El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados pide el apoyo de la comunidad internacional ante el aumento de las llegadas a Uganda
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados pide el apoyo de la comunidad internacional ante el aumento de las llegadas a Uganda
KAMPALA – Uganda, el país que acoge al mayor número de refugiados en África, sigue siendo un ejemplo de cómo la inclusión de las personas refugiadas en los servicios públicos mejora sus vidas y las de las comunidades de acogida. No dejan de impresionarme la generosidad del pueblo ugandés y las políticas del Gobierno en materia de refugiados.
Las emergencias en Sudán y la República Democrática del Congo están impulsando a más personas a buscar protección en el país. En el asentamiento de refugiados de Rwamwanja, refugiados congoleños recién llegados me contaron sus angustiosos viajes, en los que se enfrentaron a una violencia brutal e inimaginable y apenas lograron escapar con vida. Ahora que han encontrado un lugar seguro, necesitan urgentemente ayuda humanitaria y una oportunidad para recuperarse.
Para las familias de refugiados que conocí y que llevan varios años viviendo en Rwamwanja, las políticas de Uganda han abierto importantes vías para la autosuficiencia. Garantizar que las personas refugiadas tengan acceso a la tierra, a la educación, la atención sanitaria, a la formación profesional y al empleo impulsa la economía local para toda la comunidad, incluidas las personas ugandesas. Este modelo permite a los refugiados contribuir de forma significativa a la sociedad y debería servir de inspiración para otros.
Pero no debemos dar por sentada la generosidad de Uganda y los beneficios e inspiración que genera para todo el mundo. Los servicios aquí están desbordados. Los recursos naturales son limitados y la ayuda financiera no es suficiente para cubrir todas las necesidades.
Uganda ofrece protección a más de 1,7 millones de personas que huyen principalmente de la República Democrática del Congo, de Sudán, y de Sudán del Sur, y las llegadas van en aumento. Unas 10.000 personas, aproximadamente, ingresan al país cada mes suponiendo una presión adicional para las comunidades que las reciben, lo que dificulta la coexistencia pacífica.
Gracias a socios de desarrollo, como el Banco Mundial, Uganda ha podido mantener su liderazgo mundial en las políticas en materia de refugiados, pero no podemos aflojar la cuerda. Se necesita urgentemente más apoyo internacional para mantener el compromiso de Uganda con las personas refugiadas.
Los donantes, los socios humanitarios, los actores de desarrollo y el sector privado deben acompañar al Gobierno para atender las necesidades de las personas refugiadas y de las generosas comunidades que las acogen, de acuerdo con los compromisos asumidos en el Foro Mundial sobre los Refugiados. Uganda no puede hacerlo sola: se necesita una respuesta colectiva para que este modelo inclusivo sea realmente sostenible.
Para más información sobre este tema, de favor contactar:
- En Kampala, Frank Walusimbi, [email protected], +256 772 701140
- En Nairobi (regional), Faith Kasina, [email protected], +254 113 427 094
- En Ginebra, Olga Sarrado, [email protected], +41 79 740 2307