El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados se reúne con autoridades libaneses después de una visita por tres países para discutir la situación de Siria

BEIRUT, Líbano - Con el conflicto sirio en su octavo año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, ha viajado a Jordania, Siria y El Líbano para evaluar las acuciantes necesidades humanitarias de los refugiados, de las personas desplazadas internas (PDI) y de las comunidades que los acogen. Su visita coincide con una intensificación de las conversaciones sobre la posible futura repatriación de alrededor de 5,6 millones de refugiados en la región.

En una rueda de prensa en Beirut, Grandi dijo que el retorno es la mejor solución para los refugiados, pero que debe ser voluntario y sostenible. Añadió que ACNUR escucha y transmite las preocupaciones de los refugiados para que se puedan abordar. Estas preocupaciones incluyen la falta de infraestructuras y servicios en muchas áreas, el miedo a las represalias o el reclutamiento forzoso, la incertidumbre legal sobre la propiedad o la documentación civil, y el desarrollo de la situación de seguridad en el país.

“Para que haya más personas que decidan retornar, es necesario crear más confianza… abordando todas estas cuestiones, y estamos haciendo progresos en algunas de ellas - algunas son más difíciles”, dijo Grandi a los periodistas. “También es importante que ACNUR - como Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados - juegue un papel y tenga una presencia, sobre todo en las zonas de retorno”.

Grandi dijo que el retorno es la mejor solución para los refugiados, pero que debe ser voluntario y sostenible.

Grandi enfatizó que ACNUR no es una organización política, sino humanitaria. Su objetivo es garantizar que los refugiados reciban protección y apoyo en los países que los acogen. También trabaja con los gobiernos afectados para encontrar soluciones a sus dificultades, incluyendo la reubicación en un tercer país o el retorno a sus hogares, dijo.

El Alto Comisionado hizo estas manifestaciones tras las reuniones que mantuvo con las autoridades libanesas, incluido el presidente del país, Michel Aoun, y el Primer Ministro designado, Saad Hariri. Grandi reconoció la pesada carga que soporta El Líbano al acoger a más de 976.000 refugiados sirios registrados.

Después, Grandi se reunió con el ministro de asuntos exteriores, Gebran Bassil, con quien el diálogo constructivo se centró en el complejo conjunto de factores - legales, administrativos y de seguridad - que los refugiados citan a menudo como problemas que dificultan su decisión de retornar. Coincidieron en que ACNUR y el gobierno del Líbano continuarían las conversaciones, de manera concreta y práctica, sobre temas relacionados con el retorno voluntario de los refugiados.

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Mientras tanto, El Líbano y otros países anfitriones de la región continuarán necesitando el apoyo de organizaciones humanitarias y de la comunidad internacional, dijo Grandi. Hizo un llamamiento a los donantes a que continúen facilitando ayuda financiera a los gobiernos anfitriones de la región donde se asientan la mayoría de refugiados sirios.

El Alto Comisionado también expresó su preocupación sobre la crítica situación a la que se enfrentan los civiles en la provincia de Idlib, en el norte de Siria, donde cualquier futura ofensiva militar podría potencialmente resultar en una gran pérdida de vidas humanas y una nueva oleada de desplazamientos forzados.

Grandi reiteró un llamamiento del Secretario General de la ONU, António Guterres, en el sentido de que cualquier línea de acción debe perseguir evitar víctimas civiles y prevenir un posible desastre humanitario. También advirtió de que el resultado de cualquier operación allí influiría en la percepción que los refugiados tienen de la posibilidad de un retorno seguro al hogar.

Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo orecido con la traducción del inglés de este texto.