El número de desplazados internos en 2008 permaneció estable en 26 millones de personas

NEW YORK, Estados Unidos, 4 de mayo de 2009 (ACNUR) – El número de personas obligadas a vivir en otras partes de su propio país por haber huido de conflictos, violencia generalizada y violaciones de derechos humanos permaneció estable en 26 millones el año pasado, sin variaciones con respeto a 2007, según datos del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés).

El informe del Internal Displacement Monitoring Centre, un observatorio sobre el desplazamiento interno con base en Ginebra creado por el NRC, que se dio a conocer en una ceremonia en New York el viernes pasado, precisó que el total de 26 millones de personas desplazadas internamente incluye a 4,6 millones de personas que se desplazaron durante el 2008, 900.000 más que el año pasado, y un número equivalente de retornos.

"En un contexto de prevención de conflictos, el desplazamiento interno sigue siendo uno de los desafíos más importantes, así como la protección de los desplazados internos", dijo el Alto Comisionado António Guterres durante el lanzamiento del informe, que fue presidido por la Secretaria General del NRC, Elisabeth Rasmusson.

El informe indicó que el mayor nuevo desplazamiento el año pasado se produjo en las Filipinas, donde 600.000 personas huyeron de los combates entre fuerzas gubernamentales y grupos armados en la región meridional de Mindanao. Desplazamientos masivos, que involucraron a más de 200.000 personas, también ocurrieron en otros nueve países: Sudán, Kenya, República Democrática del Congo, Iraq, Pakistán, Somalia, Colombia, Sri Lanka e India.

Sur y sureste de Asia fueron las regiones con la mayor variación relativa en el número de desplazados internos el año pasado, con un aumento del 13 por ciento desde finales de 2007. El informe señaló que África fue continente más afectado, con 11,6 millones de personas desplazadas internamente (PDI) en 19 países, si bien el dato disminuyó del 9 por ciento con respeto a 2007. Los países con el mayor número de desplazados internos fueron Sudán (4,9 millones), Colombia (hasta 4,3 millones) e Iraq (2,8 millones).

"Todos nosotros compartimos la responsabilidad de asistir y ser solidarios con las personas desplazadas en el mundo. Millones de PDI son obligadas a sobrevivir en condiciones terribles, en asentamientos precarios el lado de las comunidades locales, o escondiéndose de los grupos que los desplazaron en suburbios urbanos o bosques," dijo Rasmusson.

El informe dijo que en 2008 las personas desplazadas fueron "expuestas a una serie de discriminaciones y violaciones de los derechos humanos a raíz de políticas deliberadas o negligencia." Se indicó que en 26 de los 52 países que fueron objeto de estudio la población desplazada seguía siendo víctima de ataques y violencia después del desplazamiento. Particular énfasis se dio a la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran niños, mujeres, adultos mayores y minorías étnicas.

El Alto Comisionado António Guterres es acompañado por Elisabeth Rasmusson y Sir John Holmes durante el lanzamiento del informe en New York. © Preston Merchant El Alto Comisionado Guterres dijo que la "reducción del espacio humanitario" es uno de los múltiples desafíos que el mundo enfrenta en el intento de ayudar a la población desplazada internamente. También destacó que el impacto de la crisis financiera mundial no debe producir un empeoramiento de situaciones ya precarias de por si. Los presupuestos de muchas agencias humanitarias se están reduciendo, mientras los problemas de las personas más vulnerables del mundo aumentan, dijo.

Sir John Holmes, el coordinador de asuntos humanitarios y ayuda de emergencia de la ONU, dijo que la magnitud del desplazamiento es espantosa. "Si bien los datos cuentan una historia, no cuentan toda la historia. Hay un individuo detrás de cada número, y una familia," dijo en la ceremonia del viernes. Holmes destacó la "necesidad de trabajar más contra corriente que corriente abajo," intensificando los esfuerzos para prevenir el desplazamiento.

Por Natasha Yacoub, en New York, Estados Unidos