Pakistán: Retorno a casa sigue siendo un sueño para muchos damnificados
Pakistán: Retorno a casa sigue siendo un sueño para muchos damnificados
DISTRITO DE KAMBER SHADADKOT, Pakistán, 18 de noviembre (ACNUR) – Cuando a principios de este año las inundaciones barrieron su pueblo en la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán, Mumtaz Ali y su esposa, que estaba embarazada, perdieron un hijo de siete años. Unas semanas después, mientras todavía estaba debilitada, Zulekha dio a luz, pero el bebé falleció poco tiempo después.
Además de estas pérdidas trágicas, las aguas han destruido sus cultivos, ocasionándoles daños por 150.000 rupias pakistaníes (US$ 1.800). "El dueño de la propiedad vendrá a cobrar igual, pero la cosecha de arroz se perdió. Tendré que cargar con las consecuencias," dijo Ali.
El calvario de la familia no parece tener perspectivas de mejora en el futuro próximo, ya que se acerca el invierno y su pueblo en el distrito de Sindh's Kamber Shadadkot, en Sindh, permanece bajo el agua.
El único acontecimiento positivo es que Ali, Zulekha y los cuatro hijos que sobrevivieron, un hijo y tres hijas, recientemente fueron trasladados del asentamiento improvisado donde estaban viviendo, en una escuela, al campamento de Seelara Kot, instalado por el ACNUR, que actualmente acoge a 180 familias.
Otros 42 campamentos establecidos por el ACNUR en el norte y sur de Sindh, donde la agencia para los refugiados y sus socios contribuyen a mejorar las condiciones de vida, acogen a miles de personas desplazadas por las inundaciones como Ali y Zukekha.
Las necesidades mayores incluyen el alojamiento, artículos para el hogar, alimentos y agua potable. Es probable que los damnificados de esta región dependan de este tipo de ayuda por lo menos durante tres meses más, porque se acerca el invierno y las aguas están retrocediendo más lentamente de lo esperado. Para ellos el retorno a casa sigue siendo un sueño distante.
La mayoría de los que ahora están en los campamentos estaba viviendo en escuelas y otros edificios públicos facilitados por las autoridades locales.
Mientras tanto, Ali y su esposa siguen llorando la muerte de sus dos hijos. Ali dijo que su esposa "siempre llora cuando ve a los hijos de otras personas." Recordando la muerte de su hijo, Diba, de siete años, Ali contó que cuando la familia huyó de su casa, él pensó que el niño estuviese con su esposa y ella pensó que estaba con él. Cuando llegaron a tierra firme, se dieron cuenta que lo habían perdido."
Además, la muerte del hijo recién nacido fue exacerbada por el estado de salud de Zulekha y la falta de atención médica en el lugar donde encontraron abrigo inicialmente. Al final, tuvieron que recurrir a una partera. Una reciente encuesta del ACNUR indicaró que el 28 por ciento de las personas afectadas por las inundaciones en Sindh no tiene acceso a atención médica.
"La causa de mi sufrimiento es mi pobreza. Si hubiera tenido los recursos suficientes, o un bote, habría podido salvar a mi hijo de la inundación; si hubiéramos los recursos suficientes, habríamos podido salvar a nuestro bebé", dijo Ali llorando.
Por lo menos ahora él y su familia han mejorado sus condiciones de vida. "Estamos más cómodos en este campamento en comparación con la escuela, que estaba muy hacinada", dijo, agregando que aunque tengan acceso a agua potable, todavía enfrentan escasez de alimentos.
Por Qaisar Khan Afridi en el distrito Kamber Shadadkot, Pakistán