Ébola: Actividades de concienciación y prevención entre los refugiados en Liberia
Ébola: Actividades de concienciación y prevención entre los refugiados en Liberia
CAMPAMENTO DE REFUGIADOS DE BAHN, 23 de octubre de 2014 (ACNUR) – Una vez cada ocho o quince días un grupo de 20 voluntarios desfila con sus canciones y sus carteles por el campamento de Bahn, en Liberia oriental. No son una compañía de bailarines, sino los portadores de un mensaje sencillo pero capaz de salvar vidas.
Casa por casa, manzana por manzana, llaman a las puertas y avisan a los vecinos: "Hay que lavarse las manos". La advertencia es vital en un país en el que, entre las dificultades del terreno y la escasez de redes de comunicación, se hace difícil concienciar y diseminar información sobre la enfermedad.
Hasta la fecha el Ministerio de Salud de Liberia, un país de más de 4 millones de habitantes, ha monitoreado 4.740 casos presuntos, probables o confirmados de Ebola. En Liberia viven alrededor de 38.000 refugiados de Costa de Marfil, casi todos en campamentos como el de Bahn, en el condado de Nimba. Por el momento se sabe que han muerto de ébola 7 refugiados, habitantes en zonas urbanas o rurales.
Cuando en marzo de este año estalló la epidemia en Liberia, ACNUR se encontraba en medio de una campaña de repatriación voluntaria de refugiados marfileños. Ahora la frontera entre ambos países está cerrada y ACNUR ha reorientado sus esfuerzos hacia actividades de preparación y prevención para los refugiados en los países afectados.
Esto supone asegurarse de que los refugiados no queden al margen de los planes de respuesta nacionales e implicar a los refugiados, con la coordinación de socios y de autoridades locales, en actividades comunitarias de movilización y concienciación capaces de reducir el riesgo de propagación del virus.
En Bahn y otros dos campamentos de Liberia oriental, región en la que reside casi el 75 por ciento de los refugiados de Costa de Marfil, una serie de actividades de concienciación y prevención han sido desarrolladas por Care International, una ONG socia de ACNUR.
Cada grupo familiar ha recibido un kit de higiene (cubos, lejía, jabón) y explicaciones sobre cómo utilizarlo. En la entrada de cada campamento es obligatorio lavarse las manos y se monitorea la temperatura corporal. Las personas con fiebre no pueden entrar y son derivadas a un centro de atención comunitario.
Los pacientes que presentan síntomas parecidos a los del ébola permanecen en cuarentena bajo observación y reciben tratamiento para los síntomas hasta que llega el diagnóstico. En todos los campamentos se han organizado centros de atención comunitarios gestionados según estrictas normas de higiene y sanidad bajo la supervisión atenta de ACNUR y de Medical Teams International, ONG socia en temas de salud. Cada paciente en tratamiento está aislado del personal y de los demás pacientes por medio de indumentos de protección adecuados.
Cuando el contagio es probable o declarado, el paciente es transportado en ambulancia a una de las unidades de tratamiento especializadas que están surgiendo en el país. Las personas libres de virus son derivadas a la clínica del campamento para que reciban apoyo.
Para Khassim Diagne, Representante de ACNUR en Liberia, es fundamental mantener a los campamentos libres de contagio aunque la incidencia del ébola en la parte oriental del país es menor que en Monrovia. En Grand Gedeh y Maryland, dos de los condados donde se levantan campamentos, no se han registrado muchos casos de ébola, pero la amenaza es más seria en Nimba, donde a mediados de octubre se han contabilizado 265 casos presuntos, probables o confirmados.
"Para Liberia estos son tiempos extraordinarios que requieren medidas extraordinarias", declaró. "Hasta que no puedan recomenzar las repatriaciones voluntarias, ACNUR y sus socios necesitan mantener a los refugiados sanos y salvos".
ACNUR ha apoyado la respuesta del Gobierno de Liberia proporcionando fondos, vehículos, medicamentos y equipos médicos para los hospitales, sobre todo en los condados de Nimba, Grand Gedeh y Maryland.
Pero además asiste al más de medio millar de refugiados originarios de Costa de Marfil que viven en Monrovia. En la capital los mensajes de prevención relacionados con el ébola abundan, pero como se difunden casi exclusivamente en inglés, subsiste el temor de que no lleguen hasta quienes hablan sólo francés.
Por esta razón otro socio de ACNUR, Special Emergency Activity to Renew Children's Hope, ha implementado la capacitación sobre ébola de algunos refugiados en francés y les ha encargado concienciar al resto de la comunidad e informar acerca de presuntos casos a los centros de tratamiento gestionados por el Gobierno o por Médecins Sans Frontières.
Por Carol Rowe desde el Campamento de Refugiados de Bahn, Liberia.
Gracias a la Voluntaria en Línea Delia Tasso por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.