Irak, una crisis humanitaria que sigue necesitando apoyo internacional
Irak, una crisis humanitaria que sigue necesitando apoyo internacional
Aunque la situación humanitaria en Irak ha estado últimamente fuera del centro de atención, el ACNUR permanece profundamente preocupado sobre las posibilidades de satisfacer las necesidades de millones de personas desplazadas tanto dentro como fuera del país.
Estas preocupaciones fueron expresadas en el marco de un encuentro del ACNUR con países donantes, en el cual el Director del Bureau para Medio Oriente y el Norte de África, Radhouane Nouicer, afirmó que Irak está pasando actualmente por un complicado y frágil proceso de transición que todavía necesita de la atención urgente de la comunidad internacional.
Mientras las condiciones de seguridad generales mejoraron, aún no son los suficientemente sustentables como para generar retornos masivos a Irak. Todavía hay más de 1,5 millones de iraquíes fuera de su país – la mayoría en Siria y Jordania – y 2 millones de desplazados internos. Si bien se han registrado algunos retornos, muchos no han sido ni seguros ni sustentables. El ACNUR cree que los iraquíes no deben ser forzados a regresar, ya que eso podría derivar en problemas de seguridad para las personas y afectaría negativamente la frágil capacidad de absorción del país.
Al mismo tiempo, el gobierno de Irak está lidiando con numerosas prioridades en el campo político y en relación a temas electorales y de reconciliación nacional. A su vez, enfrenta importantes desafíos en términos socio-económicos y en lo que hace a la posibilidad de un retorno tranquilo y una reintegración sustentable de los refugiados y desplazados internos. El gobierno aún debe hacer progresos en la implementación de su política nacional de desplazamiento y retorno; tomar decisiones en la asignación de tierras y una apropiada restitución y compensaciones; y lanzar un programa de vivienda y rehabilitación que sea proporcional con las dimensiones del problema.
Además de estos desafíos internos, el ACNUR y sus socios humanitarios ven limitada su capacidad de dar asistencia a causa de la escasez de fondos y los problemas de seguridad. Si bien se ha podido establecer una presencia en 14 de las 17 provincias iraquíes, estos esfuerzos serán insuficientes sin un plan nacional integrador. Por el lado del financiamiento, la operación iraquí del ACNUR cuenta hasta el momento con un 48% fondos necesarios y se corre el riesgo de que algunos programas no puedan ser implementados.
Fuera de Irak, los países de asilo siguen cargando con una pesada responsabilidad y temen cada vez más que el caso de los iraquíes se termine convirtiendo en una situación prolongada de refugiados, lo que se conoce como "protracted refugee situation".
Nouicer resaltó que el trabajo del ACNUR se está enfocando en cuatro áreas. Primero, la necesidad de mantener el "espacio de protección" para los desplazados, muchos de los cuales no pueden o no quieren retornar a sus hogares. Segundo, la necesidad de trabajar más dentro de Irak para generar las condiciones para el retorno de desplazados y refugiados. Tercero, el reasentamiento seguirá siendo un componente principal de la operación iraquí en 2009-2010. El ACNUR estima que unos 60 mil iraquíes en países vecinos podrían ser reasentados en terceros países. Y cuarto, el ACNUR seguirá trabajando con otros grupos de refugiados dentro de Irak, incluyendo palestinos, iraníes, turcos y otros en condiciones precarias.