Más de 60.000 somalíes desplazados en las primeras semanas de 2010

NAIROBI, Kenya, 19 de enero (ACNUR) – El número de víctimas somalíes y civiles desplazados continúa creciendo al tiempo que prosiguen los encarnizados combates en las regiones centrales de Somalia. Desde principios de año los enfrentamientos y la inseguridad general han provocado el desplazamiento de unas 63.000 personas en Somalia.

Los enfrentamientos continúan en la capital, Mogadiscio, donde según fuentes locales las últimas batallas urbanas entre las fuerzas del gobierno y las milicias de Al-Shabaab y Hisp-ul-Islam el pasado 13 de enero causaron la muerte a un mínimo de 10 personas, entre ellas varios niños. Tan sólo durante las últimas dos semanas, cerca de 14.000 personas se desplazaron desde la capital somalí, así como en el interior de la misma.

Nuevos enfrentamientos entre Alu Sunna Wal Jamma y Hisb-ul-Islam estallaron el pasado 9 de enero en Belet Weyne, en Somalia central, donde al menos 30 civiles habrían sido asesinados y otros 50 habrían resultado heridos. Miles de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares para salvar sus vidas. A día de hoy se calcula que cerca de 11.900 personas se han establecido temporalmente en los alrededores de Belet Weyne y viven en condiciones atroces. La región vecina de Hiraan, que hace de frontera con Etiopía, ya acoge a más de 50.000 desplazadas internos.

Mientras tanto, en la ciudad de Dhuusamarreeb, situada en la región central de Galgaduud, el número de desplazados internos también habría aumentado como consecuencia de nuevos choques entre Alu Sunna Wal Jamma y Al-Shabaab a principios de este año. Calculamos que alrededor de 28.800 personas se encuentran desplazadas en las localidades que rodean a la ciudad de Dhuusamarreeb. Estas personas tienen una urgente necesidad de cobijo, agua y asistencia médica. Según los primeros informes, 150 personas han sido asesinadas y 80 han resultado heridas en las luchas que tienen lugar en esta región de Somalia. A medida que prosigue el conflicto por el control territorial, la inseguridad hace extremadamente difícil el acceso por parte de los trabajadores humanitarios a la zona, así como la entrega de la tan necesitada ayuda.

Somalia continúa siendo una de las crisis humanitarias más graves en el mundo, con aproximadamente 1,5 millones de desplazados internos y más de 560.000 personas que viven como refugiados en países vecinos, principalmente en Kenia (309.000), Yemen (163.000) y Etiopía (59.000).