Pareja colombiana LGBTI huye de amenazas para encontrar la bienvenida en Suiza
Pareja colombiana LGBTI huye de amenazas para encontrar la bienvenida en Suiza
En su nativa Colombia, la activista Daniela luchó por los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), ofreciéndoles consejería y un hombro para apoyarse. En un país marcado por la violencia, su activismo no siempre fue bienvenido.
Fue en la noche de año nuevo de 2009 cuando finalmente se dio cuenta de que tendría que huir.
“Eran las dos de la mañana”, recuerda Daniela, de 35 años, que vivía en el campo colombiano. “Yo estaba celebrando el año nuevo en una aldea cercana cuando dos hombres armados se acercaron a mí. Sentí algo en el estómago”.
“Ellos me apartaron y me dijeron que yo era un mal ejemplo para los niños. Me dijeron que tenía un día para irme”.
Daniela corrió a su casa, y bajo el pretexto de haber recibido una oferta laboral, huyó a Bogotá al día siguiente, dejando atrás a su madre y a su hijo pequeño, así como una pequeña empresa que mantenía a su familia.
“Me dijeron que tenía un día para irme”.
En Bogotá, Daniela continúo trabajando por los derechos de la población LGBTI. Allí ella conoció a su pareja Sofía y finalmente se pudo reunir con su hijo, que ahora tiene 10 años. Por los siguientes cuatro años, la familia vivió en relativa seguridad.
Pero después, Daniela y Sofía empezaron a recibir nuevas amenazas.
“Empezaron a imprimir carteles llenos de odio con mi nombre y me acosaban por teléfono”, dice Daniela.
Ella se vio obligada a mudarse de casa y cambiar de empleo. La familia también cambiaba su rutina diaria para evitar el peligro. “Constantemente nos sentíamos ansiosas, con miedo”, añade Daniela.
Cuando dos de sus amigas activistas fueron asesinadas, Daniela supo que tendrían que empacar sus cosas y huir nuevamente.
“Constantemente nos sentíamos ansiosas, con miedo”.
Ellas huyeron a Suiza en diciembre de 2016 y solicitaron asilo apenas llegaron.
A pesar del frío de diciembre, Suiza le ofreció una cálida bienvenida a la pareja. Gracias a un proyecto comunitario, Daniela y Sofía encontraron la seguridad en el oeste de Suiza, después de pasar tres meses en un centro de recepción.
Desde su llegada, Daniela y Sofía trabajan incansablemente por reconstruir sus vidas. Su primera meta es aprender francés para poder retomar su activismo LGBTI. También están estudiando un bachillerato universitario y son voluntarias con la academia local de futbol. El hijo de Daniela tiene ahora nuevos amigos en la escuela.
“Cuando las personas huyen de sus hogares y sus comunidades, sus redes de apoyo se hacen frágiles y se rompen, y los riesgos de protección que enfrentan se agravan”, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, en un video para la conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, el 17 de mayo.
“Por lo tanto, resulta crucial encontrar y desarrollar redes de apoyo para la consecución de sus derechos y para permitirles que persigan sus aspiraciones en los países y las comunidades en las que buscan protección”, añadió.
Daniela está agradecida por haber encontrado un santuario para vivir y amar en Suiza.
“Cuando veo a mi hijo feliz e involucrado en la comunidad local, y todas las oportunidades que tendrá en el futuro, sueño con construir una vida aquí en Suiza”, dice ella. “Pero si la situación lo permite, espero algún día poder regresar a Colombia para apoyar a la comunidad LGBTI allá”.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está comprometido con la protección de los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo LGBTI, así como destacar la importancia de las redes y las coaliciones que apoyen a las personas desarraigadas de sus hogares.
