Cerrar sites icon close
Search form

Search for the country site.

Country profile

Country website

ACNUR aborda las terribles condiciones de miles de desplazados en RCA

Historias

ACNUR aborda las terribles condiciones de miles de desplazados en RCA

ACNUR refuerza su equipo en Bossangoa para tratar de mejorar las condiciones de vida de 37.000 personas una encima de la otra en los terrenos de una iglesia católica romana.
25 October 2013
Mujeres con vistosas ropas y niños llegan a Bossangoa tras huir de sus casas. Las condiciones aquí son muy duras pero ACNUR y sus socios están atajando el problema.

BANGUI, República Centroafricana, 25 de octubre de 2013 (ACNUR) – Sentada en un viejo taburete a la sombra de un árbol, Mary grita al personal de ACNUR que está hablando con sus vecinos y se queja de las condiciones de vida en su nuevo alojamiento.

"Quiero estar con mi familia en el nuevo espacio que habéis preparado", dice esta mujer de 40 años que ha estado viviendo en dos tiendas con su marido y sus ocho hijos desde que huyó de su aldea el pasado mes de agosto y llegó a la ciudad de Bossangoa, ubicada, a unos 400 kilómetros al noroeste de Bangui la capital de la República Centroafricana (RCA).

"Aquí no hay intimidad y cuando nuestra vecina cocina, todo se llena de humo en nuestra tienda", añade Mary desde los terrenos de la iglesia católica romana de Bossangoa, que ha atraido como un imán a unas 37.000 personas, obligadas a huir de los combates librados en los últimos dos meses entre grupos de autodefensa en el norte y el oeste del país.

En el asentamiento huele a humanidad y las condiciones de saneamiento e higiene son muy preocupantes. Los desplazados viven en condiciones terribles pero ACNUR y sus socios están haciendo todo lo posible por intentar mejorar la situación. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha enviado esta semana a Bossangoa a un experto en refugio de emergencia y a un oficial de planificación de campos.

Se les necesita urgentemente. Aunque UNICEF ha entregado tiendas y lonas de plástico, la gente está hacinada en un área muy pequeña, lo que representa un peligro para la salud y para la seguridad de las personas, especialmente las mujeres. Algunos han traído consigo ganado, incluyendo cabras y cerdos. El Programa Mundial de Alimentos distribuyó comida a comienzos de este mes a las personas que buscan cobijo en la iglesia, en un hospital y en una escuela.

"Estos 37.000 desplazados están acampados en un área de tan sólo cinco hectáreas", dice Maurice Azonnankpo, oficial de protección de ACNUR en Bangui, lo que supone tan sólo 1,2 metros cuadrados por persona frente a los 4,5 recomendados.

Pero es probable que continúen viviendo allí por un tiempo si la situación sigue igual de tensa e inestable en la zona. En coordinación con las autoridades locales, ACNUR ha financiado las obras de ampliación de la iglesia para aumentar la capacidad de acogida, donde los desplazados internos dicen que se sienten más seguros y menos propensos a ataques.

Las autoridades locales también han pedido a ACNUR que colabore para encontrar o proporcionar un refugio en el distrito de Sous de la ciudad, ya que ayudaría a descongestionar dos instalaciones que están utilizando los desplazados, como el hospital, ( 2.700 personas) y la escuela (728).

Desde que comenzó el pasado diciembre esta última crisis política y de desplazamiento en República Centroafricana, este país sin salida al mar y azotado por la pobreza, se ha visto atrapado en una espiral de violencia, que hasta la fecha ha incendiado 800 hogares y se ha cobrado la vida de 400 personas.

Además, esta violencia ha desplazado a cerca de 400.000 personas dentro del país, mientras queunos 70.000 centroafricanos han sido registrados como refugiados en países vecinos, incluyendo más de 43.000 en la República Democrática del Congo, casi 12.100 en Chad, unos 9.200 en la República del Congo y más de 4.280 en Camerún. Los equipos de ACNUR en estos países están ofreciendo protección y asistencia.

Por Djerassem Mbaiorem en Bangui, República Centroafricana