Estrategia de ACNUR para colaborar con actores de desarrollo

Casi tres cuartas partes de las personas son reconocidas como refugiadas, o se convierten en desplazadas internas o apátridas y permanecen en esa situación durante más de una década. La mayoría vive en países de renta baja y media, a menudo en zonas expuestas a las amenazas climáticas o a la inseguridad. Las oportunidades de empleo son muy limitadas para las poblaciones desplazadas y apátridas: se calcula que el 82% de las personas refugiadas y todas las apátridas tienen un acceso restringido al empleo formal. A menudo no pueden encontrar un trabajo formal, generar ingresos y acceder a los servicios públicos, un gran número de personas desplazadas por la fuerza y apátridas aún dependen de un sistema humanitario cada vez más desbordado que no se diseñó ni recibió el financiamiento suficiente para proporcionar protección y soluciones a largo plazo.