Frontera norte de Ecuador: Proceso de documentación llega a la selva
Frontera norte de Ecuador: Proceso de documentación llega a la selva
PUERTO EL CARMEN, Ecuador, 17 de agosto (ACNUR) – Después de más de dos décadas en Ecuador, Nely*, una mujer colombiana de unos cincuenta años, ha conseguido al fin su visa de refugiada. En tan sólo un día, recientemente consiguió el documento que le permitirá realizar su sueño más anhelado: ir a visitar a su hijo de veinte años, que tras un accidente de motocicleta sufre una discapacidad y por ello vive en la pequeña ciudad de Lago Agrio.
Lago Agrio es la mayor ciudad de la región amazónica del Ecuador, a unos 200 kilómetros de donde vive Nely en el interior de la Amazonía. Llegar allí supera su presupuesto, gana 35 dólares al mes, pero hasta ahora su mayor problema residía en la falta de documentos que la acreditaran legalmente con el estatus de refugiada.
"La carretera más cercana a mi casa está a tres horas de camino a pie a través de la selva", explicaba en el centro de documentación de Puerto El Carmen. "Desde allí, tendría que pagar 20 dólares para llegar a Lago Agrio. Pero sin la visa de refugiada no habría podido atravesar los controles del ejército".
Hay miles de personas colombianas que, como Nely, se encuentran en una situación equiparable a la de refugiados en toda la frontera pero sin documentos. En una iniciativa sin precedentes, el Gobierno ecuatoriano, con el apoyo técnico y financiero de ACNUR, ha comenzado un proyecto de Registro Ampliado a gran escala.
Con campañas locales en algunas de las áreas más remotas de Ecuador, el proyecto de Registro Ampliado pretende ofrecer un acceso rápido al estatuto de refugiado a las personas en necesidad de protección internacional certificando su estatus y proporcionándoles documentos de identidad. Su objetivo es documentar a alrededor de 130.000 personas en todo el país que hasta el momento no habían tenido acceso al sistema estatal de asilo.
Más de 11.000 personas refugiadas se registraron en la provincial occidental de Esmeraldas entre los meses de marzo y junio. Ahora el proyecto se ha trasladado a la provincia amazónica de Sucumbíos, en la frontera con Colombia, una zona remota y con falta de acceso a servicios básicos donde miles de colombianos viven en una situación similar a la de refugiados.
Tanto los funcionarios estatales como el personal de ACNUR se han trasladado por duras carreteras y ríos de la selva con pesados y a menudo delicados equipos electrónicos y ordenadores para conseguir llegar a zonas muy apartadas. Las brigadas han conseguido registrar a cerca de 2.000 personas en los primeros días y esperan registrar a varios miles en los próximos tres meses.
"La provincia se encuentra justo en la frontera con Colombia y acoge a multitud de colombianos que han huido del conflicto en su tierra", explica Luis Varese, Representante Adjunto de ACNUR en el Ecuador. "La situación de seguridad es tensa y es palpable el gran impacto del conflicto colombiano. El proceso de entrega de visados por el Gobierno ecuatoriano refuerza la presencia del estado en la zona, lo que contribuye a la protección de los refugiados".
Como añade, "ahora los refugiados se pueden mover libremente y llegar a los centros de salud, escuelas y otros servicios. El proceso de documentación realmente supone una diferencia en la vida concreta de miles de refugiados".
La sonrisa ha vuelto a la cara de Nely. A pesar de la dura vida que esta mujer ha tenido que afrontar desde que abandonara su hogar en la provincia del Caquetá, en el sur de Colombia, ahora sonríe. Y se despide agitando su nueva tarjeta de identificación al tiempo que deja el centro de documentación en dirección a la estación de autobús de Puerto El Carmen, para visitar a su en Lago Agrio después de años de separación.
*Nombre cambiado por motives de protección.
Por Sonia Aguilar, en Puerto El Carmen, Ecuador