Se crea iniciativa para proteger a los refugiados y los elefantes en Bangladesh

CAMPAMENTO KUTUPALONG, Bangladesh – Golpeada y malherida, Anwar Begum, una refugiada rohingya, examina el daño que se produjo en su albergue de bambú.

Los colchones están destrozados, los cubos de plástico e incluso ollas y platos de metal quedaron rotos y abollados. Su albergue fue derribado, pero los vecinos en el asentamiento de refugiados de Kutupalong cerca de Cox's Bazar, Bangladesh, le han ayudado a reconstruirlo.

"Estoy muy agradecida, gracias al todopoderoso, por estar viva", dijo la mujer de 45 años. "Pero estoy aterrorizada".

Justo unos días antes, en la mitad de la noche, un elefante salvaje ingresó a su pequeño albergue y mató a su esposo, Yakub Ali, de 50 años. Fue uno de varios elefantes que vagaron en el campamento, dañando albergues e hiriendo a sus ocupantes, mientras seguían su ruta migratoria habitual.

Anwar y su familia huyeron de su hogar en Myanmar hace seis meses, instalándose en el vasto asentamiento de refugiados de Kutupalong. "No estábamos al tanto de la presencia de elefantes aquí", dijo. "Recuerdo haber visto una vez elefantes en Myanmar, pero a lo lejos, nunca acercarse de esta manera".

Claramente aturdida, Anwar relató los eventos que ocurrieron esa noche. "Fue alrededor de la 1 a.m., oí un sonido pesado y sentí caer el techo sobre nosotros. Fue rápido y fuerte. Empecé a gritar. Todo fue muy rápido y mi esposo fue asesinado".

Anwar recibió tratamiento en el hospital por tres días. Cuando regresó al asentamiento, los vecinos ayudaron a reconstruir su albergue. Los socios de ACNUR ahora le han proporcionado nuevos artículos para el hogar, y Anwar ha recibido asesoramiento del personal de protección de la Agencia de la ONU para los Refugiados.

El ACNUR y su socio la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN, han lanzado un plan de acción para tratar de prevenir incidentes como este, que han causado la muerte de al menos 10 refugiados, incluidos niños pequeños, en el asentamiento de Kutupalong.

"Esta alianza es fundamental no solo para garantizar la conservación de los elefantes, sino también para proteger a los refugiados."

El sitio altamente congestionado, que solía ser tierra forestal, se encuentra a lo largo de una de las rutas migratorias, entre Myanmar y Bangladesh, para los elefantes asiáticos en peligro de extinción.

La llamada "fuerza de colmillo" trabajará tanto con la comunidad de acogida local como con los refugiados, en estrecha consulta con el Departamento Forestal de Bangladesh y la Oficina del Comisionado de Repatriación y Ayuda para Refugiados.

Los planes de mitigación incluyen la instalación de torres de observación en puntos clave alrededor del asentamiento, así como la configuración de los Equipos de Respuesta al Elefante que pueden hacer sonar la alarma si los elefantes ingresan al sitio. Las rutas y corredores de elefantes estarán claramente marcados, para que la gente sepa qué áreas evitar. También se llevarán a cabo campañas para sensibilizar sobre los riesgos.

"Esta alianza es fundamental no solo para garantizar la conservación de los elefantes, sino también para proteger a los refugiados, ya que algunos ya han perdido la vida trágicamente", dijo Kevin Allen, jefe de operaciones de emergencia del ACNUR en el distrito de Cox's Bazar.

El proyecto es parte de una iniciativa más amplia del ACNUR y la IUCN para mitigar algunos de los impactos ambientales relacionados con el establecimiento de asentamientos para refugiados en Cox's Bazar.

Otros planes incluyen llevar a cabo educación ambiental y conciencia entre los refugiados y las comunidades de acogida sobre la importancia de los recursos forestales, así como tomar medidas para mejorar el medio ambiente en las zonas de asentamiento de refugiados y sus alrededores.

Los líderes del proyecto también abogarán por programas de reforestación para garantizar que los recursos naturales y el medio ambiente compartido estén mejor protegidos.

Se necesita urgentemente su apoyo para ayudar a niños, mujeres y hombres refugiados en Bangladesh. Por favor, done ahora.

Por Caroline Gluck