Declaración del Alto Comisionado en la Conferencia Internacional sobre Resiliencia Climática en el Pakistán
Declaración del Alto Comisionado en la Conferencia Internacional sobre Resiliencia Climática en el Pakistán
Muchas gracias, ministro, por darme la oportunidad de intervenir. Esbozaré rápidamente cuatro puntos.
Primero, como se dijo en otras intervenciones, la emergencia climática no es un concepto abstracto del que habremos de preocuparnos en el futuro, sino que está ocurriendo en este momento. Con la calamidad que golpeó a Pakistán queda claro que las personas en mayor situación de vulnerabilidad son las más afectadas por esta emergencia no solo en Pakistán, sino en todo el mundo. La situación se seguirá agravando a menos que se emprendan más acciones, con urgencia, para prevenir fenómenos provocados por el cambio climático y para garantizar que se reciba apoyo financiero en caso de daños y pérdidas.
El segundo punto, que de hecho es la principal razón detrás de mi participación el día de hoy, consiste en subrayar la importancia que tienen la solidaridad para Pakistán y su población, quienes, desde la óptica de ACNUR, han sido extraordinariamente solidarios hacia las personas refugiadas por generaciones. Millones de personas afganas que han sido desarraigadas – por la violencia, la guerra, las persecuciones, las violaciones a los derechos humanos y, en definitiva y en algunos casos, la emergencia climática – han buscado protección y asistencia en Pakistán. No debemos olvidar que, durante años, la población pakistaní ha mostrado una solidaridad extraordinaria; por tanto, debe prevalecer la reciprocidad al dar respuesta a las tragedias provocadas por las inundaciones.
En tercer lugar, abonando al punto anterior, quisiera resaltar que, a pesar de los desafíos y la devastación, Pakistán no se olvidó de las personas refugiadas en su respuesta a las inundaciones. En ese sentido, si bien ACNUR apoyó la respuesta del Gobierno de Pakistán, fue este el que lideró y se aseguró de que los refugiados también recibieran ayuda.
En adelante, resulta esencial que el enfoque permanezca sobre las personas y comunidades en mayor situación de vulnerabilidad. Esto es de especial relevancia para decenas de millones de pakistaníes afectados por las inundaciones, sin obviar que alrededor de 800.000 personas afganas refugiadas en Pakistán siguen siendo vulnerables, sobre todo luego de haberse visto afectadas por las inundaciones. Insto a la comunidad internacional a garantizar que Pakistán cuente con los recursos necesarios para seguir solventando las necesidades de las poblaciones afectadas por las inundaciones (incluidas las personas refugiadas), lo que incluye ayudarlas a mitigar los riesgos exacerbados por el cambio climático, o bien ayudarlas a adaptarse a ellos.
Esto me lleva al cuarto y último punto. Actualmente, más de 103 millones de personas han sido desplazadas por la fuerza en el mundo. Esta cifra seguirá aumentando en tanto los líderes políticos no logren consolidar la paz, acabar con las violaciones a los derechos humanos y revertir el implacable – aunque prevenible – ataque al planeta. En consideración de lo anterior, resulta imperativo que no mengüe el apoyo de la comunidad internacional no solo a las personas desplazadas (en Pakistán, por ejemplo), sino también a los países y las comunidades que han asumido gran parte de la responsabilidad internacional consistente en brindarles asistencia y protección.
Esta conferencia y el generoso apoyo que ha recibido el plan de recuperación de Pakistán son una vía, de manera que insto a todos los donantes a que sigan apoyando al Gobierno y a la población de Pakistán en el proceso de recuperación y reconstrucción del país. ACNUR seguirá brindando todo el apoyo posible.
Muchas gracias.