ACNUR asegura la puesta en libertad de 96 detenidos del centro de detención de Zintan de Libia
ACNUR asegura la puesta en libertad de 96 detenidos del centro de detención de Zintan de Libia
Noventa y seis personas procedentes de Somalia, Eritrea y Etiopía que se encontraban en el centro de detención de Zintan, en Trípoli (Libia), fueron reubicadas ayer de manera segura a una instalación de reunión y traslado. El grupo incluía a dos bebés recién nacidos.
ACNUR, la Agencia de Refugiados de la ONU, ha proporcionado al grupo comida, refugio, atención médica y apoyo psico-social, además de ropa, zapatos, kits de higiene y mantas. Permanecerán en estas instalaciones a la espera de ser evacuados fuera del país.
Las condiciones en Zintan son terribles. Las zonas comunes están gravemente saturadas y carecen de ventilación adecuada. En algunas partes del centro, los inodoros se han desbordado y necesitan reparaciones urgentes. Como resultado, los desechos sólidos y la basura se acumulan dentro de las celdas durante días y representan una seria amenaza para la salud.
Las tensiones entre los detenidos aumentan a medida que crece entre ellos la agitación y la desesperación. En total, son 654 los refugiados e inmigrantes que permanecen recluidos en Zintan; deben contemplarse de inmediato todas las medidas posibles para su liberación.
ACNUR reitera su llamamiento a la comunidad internacional a incrementar las evacuaciones de refugiados desde la capital libia, ante la falta en Trípoli de un centro de detención adecuado para alojar refugiados e inmigrantes, debido en parte a las hostilidades en curso.
El número de personas que acaban en los centros de detención libios tras ser rescatados o interceptados en la costa es mayor al de personas evacuadas del país. Sólo en el mes de mayo, la Guardia Costera Libia devolvió al país a más personas (1.224) que en todo 2019.
Es necesario renovar esfuerzos para evitar que las personas rescatadas o interceptadas en el Mediterráneo central sean devueltas a Libia. Entre otros factores, ante la inexistencia de puertos seguros en el país para desembarcar refugiados e inmigrantes, debido a la volatilidad de las condiciones de seguridad en Libia.