Eslovaquia recibe a 37 somalíes de los campamentos de Eritrea
Eslovaquia recibe a 37 somalíes de los campamentos de Eritrea
ASMARA, Eritrea, 2 de mayo de 2016 (ACNUR/UNHCR) – El 14 de abril, un grupo de 37 refugiados somalíes llegaron a Eslovaquia procedentes de Eritrea, de camino a su reasentamiento final en Estados Unidos, con la ayuda de ACNUR, la Oficina para la Atención de los Refugiados (ORA, por sus siglas en inglés) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Con este último grupo, el número total de refugiados somalíes reubicados este año asciende a 281: 132 en Australia, 58 en Eslovaquia y 54 en Canadá.
Entre ellos estaban Shukri Abdi Quasim, de 52 años, su esposa y cuatro hijos, que huyeron a Eritrea hace 19 años desde la ciudad de Luuq, en la provincia somalí de Gedo, escapando de los enfrentamientos entre etnias y clanes. Desde su llegada, vivieron en campamentos de refugiados.
Shukri y su familia estaban entre los primeros somalíes que llegaron a Eritrea en la década de los noventa, la mayoría de ellos procedentes del sur de Somalia. La familia pertenece al sub-clan Marehan del clan Darod.
Pasaron los tres primeros años en un campamento de refugiados en el puerto sureño de Assab y, en el año 2000 se trasladaron al campamento de refugiados de Umkulu, situado en el extrarradio de la ciudad de Massawa, donde vivieron los 16 años siguientes a la espera de un posible asilo.
"Nuestra vida como refugiados no fue fácil", dice Shukri. "ACNUR y la Oficina para la Atención de los Refugiados nos suministraron alimentos y todos los servicios pero, aun así, pasamos por momentos duros".
A pesar de ello, Shukri explica que se convirtió en líder del campamento de Umkulu y trabajó como jornalero ocasional en Massawa.
La búsqueda de soluciones permanentes para los somalíes refugiados en Eritrea ha sido una de las prioridades de ACNUR, al igual que la mejora de sus condiciones y la promoción de la autosuficiencia en el campamento de Umkulu. A lo largo de los años, se han introducido programas de autosuficiencia económica a pequeña escala para contribuir en el mantenimiento de los refugiados.
Estos servicios básicos incluyen alimentos, atención primaria, educación, agua y saneamiento. Los programas de subsistencia han consistido en la cría de animales, el establecimiento de pequeños negocios, cursos de capacitación sobre conocimientos de informática y otras iniciativas empresariales a pequeña escala.
En 2008, Shukri fue entrevistado por primera vez como candidato potencial para ser reasentado. En aquel momento se evaluaron los casos de más de 3.400 refugiados que llevaban en el campamento de media más de 20 años. Shukri y su familia estaban entre los pocos afortunados que fueron incluidos en el último grupo de reasentamiento.
Todas las familias reasentadas desde Eritrea reciben clases de orientación cultural en el campamento antes de llegar a Asmara, desde donde parten hacia su país de destino. Allí se someten a un examen médico y realizan los trámites de emigración.
Después de recibir los documentos de viaje internacionales facilitados por el Comité Internacional de la Cruz Roja, Shukri y su familia llegaron a Eslovaquia provistos de visados con una vigencia de seis meses, emitidos por la Embajada de Eslovaquia en Nairobi. Antes de que se determine cuál será su destino en Estados Unidos deberán realizar una entrevista final con un funcionario consular estadounidense y someterse de nuevo a un examen médico.
Aunque su destino final es aún incierto, Shukri es optimista. "No tengo miedo", dice. "Sé que todo irá bien".
Por Monica Modici en Asmara, Eritrea