia y otro en Sabanilla de San José, el de Jacqueline.
El año pasado ella adecuó lo que era su casa y el hogar comunitario y lo convirtió en un Centro de Atención Integral que no solo se encarga del cuido de los menores, sino que incorpora contenidos educativos. Las paredes del lugar los muestran orgullosas con cartulinas y textos de colores e, incluso, revelan que algunos temas se imparten en otros idiomas.
"Con ayuda de la UCR ya tenemos clases de Francés e Inglés y estudiantes de la Universidad Santa Paula visitan el centro regularmente para dar terapia del lenguaje", cuenta, mientras los niños se comienzan a despertar.
"Este es un ejemplo de éxito en dos vías: para las familias que reciben el servicio, facilita su autosuficiencia y la relación con otras culturas, así como para la familia de la cuidadora, que ha logrado, incluso, adquirir la vivienda donde está la guardería", detalló Mayra Fernández, subdirectora de ACAI.
Cada niño va guardando la colchoneta en la que dormía. Jacqueline me dice que la acompañe a la cuna del bebé de 11 meses, quien se agita emocionado al verla. Lo toma en brazos y nos vamos al encuentro de una niña con Síndrome de Down, que me da la mano. "Ella hace dos años que está con nosotros", cuenta, con una sonrisa, Jacqueline.
Todo el resto de pequeños ya se han sentado en silencio y esperan a la maestra. Jacqueline les canta una canción y los invita a presentarse. Todos lo hacen en Francés: "Je m'appelle Camille" . ..
El proyecto del Centro de Atención Integral ha marcado la vida de la familia de esta refugiada. "Mi familia me ha dado un apoyo incondicional", dice, "como somos 4, yo siempre digo que somos la familia 4x4; podemos con todo".
Conforme ha crecido el proyecto, también ha crecido el arraigo a su nuevo país.
El año pasado, cuando se concretó el proyecto de ampliar el hogar comunitario y convertirlo en un centro de atención integral, la familia se mudó a una casa más grande.
Jacqueline nunca olvidará lo que le dijo su hijo cuando conoció su nueva casa: "¡Mamá, mira esta casa! ¡Es tan linda como la de Colombia!".
Por Andrea Vásquez en San José, Costa Rica