Plantación afgana mantiene ocupadas las manos ociosas mientras produce alimento para los anfitriones
Plantación afgana mantiene ocupadas las manos ociosas mientras produce alimento para los anfitriones
Fazel Ahmad se inclina frente a una hilera de frijoles verdes, extrayendo cuidadosamente las malas hierbas. A su lado, brillantes tomates rojos del tamaño de su puño cuelgan pesadamente de sus tallos.
Para Fazel, un padre de 43 años de edad y antiguo vendedor de zapatos de Afganistán, así como para muchos otros refugiados y solicitantes de asilo que viven en Kara Tepe, un lugar abierto de albergue para refugiados, la plantación de la pequeña comunidad se ha vuelto un santuario. Este mini oasis verde rompe la monotonía de la vida de los refugiados en Lesbos y les da a su vez un propósito a sus vidas. "Me gusta cultivar vegetales, y el mantenernos ocupados y trabajando es algo bueno para nosotros", explica Fazel.
La plantación es una iniciativa de la Agencia de Respaldo Humanitario (HSA, por sus siglas en inglés), una pequeña organización sin fines de lucro, que es a su vez socio operacional del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en Grecia. Además de frijoles verdes y tomates, los participantes también cultivan berenjenas, pimientos verdes, sandías y cebollas. "Es una oportunidad para que las personas inviertan en el lugar donde viven, dado que estarán allí por un tiempo", dice Shareen Elnaschie, planificadora del lugar de parte de HSA en Kara Tepe. "Y ver algo cultivándose y recogerlo, el aspecto del apoyo psicosocial de eso es muy importante".
Los vegetales frescos van a familias griegas necesitadas. Grecia ha estado involucrada en una aguda crisis económica durante años. Y la isla de Lesbos, donde está Kara Tepe, fue el lugar de llegada para casi la mitad del millón de refugiados y migrantes que arribó a las islas griegas desde inicios de 2015.
Una cosecha típica semanal produce suficiente para unas 10 familias griegas
La plantación, comentó Elnaschie, es una pequeña manera que tienen los refugiados de dar algo a cambio a Grecia por recibirles y ayudarles. Una cosecha típica semanal produce suficiente para unas 10 familias griegas.
El mes pasado, HSA y sus refugiados voluntarios iniciaron trabajos en más plantaciones en Kara Tepe. Esa comida irá a los propios refugiados y solicitantes de asilo. Mientras tanto, HSA les provee de las herramientas, semillas y formación básica en horticultura necesarias para que cada vez más personas puedan cosechar sus mismos alimentos.
Si se amplía todavía más, los residentes de Kara Tepe podrían eventualmente comenzar a sostenerse por sí mismos, dejando de lado el asistencialismo del Estado griego y de otras agencias de ayuda. Lo anterior ayudaría además a solventar las carencias cruciales en su nutrición.
En Afganistán, Fazel mantenía una "pequeña y pacífica" plantación en su hogar en la provincia de Herat. "Me gustaba cultivar flores", dijo, particularmente jazmines y rosas rosadas. Al crecer, Fazel culminó sólo algunos años de escolaridad dado que la guerra interrumpió su educación. Se casó y tuvo cuatro hijos, pero le preocupaba que su futuro en Afganistán fuese sombrío dado que los combates podrían prolongarse por generaciones. También le preocupaba que sus hijos súbitamente quedaran sin una figura paterna. "Cada día iba a trabajar y no sabía si podría volver", señala Fazel.
Hace un año, envió a dos de sus hijos en un largo y peligroso viaje a Europa, por tierra y mar, con traficantes de personas. Lograron su cometido y están ahora en Alemania. Fazel y su esposa, Zahra, y sus dos otros hijos, hicieron lo propio esta primavera, pagando a los traficantes 2.000 euros cada uno. Pero llegaron a Lesbos en Abril, luego del acuerdo del 20 de Marzo de la Unión Europea y Turquía para detener la migración irregular. Por ello y hasta ahora, Fazel y Zahra no pueden dejar Lesbos para ir a tierra firma griega, debido al lento procesamiento de solicitudes de asilo de parte del Servicio Griego de Asilo, que cuenta con recursos escasos.
"El ACNUR está trabajando con las autoridades y hace un llamado a tiempos de espera más cortos, particularmente en las islas, así como un registro y procesamiento de casos más expeditos para todas las nacionalidades"
Aunado a ello, los afganos están siendo registrados y procesados más lentamente que los sirios, una situación que el ACNUR lamenta y está presionando para que se pueda resolver. "El ACNUR está trabajando con las autoridades y hace un llamado a tiempos de espera más cortos, particularmente en las islas, así como un registro y procesamiento de casos más expeditos para todas las nacionalidades", explicó Ann Maymann, representante auxiliar de protección del ACNUR en Grecia.
Aunque tienen derecho a la reunificación familiar legal bajo la normativa europea, debido a los retardos administrativos podrían pasar muchos meses e incluso un año o más para que puedan estar con sus hijos de nuevo.
La familia es una de las que se encuentra entre el nutrido grupo de 14.600 refugiados y solicitantes de asilo que se hallan en las islas griegas, de acuerdo a cifras del gobierno griego. Pero prácticamente no hay espacio para ellos. Lesbos por ejemplo, alberga casi 6.000 pero el espacio sólo permite 3.500. La mayoría vive en el sobrepoblado centro de detención de Moria, donde las tensiones son elevadas dado que las personas viven en pobres condiciones y enfrentan la incertidumbre respecto a su futuro.
Gracias al Voluntario en Línea Omar Hernández por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.