Misión del Alto Comisionado de ACNUR a Sudán del Sur y Sudán
Misión del Alto Comisionado de ACNUR a Sudán del Sur y Sudán
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, finalizará hoy su visita a Sudán del Sur, desde donde ha pedido el apoyo masivo de la comunidad internacional para este país que se enfrenta a múltiples crisis de desplazamiento.
Tras encontrarse el domingo con refugiados sudaneses en el campo de Doro, en la región de Mabaan, el Alto Comisionado alertó de que sin la ayuda internacional no será posible responder a las múltiples crisis y de que Sudán del Sur podría enfrentarse a un desastre humanitario de enormes proporciones. La gran mayoría de los cerca de 28.000 refugiados que están en el campo de Doro se encuentran agotados, hambrientos y en situación de vulnerabilidad. Son mujeres y niños que han caminado durante días para buscar un lugar seguro a lo largo de la frontera mientras que muchos hombres se han quedado atrás para vigilar sus propiedades.
Los recientes combates en los estados sudaneses de Kordofan del Sur y Nilo Azul han obligado a más de 80.000 refugiados sudaneses a huir a través de la frontera hacia los estados de Unity y Alto Nilo, en Sudán del Sur. Otras 33.000 personas han buscado refugio en la vecina Etiopía.
El pasado 20 de diciembre ACNUR inició un gran puente aéreo, cargado con unas 280 toneladas de ayuda para las remotas regiones de Malakal y Mabaan. Unos 55.000 refugiados se beneficiarán de esta ayuda. Hasta ahora, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha completado 27 vuelos desde los almacenes de emergencia en Kenia y Dubai y ha enviado 2.300 tiendas familiares, 16.000 paquetes de utensilios de cocina, 36.000 mantas, 21.000 bidones, lonas de plástico, esteras, mosquiteras y otros materiales básicos de ayuda. El puente aéreo continúa ya que se necesita mucha más asistencia.
En Sudán del Sur, ACNUR está apoyando a las autoridades para reintegrar a unos 660.000 retornados, entre ellos 360.000 sursudaneses que han llegado de Sudán y unos 300.000 que han retornado principalmente desde países vecinos.
El Alto Comisionado, António Guterres, tiene previsto llegar a Jartum a última hora del martes. Desde allí viajará a Kassala, en el este de Sudán, escenario de una de las situaciones de refugiados más prolongadas del mundo. Unos 70.000 refugiados, principalmente de origen eritreo, viven allí en 12 campos. Tanto los refugiados como la comunidad de acogida se enfrentan a situaciones de extrema pobreza, sequía y riesgo de hambruna, así como a la falta de acceso a la salud y la educación. Guterres hablará con las autoridades sobre los programas destinados a mejorar la autosuficiencia de estas personas.
Además de los 70.000 refugiados, hay un flujo habitual cada mes llegan a Sudán unos 1.700 solicitantes de asilo, la mayoría de Eritrea.