Protegiendo a las personas
Protegiendo a las personas
El desplazamiento puede afectar a cualquiera. Cientos de miles de personas – jóvenes y mayores, enfermas o saludables, hijas e hijos – son forzadas a huir de sus hogares todos los días.
La labor de ACNUR consiste en protegerlas y salvaguardar sus derechos. Por tanto, trabaja arduamente para ayudar en la reconstrucción de millones de vidas rotas y restaurar comunidades destruidas.

Niñez: Niñas y niños comprenden más de la mitad de la población refugiada en todo el mundo.
Grupos minorizados y pueblos indígenas: En muchas partes del mundo, los grupos minoritarios y las personas indígenas pueden sufrir violaciones a los derechos humanos.
Mujeres: Las mujeres son especialmente vulnerables a los abusos en contextos de desplazamiento.
Personas jóvenes: Huir de guerras y persecuciones empuja a la juventud desplazada a un entorno incierto.
Personas LGBTIQ+: ACNUR protege a las personas LGBTIQ+ refugiadas y solicitantes de asilo en todo el mundo.
Hombres: En contextos de desplazamiento, hombres y niños pueden ser ignorados o desatendidos.
Personas con discapacidad: Las personas con discapacidad permanecen en la invisibilidad o el olvido en las comunidades desplazadas.
Personas mayores: En contextos de desplazamiento, se acentúa la urgencia de las necesidades y los derechos de las personas mayores.
Póliticas y recursos

Esta política consolida y refuerza el compromiso de ACNUR hacia el enfoque de edad, género y diversidad.

Cómo ACNUR puede abordar y responder ante situaciones de racismo y xenofobia que afectan a personas bajo su mandato.

Un nuevo informe del ACNUR revela en educacion secundaria, las niñas refugiadas tienen solo la mitad de probabilidades de matricularse en la escuela en comparación con los hombres.

El enfoque de edad, género y diversidad ha sido central en las discusiones que el ACNUR tuvo en ocasión del proceso conmemorativo por el 30º aniversario de la Declaración de Cartagena sobre Refugiados de 1984.

Para ACNUR resulta prioritario acabar no solo con la explotación y los abusos sexuales que acechan a las personas de interés, sino también con el acoso u hostigamiento sexual en el entorno laboral.

La violencia de género constituye una grave violación a los derechos humanos; al mismo tiempo, se trata de un problema de salud y protección que pone en riesgo la vida.