Apertura de la reunión de Alto Nivel para abordar los grandes movimientos de refugiados y migrantes
Apertura de la reunión de Alto Nivel para abordar los grandes movimientos de refugiados y migrantes
Damas y caballeros,
Escuchar a los refugiados es una experiencia edificante.
La semana anterior, el número de refugiados desarraigados de Sudán del Sur, en menos de tres años, sobrepasó el millón. Me reuní con algunos de ellos hace tres semanas. Me contaron una horrorosa historia de pérdida de familia, pérdida del hogar, pérdida de la esperanza. Escuché historias similares en muchos países que visité este año.
Esta Cumbre no podría ser más urgente.
Es importante que hablemos sobre refugiados y migrantes. Hay muchas características comunes que deberíamos abordar uniendo fuerzas. Pero los refugiados tienen una condición diferente, que debe ser mantenida, porque el conflicto y la persecución significan que no pueden volver a casa.
Y con más de 65 millones de personas forzosamente desplazadas en todo el mundo, ya sea como refugiados o dentro de sus propios países, es momento de reconocer que no podemos seguir actuando como antes.
Hoy tenemos la extraordinaria oportunidad de cambiar el rumbo. Abordar el desplazamiento forzado es un desafío humanitario, pero requiere una solución mundial que comprometa una serie de instrumentos y actores de la esfera política, de seguridad, humanitaria, y de desarrollo. Hasta ahora vamos bien, pero esto ya se ha dicho antes. ¿Cuál es la diferencia ahora?
La diferencia es que la Declaración de Nueva York marca un compromiso político de una fuerza sin precedentes y resonante. Esta aborda lo que ha sido una brecha constante en el sistema internacional de protección del refugiado, el cual realmente comparte la responsabilidad con los refugiados, en el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas.
Y el Marco Integral de Respuesta para los Refugiados, el cual es parte de la Declaración y para el cual le están pidiendo al ACNUR que ayude a desarrollar y poner en marcha, por primera vez, establece un proyecto para poder hacerlo, lo que es realmente importante.
En emergencias, crisis de larga duración, en nuestra búsqueda de soluciones, ahora debemos ser capaces de desencadenar el compromiso de un grupo más amplio de actores, a través de acuerdos de cooperación predecibles, y esta es la palabra clave, predecibles; que estén activados aun antes de que llegue la crisis.
Esto se puede lograr. En Uganda, por ejemplo, el Gobierno mantiene una política de puertas abiertas, la cual vi hace unos días. Esta ha movilizado a un amplio grupo de socios e instituciones en una respuesta innovadora que se centra en la educación y los medios de vida, incluyendo a las comunidades de acogida. La clave es un compromiso temprano y consolidado por parte de los socios de desarrollo y las instituciones financieras internacionales, tal como lo explicó el Presidente del Banco Mundial, un elemento cambiador de juego fundamental. Y hay un rol de inmenso potencial del sector privado.
Para que todo esto funcione, los estamos viendo, buscando compromiso político, fondos, apoyo técnico, actos concretos que apoyen a los países de acogida, que cargan esta gran responsabilidad, y que busquen soluciones.
El mundo, conmocionado por las imágenes del gran número de personas huyendo y muriendo en el mar, no quiere que nuestras intenciones se queden en el papel. Exige acciones y resultados prácticos, para que el desplazamiento forzado se pueda manejar con base en principios, y poder resolver con coraje y visión.
Me comprometo a trabajar con ustedes para lograrlo.
Gracias.