El Alto Comisionado pide más apoyo para los países de acogida de refugiados

WASHINGTON, DC, Estados Unidos, 4 de mayo (ACNUR) – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, ha pedido a la comunidad internacional un mayor esfuerzo de solidaridad para contribuir a responder a las crisis humanitarias y situaciones convulsas que se presentan en la actualidad.

"Un aspecto del desplazamiento que a menudo es pasado por alto es la contribución de los naciones que comparten fronteras con los países en conflicto", dijo Guterres a los periodistas reunidos en el Club Nacional de la Prensa en Washington, el martes pasado. "A menudo estos países ya se encuentran en condiciones de pobreza, precariedad y en riesgo de mayor inestabilidad. Necesitan la asistencia internacional para que los ayude a apoyar a las poblaciones de refugiados y desplazados".

El personal del ACNUR actualmente está trabajando para hacer frente a graves emergencias humanitarias en todo el mundo, como las crisis de Libia y Costa de Marfil. En ambos casos, los países vecinos – Túnez, Egipto y Liberia – a pesar de sus propias dificultades han acogido a un gran número de refugiados. Guterres dijo que mientras muchos países están cerrando sus fronteras a las personas en necesidad de protección, Túnez y Egipto han dado un buen ejemplo al compartir sus limitados recursos con las personas que huían de Libia.

"Yo mismo fui testigo, en un reciente viaje [a la frontera entre Libia y Túnez], de que tunecinos pobres se dirigían a la frontera para ayudar a los refugiados, compartiendo sus recursos con los necesitados. Los vi dando comida, mantas, cualquier cosa que tuviesen consigo", dijo. La misma generosidad se ha dado en la frontera con Egipto.

En Túnez y Egipto, el ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones actuaron en conjunto para repatriar a decenas de miles de trabajadores migrantes que habían huido de Libia. Actualmente El ACNUR está trabajando para encontrar una solución para aquellos refugiados de terceros países, ahora desplazados dos veces y principalmente de origen subsahariano, que se quedaron atrapados en las fronteras después de salir de Libia, sin poder retornar a sus países de origen.

Guterres, indicó algunas acciones específicas que podrían contribuir a aliviar la carga sobre los países de acogida de los refugiados. Entre ellas, un llamado a los países de reasentamiento para aceptar a unos 3.000-4.000 refugiados procedentes de países subsaharianos obligados a desplazarse por el conflicto en Libia.

También hizo hincapié en la necesidad de la ayuda para el desarrollo, en particular para proporcionar empleos a los jóvenes desempleados y los graduados universitarios. Por último, Guterres instó a políticas migratorias proactivas para que los refugiados y otros migrantes en situación de riesgo puedan encontrar la seguridad en los países industrializados.

Guterres también destacó el papel que tuvo Liberia en la crisis de Costa de Marfil. "Liberia se encuentra en una situación muy difícil y ha abierto sus fronteras a los refugiados. En una reciente visita, vi a los liberianos dando semillas de arroz a los refugiados. Liberia está en una compleja situación de transición de la guerra a la paz y la democracia y una vez más vemos generosidad", dijo, refiriéndose a la larga guerra civil que terminó en 2003.

Durante su visita a Washington esta semana, el Alto Comisionado ha resaltado que se necesita un masivo apoyo político y económico a los países de acogida de refugiados, principalmente por parte de América del Norte y Europa, para que se afirmen regímenes efectivamente democráticos y se contribuya a aumentar la seguridad a nivel regional y mundial.

"El mundo tiene que mostrar a Túnez, Egipto y Liberia la misma solidaridad que estos países han mostrado hacia los refugiados", dijo Guterres. "Responde al más lúcido interés del mundo occidental que las revoluciones tengan éxito y se afirmen sociedades democráticas".

Por Lilli Tnaib en Washington, DC, Estados Unidos