Yudoca del Equipo Olímpico de Refugiados conquista la plata en el Campeonato Carioca y sueña con Tokio 2020
Yudoca del Equipo Olímpico de Refugiados conquista la plata en el Campeonato Carioca y sueña con Tokio 2020
RÍO DE JANEIRO, Brasil, 23 de mayo de 2017 (ACNUR) – La inscripción que los yudocas Popole Misenga y Yolande Mabika llevaban en la espalda cuando entraron en el tatami para disputar el Campeonato Carioca de Yudo, el fin de semana pasado, indicaba que no se trataba de unos competidores cualquiera. La sigla ROT (Refugee Olympic Team o, lo que es lo mismo, Equipo Olímpico de Refugiados) recordaba a adversarios y espectadores que, nueve meses antes, la pareja había participado en la competición más importante para cualquier atleta.
Pero una vez pasada la experiencia olímpica, Popole y Yolande buscan una plaza para los Juegos de Tokio en 2020. Antes del campeonato carioca han participado en el Torneo de Abertura, a finales de marzo. En la Arena de Deodoro, en Río de Janeiro (ciudad en la que viven ambos refugiados) han tenido más de una oportunidad para medir sus fuerzas contra los adversarios y ganar experiencia para el camino hasta Japón.
Aunque la secuencia de competiciones es aún pequeña, ya revela una evolución en el nivel de competitividad de ambos. Popole, que consiguió una medalla de bronce en Abertura, ganó sus dos primeras peleas preliminares en el Carioca y avanzó hasta la final de la categoría de hasta 90 kg. En el camino, dejó escapar el oro por muy poco. Un shido (falta) por falta de combatividad en el golden score(prórroga) le costó la victoria, pero el sentimiento después de la pelea no era de decepción.
"Estoy muy orgulloso de haber participado en este campeonato. Empecé el año con el bronce y ahora he conseguido la plata. La próxima vez ganaré el oro", prometió el congoleño.
Yolande ya ha tenido la oportunidad de disputar cuatro combates, puesto que la lucha en su categoría (hasta 78 kg) se ha celebrado mediante rotación, de forma que todas las atletas inscritas luchan entre sí. Aunque solo ha ganado la última pelea, la yudoca olímpica, que perdió todos los combates en el Torneo de Abertura, también se mostró satisfecha con su rendimiento.
"Me encuentro mejor", nos contó Yolande, que antes luchaba en la categoría hasta 70 kg. "Antes de las Olimpiadas estuve dos años parada, pero ahora estoy entrenando mucho y con ritmo de competición. Esta ha sido la primera vez que luchaba en la nueva categoría, que es un poco más difícil porque las yudocas son más fuertes. Necesito ejercitarme bastante y conseguir más técnica. Estos campeonatos son parte de la preparación para las Olimpiadas de 2020. Estoy trabajando para llegar hasta ahí".
Sin embargo, los congoleños saben que el camino es largo, difícil y, sobre todo, incierto. La presencia de la pareja en cualquier torneo, nacional o internacional, depende de que reciban invitaciones; este fue el caso del Campeonato Carioca de Yudo, en el que tuvieron que participar de forma independiente.
"Hicimos una excepción para que disputaran el campeonato como atletas independientes, tal y como ocurrió con el Equipo de Refugiados en las Olimpiadas", explicó Leonardo Lara, vicepresidente de la Federación de Yudo del Estado de Río de Janeiro. "La única diferencia es que las peleas no aportan puntos a ninguna asociación porque no son brasileños y, por lo tanto, no están vinculados a ningún club. Se trata de una colaboración que tenemos con el profesor Geraldo Bernardes (técnico de ambos yudocas). Hace un trabajo fantástico y nosotros, en tanto que Federación, debemos apoyarlo".
El próximo torneo del calendario será el Campeonato Provincial de Río de Janeiro, previsto para los días 29 y 30 de julio. La invitación a los yudocas refugiados está garantizada, pero las medallas dependerán de que sigan trabajando duro sobre el tatami. Si el camino a Tokio 2020 pasa por estos campeonatos, Popole no quiere saber nada de tranquilidad.
"Estoy cargándome de espíritu de competición. El yudoca es como agua caliente: si se queda parado, se enfría. ¡Ahora sí que estoy calentando!"
Popole y Yolande fueron dos de los diez atletas que hicieron historia al integrar el primer Equipo Olímpico de Atletas Refugiados, que participó en los Juegos de Río 2016. Tuvieron la oportunidad de representar a millones de refugiados en todo el mundo al competir bajo la bandera del Comité Olímpico Internacional (COI).
Además de los dos yudocas congoleños, el equipo estuvo compuesto por dos nadadores sirios y seis corredores africanos (uno de Etiopía y cinco de Sudán del Sur). Todos ellos tuvieron que dejar sus países a causa de los conflictos, las persecuciones y las violaciones de los derechos humanos, y encontraron refugio en países como Alemania, Bélgica, Brasil, Kenya y Luxemburgo.
Una de las integrantes del equipo, la nadadora siria Yusra Mardini, fue nombrada recientemente Embajadora de Buena Voluntad del ACNUR.
Por Diogo Félix, de Río de Janeiro
Gracias al Voluntario en Línea Jaime Guitart Vilches por el apoyo oferecido com la traducción del portugués de este texto.