Sobrevivientes hablan sobre peleas por chalecos salvavidas en el hundimiento de un bote proveniente de Egipto
Sobrevivientes hablan sobre peleas por chalecos salvavidas en el hundimiento de un bote proveniente de Egipto
ALEJANDRIA, Egipto, 30 de septiembre de 2016 (ACNUR) – Cuando un bote cargado con cientos de personas se volcó y hundió cerca de la costa de Egipto la semana pasada, la somalí Abshiro* de pronto se vio en el agua mientras que quienes se ahogaban arañaban su chaleco salvavidas.
"Yo luché por mi vida en el agua, no solo porque no sabía nadar, sino también porque las personas intentaban tomar mi chaleco salvavidas. Recibí mordidas en la mano", dijo Abshiro al ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, durante una entrevista después de la tragedia.
Traficantes despiadados hacinaron a más de 500 personas en la embarcación, la cual iba a Italia desde Egipto cuando se volcó y se hundió en la costa de Rashid, Egipto, el 21 de septiembre. Abshiro de 21 años estuvo entre los 164 sobrevivientes que incluían egipcios, sudaneses, eritreos, etíopes y un sirio.
Hasta ahora, 202 cuerpos han sido sacados del agua. 33 cuerpos fueron recuperados de la propia embarcación, incluyendo dos niños y una mujer que quedaron atrapados cuando el bote de lleno de agua y se hundió.
Egipto tiene una larga historia de brindar asilo a los refugiados, al mismo tiempo que es una ruta tradicional para la migración irregular por mar hacia Europa.
Hablando con sobrevivientes, varios de ellos describieron cómo el abarrotado bote empezó a moverse y las personas temieron. Se desató una pelea y se dio el hundimiento, enviando a cientos de hombres, mujeres y niños al agua, muchos de ellos sin chalecos salvavidas y sin poder nadar.
"Muchos no tenían chalecos salvavidas. Las personas se jalaban entre ellos tratando de mantenerse a flote"
"No puedo olvidar los cuerpos. Tuve que aferrarme a uno para poder mantenerme a flote", dijo Achan*, abogado de 35 años de Darfur, Sudán, quien estaba haciendo su cuarto intento de cruzar a Europa cuando el bote naufragó.
"Muchos no tenían chalecos salvavidas. Las personas se jalaban entre ellos tratando de mantenerse a flote. Eso hizo que la situación fuera todavía peor", recordó.
A medida que el barco se inclinaba, la tripulación y los pasajeros empezaron a llamar a la policía y la marina, y enviaban señales de socorro, contaron los sobrevivientes. Algunos lograron saltar y nadar lejos del bote mientras que otros quedaron atrapados.
"Yo no podía nadar, a pesar de que tenía mi chaleco puesto", recuerda Abrihet*, eritrea de 33 años, que tuvo que depender de otras personas para poder ser sacada del agua.
Desde 2014, ha habido un aumento sostenido en el número de intercepciones de refugiados y migrantes que intentan salir de Egipto de forma irregular, según informes del ACNUR. Algunos sobrevivientes dijeron que antes de la tragedia habían hecho intentos fallidos de llegar a Europa,.
A pesar de que el número total de personas que cruzan por el Mediterráneo en este año es 42 por ciento menor al número del mismo periodo del año anterior, el número de personas reportadas muertas o perdidas en este año (3.498) continúa siendo alto.
Posterior al fatal hundimiento, el Gobierno egipcio ha arrestado a por lo menos cuatro miembros de la tripulación del bote. Continúan bajo custodia y podrían enfrentar cargos, incluyendo trata de personas y muertes por negligencia.
"Un hombre egipcio . . . encontró a su hijo menor muerto. Lo besó y lo puso de nuevo en el agua"
Con percepciones frescas del mortal negocio, sobrevivientes contaron que pagaron a los contrabandistas entre $ 1.000 y $ 1.700 dólares para hacer la travesía. Les asignaron un punto de encuentro, los recogieron en minibuses y los llevaron a un almacén, donde luego los transportaron a la embarcación por la noche en barcos pesqueros más pequeños.
La mayoría de las personas a bordo de la embarcación eran egipcios. Los sobrevivientes dicen que alrededor de 100 ciudadanos africanos estaban en dos habitaciones en el piso inferior, y las mujeres y los niños estaban en otras tres habitaciones en las cubiertas central y superior.
A raíz de la tragedia, el ACNUR y sus socios respondieron inmediatamente para evaluar las condiciones y necesidades de protección de los 43 sobrevivientes extranjeros, y para proporcionar asistencia humanitaria. También se ha prestado atención médica, y un muy necesario apoyo psicosocial a los supervivientes que luchan para hacer frente a los horrores que presenciaron.
"Un hombre egipcio estaba llamando los nombres de sus hijos en la oscuridad. Encontró a su hijo menor muerto. Lo besó y lo puso de nuevo en el agua ", dice Amir*, un sobreviviente somalí que se llenó de lágrimas mientras hablaba, visiblemente molesto y enojado por todo lo que había pasado.
El gobierno egipcio ha arrestado a casi 5.000 ciudadanos extranjeros por salidas irregulares de la costa norte de este año, y ha seguido una política de liberar a todos los que están registrados como solicitantes de asilo y refugiados con el ACNUR en Egipto.
ACNUR ha confirmado el estado de registro de los detenidos a las autoridades y aboga por su pronta liberación, sin dejar de proporcionar apoyo y asistencia durante su detención.
La Agencia de la ONU para los Refugiados seguirá vigilando la situación de los detenidos de cerca, especialmente teniendo en cuenta el aumento del escrutinio del gobierno de este incidente, y continuará promoviendo la protección de todas las personas de interés del ACNUR.
*Los nombres son cambiados por razones de protección.