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Un evento TEDx arroja luz sobre las mujeres refugiadas y el empoderamiento

Historias

Un evento TEDx arroja luz sobre las mujeres refugiadas y el empoderamiento

De entre las once oradoras que participan en TEDxPlaceDesNationsWomen, una refugiada siria y una activista de la causa de la apatridia subrayan la necesidad de oportunidades.
6 Diciembre 2018 Disponible también en:
La refugiada siria Maya Ghazal (izq.) y la activista de la causa de la apatridia Maha Mamo (der.) participan en TEDxPlaceDesNationsWomen en Ginebra.

GINEBRA – Cuando su familia sufrió el desarraigo de la guerra, el mundo vio a la estudiante siria Maya Ghazal como una refugiada. Pero ella se veía como algo muy diferente: una piloto en potencia.

“No solo quería estudiar aviación porque me fascinaba… Quería demostrar a la gente que se equivocaba. Quería ser esa persona que invierte la tendencia”, contó.

“La refugiada que llega a ser piloto después de ser rechazada por las universidades, la persona a la que una vez consideraron una carga”.

Maya fue una de las once oradoras que participaron en el evento TEDxPlaceDesNationsWomen en Ginebra, que trató el tema del empoderamiento y, en particular, el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género.

Esta siria de 19 años llegó al Reino Unido hace tres años procedente de Damasco y por medio de un visado de reunificación familiar.

Explicó cómo superó las dificultades lingüísticas, una sucesión de rechazos en diferentes universidades y los estereotipos de género, para acabar finalmente siendo admitida en la Universidad Brunel de Londres para un curso de ingeniería de la aviación con estudios de pilotaje.

“Estoy muy convencida de hacerlo. De superar todas las dificultades. Todos los estereotipos. Y animo a otras a hacer lo mismo, a defenderse y defender aquello en lo que creen, a pesar de todo y sin importar nada. A que demuestren que todo es posible siempre que creas en ti misma y en tus capacidades”, dijo.

“Estoy muy convencida… Todo es posible siempre que creas en ti misma y en tus capacidades”.

Maya ya es una entre cien. Solo una de cada cien personas refugiadas en el mundo se matricula en la universidad, frente a un tercio de los jóvenes en edad universitaria.

Se valió del evento de Ginebra para hacer un llamado por la ampliación de las becas y el acceso a la universidad, para así “dar a los refugiados la oportunidad de estudiar con la misma determinación que yo tengo”.

Con el impulso suscitado por los movimientos #MeToo y #TimesUp, 2018 ha sido un año crucial para el empoderamiento de la mujer.

Las oradoras del evento trataron una amplia variedad de temas como el desarme nuclear, los derechos de las empleadas domésticas, la capacitación digital, la mutilación genital femenina y la apatridia. Pero todas ellas compartieron un mismo hilo conductor: cuando se empodera a las mujeres pueden hacer grandes cosas por sus comunidades y por el conjunto de la sociedad.

En su intervención, la activista de la causa de la apatridia Maha Mamo contó cómo nació en el Líbano en 1988 de padres sirios, pero nunca tuvo ninguna nacionalidad debido a una maraña de leyes y prácticas restrictivas en relación con el registro civil y la nacionalidad en los países con los que tenía lazos.

Tras vivir 30 años en la sombra sin ningún tipo de documentación, en octubre obtuvo la nacionalidad brasileña… y un pasaporte. Para la mayoría, pedir el pasaporte no es más que un trámite, pero para Maha fue un punto de inflexión.

“Para mí, significó vida. Una señal de que pertenecía a algún sitio. ¿Saben por qué? Porque pasé toda la vida como apátrida”, dijo.

Habló a la audiencia sobre las décadas que pasó viviendo al margen, sin poder estudiar, viajar, trabajar, acceder a una atención sanitaria y ni siquiera poder comprar una tarjeta SIM para su celular.

Pero desde que se trasladó a Brasil hace cinco años en el marco de un programa de visados especiales para sobrevivientes de la guerra en Siria, pudo solicitar asilo y obtuvo su primer documento de residencia en 2016.

“Obtuve el derecho a vivir, a trabajar, a soñar, a creer, a tener una cuenta bancaria y todos los derechos básicos que nunca había tenido”.

Desde entonces, Maha ha prestado su voz a la campaña #IBELONG de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, para poner fin a la apatridia que lastra las vidas de millones de personas en todo el mundo. 

“Tenemos que cambiar la discriminación en las leyes… porque todo el mundo tiene derecho a pertenecer”, dijo blandiendo su nuevo pasaporte. “Hoy soy brasileña. Hoy pertenezco. Y todo el mundo tiene derecho a pertenecer”.