Pakistán: ACNUR distribuye ayuda para el invierno en los campamentos

PESHAWAR, Pakistán, 10 de diciembre (ACNUR) – Nagina y su familia han tenido que hacer frente al calor abrasador apretujados en una tienda de campaña durante más de tres meses debido a las inundaciones que destruyeron o dañaron considerablemente sus casas al noroeste de Pakistán.

Ahora el tiempo ha cambiado y sólo les queda esperar la llegada de los fríos meses de invierno. Es por ello que una mujer de cuarenta años de edad se muestra aliviada y llena de agradecimiento al haber recibido un paquete de ayuda del ACNUR para ayudarles a ella y a su familia a sobrevivir al invierno.

"Fuimos una de las primeras familias en recibir un kit de ayuda del ACNUR para el invierno", comunicaba a los visitantes del ACNUR durante una visita a Campamento de Koroona, un pequeño pueblo a los límites de Peshawar, capital de la provincia Khyber Pakhtunkhwa en Pakistán. Al ACNUR se ha ocupado también de ayudar a los habitantes de Korooma y otros pueblos afectados por las inundaciones a construir refugios en los alrededores de sus antiguos hogares.

La agencia para los refugiados empezó su operación de acondicionamiento del invierno en la provincia el pasado mes y se prevé la distribución de edredones, mantas y esterillas a unas 380.000 personas (59.000 familias) desplazadas por las inundaciones del pasado julio, incluyendo alrededor de 130.000 refugiados Afganos (20.2000 familias). El ACNUR se está ocupando de la distribución de leña.

Nagina expresaba como, en un principio, se alegró de que las temperaturas comenzasen a bajar, "pero después nuestros dos hijos y tres hijas empezaron a no poder dormir durante la noche por el frio". Gracias a la ayuda del ACNUR, que incluye la construcción de un alojamiento extra, la familia está ahora contenta. "Los edredones nuevos nos ayudan a mantenernos calientes y a dormir bien por la noche", aseguraba con una gran sonrisa.

"El ACNUR y sus socios están tendiendo su mano a todos los necesitados, especialmente al norte de la provincia", decía Ahmed Warsame, cabeza de la sub-oficina del ACNUR en el territorio.

La organización está distribuyendo seis mantas, cuatro edredones y cuatro esterillas además de sábanas de plástico a cada una de las 14.250 familias vulnerables en las regiones de Swat, Shangla y Kohistan.

Shamsher Khan, de la región de Bajaur, pasa su tercer invierno en Jalozai, el campamento más amplio en el país para desplazados internos. "Durante el invierno, la demanda de leña aumenta y en ocasiones no podemos conseguirla o es demasiado cara", explicaba para luego añadir que la distribución de leña que está llevando a cabo el ACNUR supone "un gran alivio para nosotros".

Para agencias humanitarias como el ACNUR, la situación en Khyber Pakhtunkwa continúa siendo compleja debido a la inseguridad que reina en el territorio. Más de un millón de personas, principalmente en el cinturón tribal de Pakistán, permanecen desplazas desde agosto del 2008 por las oleadas de conflictos entre fuerzas armadas y militantes. La mayoría están viviendo en comunidades que los acogen o en acomodamientos arrendados, Jalozai, sin embargo, sigue acogiendo a casi 100.000 personas.

ACNUR planea ayudar a alrededor de 800.000 personas (123.000 familias) gracias a su programa de acondicionamiento para el invierno en todo Pakistán, incluyendo la ayuda otorgada a los habitantes de las provincias Sindh, Punjab y Balochistan. Este año, además, el ACNUR está construyendo 40.000 refugios para aquellas personas que perdieron sus hogares por las inundaciones.

Por Rabia Ali en Peshawar, Pakistan