Secretario General de la ONU hace un llamado a mayor solidaridad con las personas forzosamente desplazadas
Secretario General de la ONU hace un llamado a mayor solidaridad con las personas forzosamente desplazadas
GINEBRA, Suiza, 03 de octubre de 2016 (ACNUR) – En un momento de grandes desplazamientos a nivel mundial, los países deben trascender sus intereses nacionales y unirse para frenar el sufrimiento a gran escala, declararon hoy el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
En un discurso en la reunión anual del Comité Ejecutivo del ACNUR en Ginebra, Ban destacó el hecho de que el número de personas forzosamente desplazadas a nivel mundial se ha duplicado, a 65 millones, desde que inició su mandato hace una década.
"Las cifras están aumentando. Cada una de estas cifras representa una vida humana. Pero esta no es una crisis de números. Es una crisis de solidaridad", dijo a una audiencia de representantes de 98 Estados, que forman el Comité Ejecutivo del ACNUR.
"Urgentemente necesitamos que los países trasciendan sus intereses nacionales y se unan en una respuesta mundial y llena de fuerza", dijo.
"Urgentemente necesitamos que los países trasciendan sus intereses nacionales y se unan en una respuesta mundial y llena de fuerza"
Retomando el tema en su declaración de apertura, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, presentó un crudo panorama en el cual "las personas se están moviendo más rápido, por distancias más grandes y por una serie de razones más complejas que en cualquier otro momento de la historia".
Destacando la situación de los refugiados de los conflictos de Siria y Sudán del Sur, él notó que la proximidad a la guerra parecía el principal factor para cómo se comparte la responsabilidad para apoyar a los refugiados: "Nueve de cada diez refugiados son acogidos por países en desarrollo: el impacto en aquellos Estados y comunidades es enorme".
Aquellos que logran llegar a la seguridad a menudo quedan al margen, luchando por sobrevivir. El inadecuado apoyo a los países que acogen refugiados y dentro de los países de origen, junto con perspectivas menguantes de soluciones, también hacen que más personas busquen protección más lejos, en lugares donde no siempre se le garantiza el acceso al asilo
"El derecho al asilo, y los valores de tolerancia y solidaridad que son sus fundamentos, son menoscabados por la xenofobia, la retórica nacionalista y el discurso político que liga a los refugiados con las preocupaciones de seguridad y el terrorismo", dijo.
Sin embargo, este "crudo panorama" no captura toda la situación, dijo Grandi, notando que se les debe un reconocimiento extraordinario a los países de acogida que "se mantienen firmes brindando hospitalidad, solidaridad y apoyo a millones de solicitantes de asilo y refugiados, a pesar de las difíciles condiciones locales".
Después destacó que los compromisos clave adoptados por 193 Estados miembro de las Naciones Unidas en la Cumbre de la ONU sobre Refugiados y Migrantes el mes pasado "probaron que finalmente el desplazamiento forzado ya se está considerando como uno de los principales desafíos que caracterizan el mundo actual".
"La Declaración de Nueva York . . . brinda una plataforma poderosa para el cambio, claramente articulando que la crisis de refugiados actual no puede ser manejada únicamente por un Estado, y hace un llamado a una respuesta internacional predecible, colaborativa y de responsabilidad compartida", dijo.
Como respuesta a estos desafíos, Grandi estableció una serie de ejes temáticos con un enfoque estratégico para guiar a su organización durante los próximos cinco años.
El primero sería un compromiso para incorporar los principios y estándares de protección internacional en el centro de las respuestas para el desplazamiento forzado, la apatridia y las crisis humanitarias, "guiados por este objetivo fundamental, salvar y darle seguridad a las vidas, y proteger los derechos".
Una segunda dirección recae en mejorar y profundizar una búsqueda de soluciones que permita "a los refugiados, personas desplazadas internas y apátridas a reclamar o adquirir una pertenencia completa en la sociedad, y construir un futuro estable", dijo Grandi.
A pesar de un referéndum que rechazó, por poco, el acuerdo de paz en Colombia, Grandi dijo que las negociaciones de paz le han llevado a ese país "han llevado al país mucho más cerca del fin de uno de los conflictos mundiales más antiguos y han encontrado soluciones para cerca de 7.5 millones de personas víctimas del desplazamiento forzado al interior y al exterior del país".
En un contexto de múltiples crisis, Grandi dijo que el ACNUR también está comprometido con reforzar y expandir la preparación y respuesta ante emergencias, y señaló que el ACNUR realizó más de 700 misiones de emergencia en 2015 y 2016.
Esfuerzos recientes incluyeron intensificar las respuestas al desplazamiento en y desde Sudán del Sur, donde los recientes enfrentamientos desde julio de este año han hecho que el número total de refugiados de Sudán del Sur en la región llegara a más de un millón; o en Irak, donde el ACNUR y sus socios se preparan para un desplazamiento a gran escala a raíz de los desarrollos militares en Mosul y sus alrededores.
ACNUR también está comprometido con asegurar el compromiso de los actores de desarrollo en abordar las causas el desplazamiento forzado y la apatridia, un área en el cual Grandi identificó avances significativos este año.
Haciendo notar un creciente consenso en que la inversión para el desarrollo debe jugar un rol central en abordar los propulsores del desplazamiento y en allanar el terreno para las soluciones, él dijo que el ACNUR ha fortalecido su alianza con el Banco Mundial.
"Este es un momento de oportunidades históricas, que debemos tomar colectivamente y convertir en acciones concretas"
Él describió una nueva línea de crédito, lanzada recientemente por el Banco Mundial en Nueva York, y diseñada para ampliar acuerdo de financiamiento concesional para países de ingreso medio que acogen a grandes poblaciones de refugiados, como "algo realmente innovador".
Además, esfuerzos clave se centrarán en brindar oportunidades de educación y de medios de vida a las personas desplazadas. Mundialmente, más de la mitad de los niños refugiados en edad escolar no están recibiendo educación y, en muchos países, las barreras para acceder a medios de vida y a mercados laborales ponen a los refugiados en una situación de grave dependencia.
"Con el ambiente político adecuado, incluyendo el acceso a la educación, la libertad de movimiento y las oportunidades de medios de vida, y con inversiones para el desarrollo apropiadas, las personas refugiadas y desplazadas internas pueden contribuir con las comunidades que les acogen y se pueden convertir en un facto de desarrollo socioeconómico".
El ACNUR también planea trabajar de forma más sistemática en las diferentes áreas del desplazamiento, dijo Grandi, incluso a través de un compromiso más predecible y decisivo con las personas desplazadas internas.
"Este es un momento de oportunidades históricas, que debemos tomar colectivamente y convertir en acciones concretas en apoyo de los refugiados y las comunidades y Estados que los acogen".
A pesar del crecimiento sustancial en el presupuesto anuales del ACNUR para responder a las crisis de los últimos cinco años, Grandi observó que los fondos disponibles para 2016 son de $3,76 miles de millones de dólares, solamente el 50 por ciento de los requerimientos totales.