Nuevas "Ventanillas de Protección" brindan ayuda de expertos a la población vulnerable de Sudán del Sur
Nuevas "Ventanillas de Protección" brindan ayuda de expertos a la población vulnerable de Sudán del Sur
JUBA, Sudán del Sur, 21 de octubre de 2016 (ACNUR) – Taphisa Nyaboul sentía que no tenía dónde acudir después de que su esposo fuera asesinado dejándola viuda, con cuatro hijos y viviendo en un campamento temporal para personas desplazadas por la guerra de Sudán del Sur.
Ella vendía alcohol casero para asegurar el sustento de su familia, pero el negocio nunca tuvo éxito: "tenía algunos clientes, pero no habían ganancias", dijo Nyaboul de 23 años. "Terminé bebiendo mi propio producto por la desesperación. Después de muchas copas, discutía por cosas insignificantes y peleaba con la gente", agregó Nyaboul.
Sus preocupaciones aumentaron, "no podía imaginar un futuro para mis hijos y para mí misma. Ni siquiera tenía dinero para alimentarlos o comprarles ropa", comenta Nyaboul. Ella tuvo suerte, los voluntarios que trabajan en la comunidad la encontraron en un asentamiento para desplazados a las afueras de la ciudad de Bor y se vieron que Nyaboul tenía el perfil de madre soltera vulnerable que la Agencia de la ONU para Refugiados les había capacitado para identificar.
De inmediato organizaron una cita para ella en la Ventanilla de Protección del ACNUR en el campamento ubicado en la base de las fuerzas de paz de la ONU en Bor, que funciona como centro de Protección de Civiles (POC, por sus siglas en inglés). Las Ventanillas de Protección, disponibles en la mayoría de los centros de Protección de Civiles en Sudán del Sur, ofrecen servicios de asesoramiento y asistencia personalizados a las personas especialmente vulnerables.
Desde su apertura a inicios del año 2016, cerca de 7.000 sursudaneses desplazados internos se han aproximado o han sido referidos a las Ventanillas de Protección. Las personas asistidas incluyen madres solteras que son jefas de familia, mujeres embarazadas sin soporte familiar, niños no acompañados o aquellos separados de sus padres o tutores, supervivientes de la violencia sexual y de género, personas con discapacidades y adultos mayores.
"Nyaboul estaba desesperada cuando vino a verme", comenta Godfrey Komma Andrugaa de la Ventanilla de Protección de Bor. "Sus problemas la estaban consumiendo. Ella no conseguía ver nada positivo en su vida. No la culpo. En su lugar, cualquiera habría enfrentado retos similares", añadió.
Andrugaa describe las Ventanillas de Protección como espacios seguros y libres de prejuicio donde las personas pueden expresar sus sentimientos y frustraciones. "Algunas veces las soluciones para los problemas de la gente van más allá de lo que podemos ofrecer, pero es importante escucharlos", dice Andrugaa. "En la mayoría de los casos, la respuesta está a nuestro alcance".
El equipo de Andrugaa le ofreció a Nyaboul atención psicológica y le ayudaron a encontrar un trabajo con una organización socia del ACNUR. "Es un trabajo ocasional. No es mucho dinero, pero es suficiente para sustentar mi familia", dijo Nyaboul. "Ya no tomo más. Existen muchas razones para estar triste en este país, pero me siento mucho más fuerte ahora", añadió.
ACNUR lanzó sus primeras Ventanillas de Protección en Bor y Malakal en enero, seguidos por Juba en febrero y luego Bentiu en marzo.
"Las Ventanillas de Protección son un recurso valioso para identificar a los individuos más vulnerables y generar repuestas específicas a sus necesidades", según Isabelle Misic, representante asistente del ACNUR en asuntos de protección en Sudán del Sur. "Ponen a los individuos al centro de nuestras actividades de protección y funcionan como un acceso hacia la comunidad que nos permite analizar asuntos y patrones relevantes que afectan a la población en general. La participación comunitaria y la retroalimentación son fundamentales, en especial para buscar maneras de mitigar los riesgos para la protección".
La Ventanilla de Protección de Bor ha trabajado en numerosos casos. Han asistido en el retorno de 206 personas desplazadas a principios de este año, por medio de asesoría y ayuda que les permitieron recobrar la autosuficiencia.
El equipo de servicios comunitarios también encontró a Stephen Bang, un desplazado interno de 46 años cuya silla de ruedas adaptable estaba dañada, dejándolo confinado en su carpa, con su cama y otros pocos artículos domésticos. Llevaron su caso a la Ventanilla de Protección y al cabo de 24 horas ACNUR consiguió los repuestos y reparó la silla de ruedas. "Estoy muy agradecido por esto", dijo Bang. "Era muy difícil para mí. Mi vida social depende de esta herramienta. Ahora puedo continuar con mi vida, ir al mercado y al centro comunitario para reunirme con mis amigos".
En Sudán del Sur, ACNUR forma parte de una respuesta interagencial que brinda ayuda a 1,6 millones de desplazados internos y encabeza el Grupo Temático de Protección, una entidad que reúne distintas organizaciones humanitarias especializadas en la protección de las personas desplazadas internas. El ACNUR también trabaja junto con las autoridades y socios para proteger y asistir a más de 262.000 refugiados de países vecinos que buscan la seguridad en Sudán del Sur.
Por Richard Ruati and Rocco Nuri en Juba, Sudán del Sur.
Gracias a la Voluntaria en Línea Karolina Elizondo por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.
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