El número de refugiados de Sudán del Sur alcanza el millón
El número de refugiados de Sudán del Sur alcanza el millón
El número de refugiados de Sudán del Sur que han huido a países vecinos ha superado esta semana el millón de personas, incluyendo más de 185.000 personas que escaparon del estallido de violencia que tuvo lugar el 8 de julio en la capital, Juba. Con este hito, Sudán del Sur se une a la lista de países que han generado más de un millón de refugiados: Siria, Afganistán y Somalia.
La mayoría de los recién llegados han cruzado a Uganda (143.164 personas), pero en la última semana un creciente número de personas se ha dirigido hacia la región de Gambella, en el oeste de Etiopía, mientras que otros han llegado a Kenia, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana. Estos países han mantenido de manera encomiable sus puertas abiertas a los recién llegados.
La violencia que se desencadenó en el mes de julio supuso un importante revés a los esfuerzos de paz realizados en Sudán del Sur, un joven país que en aquel momento se preparaba para celebrar su quinto aniversario con un acuerdo de paz entre los partidarios del presidente Salva Kiir y del ex primer vicepresidente Riek Machar, acuerdo que lamentablemente duró poco.
Los enfrentamientos hicieron añicos las esperanzas de lograr un avance real hacia la paz y provocaron nuevas oleadas de desplazamiento y sufrimiento. Mientras, por motivos logísticos, de seguridad y de financiación, a las organizaciones humanitarias están teniendo múltiples dificultades para proporcionar protección y asistencia urgente a los cientos de miles de personas necesitadas, incluyendo a los 1,61 millones de desplazados internos.
La mayoría de las personas que huyen de Sudán del Sur son mujeres y niños. Entre ellos hay supervivientes de ataques violentos y agresiones sexuales, niños que han sido separados de sus padres o que han viajado solos, personas con discapacidad, ancianos y personas que necesitan atención médica urgente.
Uganda acoge a la mayor parte de los refugiados de Sudán del Sur, unos 373.626, de los cuales más de un tercio han ido llegando desde principios de julio. Sólo en esta última semana, se registraron más de 20.000 nuevas llegadas, principalmente a través del punto fronterizo de Oraba, al noroeste de Uganda. Los recién llegados informan del recrudecimiento de los combates en la región de Gran Ecuatoria y señalan que se están produciendo ataques de grupos armados que asesinan a civiles, saquean pueblos, agreden sexualmente a mujeres y niñas, y reclutan a muchachos jóvenes. Muchos refugiados llegan exhaustos tras días caminando a través de la selva, sin comida ni agua. Muchos niños han perdido a uno o a ambos progenitores y algunos se ven obligados a hacerse cargo de sus hermanos pequeños.
Un numeroso grupo de más de 11.000 personas, muchas de ellas de la tribu Nuer, llegó la semana pasada a Gambella, en Etiopía, con lo que el número de refugiados de Sudán del Sur en el país ha superado los 292.000. Principalmente se trata de mujeres y niños, de los cuales unos 500 viajaron solos. La mayoría habían huido de Nasser, Maban, Mathiang y Maiwut en la región del Alto Nilo y mencionaron su temor ante la inseguridad y la posible reanudación de los combates tras haber presenciado movimientos significativos de tropas. Los que llegaban de Jonglei también señalaron la escasez de alimentos como una de las razones para su huida.
El vecino Sudán es el tercer país en número de refugiados acogidos de Sudán de Sur con 247.317 personas, mientras continúan llegando refugiados a los estados de Darfur del Este, Darfur del Sur y Nilo Blanco. Los que se encuentran en Darfur del Este y del Sur citaban como principales razones para su huida los crecientes disturbios, el mayor riesgo de inseguridad alimentaria, especialmente en los estados sursudaneses del noroeste, Bahr el Ghazal del Norte y Warrab. El estado sudanés de Nilo Blanco acoge al 41% de todos los refugiados del Sudán del Sur en Sudán. En la actualidad, cada mes llega una media de unas 1.800 personas. Las inundaciones están impidiendo que otros abandonen Sudán del Sur.
Otros grupos más pequeños han huido a Kenia, República Democrática del Congo y a la República Centroafricana desde la reanudación del conflicto en julio. Alrededor de 300 personas han estado cruzando en Kenia cada semana por la inseguridad que se respira, la existente inestabilidad económica y las sequías. También han informado de que el corredor aéreo entre Torit y Kapoeta sigue siendo peligroso debido a la presencia de delincuentes armados. Kenia acoge a más de 90.000 refugiados de Sudán del Sur.
La República Democrática del Congo está recibiendo un importante flujo de llegadas a la provincia de Ituri, cerca de la frontera con el Sudán del Sur y Uganda. Se estima que unos 40.000 refugiados de Sudán de Sur están actualmente en el país, al tiempo que ACNUR prosigue el registro de recién llegados.
Los equipos de ACNUR en el terreno informan de que los recién llegados se han instalado en escuelas e iglesias, mientras que los menos afortunados duermen a la intemperie. Los refugiados carecen de alimentos y de artículos de primera necesidad. Se estima que un 5 % de los menores no están acompañados y muchas mujeres y niñas han declarado haber sido agredidas sexualmente durante su huida. A principios de este mes, varios refugiados fueron víctimas de un ataque cerca de la ciudad de Doruma (provincia de Alto Uele), durante el cual les robaron sus raciones de alimentos, a la vez que se producían saqueos en un centro de salud.
La inseguridad en el estado de Ecuatoria Central de Sudán del Sur también ha afectado de manera significativa la capacidad de ACNUR para acceder y ofrecer asistencia a miles de refugiados dentro del propio país. Desde finales de junio 2016, en el asentamiento de Lasu (a unos 40 km al sur de Yei), cerca de 10.000 refugiados de la República Democrática del Congo (RDC), de la República Centroafricana y de Sudán no han recibido sus raciones mensuales de alimentos.
Sin financiación adicional ni apoyo, ACNUR y sus socios se enfrentan a importantes dificultades para ofrecer asistencia a las personas en situación de necesidad, incluso con la ayuda más básica. ACNUR hace un llamamiento a los donantes para que contribuyan con 701 millones de dólares a las operaciones de refugiados en Sudán del Sur, operaciones que hasta la fecha apenas han sido financiadas en un 20%.