Malala destaca las necesidades educativas para los niños desplazados en Irak

HASANSHAM, Iraq – Durante su primera visita a la región kurda de Irak, Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, llamó a los líderes mundiales a invertir en la educación de los niños en países en conflicto.

"La educación no puede dejarse de lado. Especialmente en países que atraviesan un conflicto. La educación es un derecho básico. Los líderes mundiales le proporcionan educación a sus hijos, así que démosle esa oportunidad también a estos niños", dijo durante su visita a un campamento para desplazados iraquíes huidos de los combates para retomar Mosul.

"Es importante hablar de las niñas desplazadas internas porque yo fui desplazada durante tres meses, por lo que sé lo duro que es tener acceso a la educación cuando no tienes un hogar", apuntó Malala, que hace campaña por la educación de las niñas y es Mensajera de la Paz de Naciones Unidas.

"Sé lo duro que es tener acceso a la educación cuando no tienes un hogar"

Malala fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2014 por su trabajo en defensa del derecho a la educación de los niños. Tras un discurso sobre la importancia de la educación de las niñas, un talibán armado le disparó en la cabeza, en su Pakistán natal.

Destacando las necesidades de los desplazados iraquíes en el campo Hasansham U3, que aloja a 7.600 desplazados por el conflicto en Mosul, Malala explicó a ACNUR que el que los niños se vean privados del acceso a la educación es una de las grandes pérdidas de un conflictos, y que la educación puede protegerles, especialmente a las niñas. "La educación es necesaria para proteger a los niños y jóvenes tanto ahora como en el futuro", afirmó.

Más de 900.000 personas han sido desplazadas por la lucha para retomar Mosul de manos de los extremistas. Algunos han vuelto a sus hogares, pero gran parte se refugia en campamentos construidos por ACNUR a las afueras de Mosul, en viviendas de alquiler, con amigos o familia, o en edificios dañados por la guerra.

Hay más de tres millones de desplazados iraquíes en el país, incluyendo alrededor de 350.000 niños que no acuden a la escuela, casi la mitad de los que están en edad escolar.

Los niños desplazados que estudian en los campamentos se enfrentan a condiciones como las elevadas temperaturas de verano, la dificultad de estudiar dentro de tiendas, la escasez de libros y material escolar, y los limitados recursos de higiene.

El campo U3 de Hasansham cuenta con enseñanza primaria y secundaria, que se imparten por turnos en una tienda de campaña. En el campo hay actualmente inscritos 1.115 niños en enseñanza primaria y 425 en secundaria.

Malala destacó el trabajo de ACNUR para apoyar a las familias desplazadas en Irak, pero señaló la falta de financiación. "Necesitamos apoyar a las organizaciones que trabajan aquí con pequeñas donaciones o a través de las redes sociales. Alcemos la voz por estos niños", afirmó.

Malala visitó la tienda de la estudiante Anwar Ahmad Ayesh, de 13 años, cuya familia huyó en abril de la violencia y los bombardeos en el oeste de Mosul. El padre de Anwar fue asesinado por los extremistas y, como otros muchos niños en la ciudad durante los últimos tres años, no asistía a la escuela. Se levanta cada día con la esperanza de que sus problemas se acaben pronto.

"Malala fue para mí una fuente de esperanza e inspiración para superar mis dificultades. Sabía que algún día podría volver a la escuela", dijo.

Para cubrir las necesidades de financiación de ACNUR, se requieren urgentemente 126 millones de dólares, para cubrir las necesidades fundamentales de niños, mujeres y hombres en situación vulnerable, así como para continuar proporcionando protección, refugio, coordinación, organización y asistencia a desplazados y a aquellos que buscan volver a sus hogares.